PRIMER VIERNES: 05 – ABRIL - 2013
Décima estación del vía lucís, Luz Epifanía entra en
éxtasis y dice a la Stma Virgen:
Hijos míos
no temáis soy vuestra Madre la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine
siempre entre todos vosotros
Hijitos míos,
en este día os doy las gracias, a todos los que con fe, y espíritu de oración
habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina
presencia, os inclinéis todos besando el suelo,
en acto de humildad, saludando a la Santísima y Divina Trinidad,
pidiendo perdón por vuestros pecados, y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los habitantes
del planeta tierra. Hijitos míos con
profundo dolor os digo: Ha llegado para todos el tiempo de la gran lucha final.
Será tan larga, será tan doloroso, que jamás podréis imaginar. Pero no temáis
porque en este día os digo: Los ángeles de Dios descenderán del cielo, estarán
al lado de todos aquellos fieles a mí consagrados, os tomarán de la mano, os
guiarán, os protegerán de tantos y tantos peligros. Por eso os pido un día más:
Orad con la palabra, orad con la mente, orad con el corazón. Yo, vuestra Madre
Celestial, desciendo del cielo en estos días citados a traeros la salvación.
Hijitos
míos, esperando y deseando en lo más profundo de mi corazón, hayáis entendido este
mensaje, sin más por hoy os tengo que preguntar… sí, hijitos míos, en presencia
de mi Amado Hijo Jesús, os pregunto: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus
secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo?
¿Amáis a Dios Espíritu Santo? ¿Amáis mi Santa Iglesia? Y vosotros ¿os amáis hijitos míos?
Ésta es
vuestra fe, ésta es la verdad.
Y sin más Yo
os bendigo, en presencia de mi amado Hijo Jesús, como el Padre os bendice, por
medio del Hijo y con su espíritu.
Adiós
hijitos míos.
PRIMER SABADO: 06 - ABRIL – 2013
Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis
y la Stma Virgen dice:
Hijos míos
no temáis soy vuestra Madre la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine
siempre entre todos vosotros.
Hijitos
míos, en este día os doy las gracias, a todos los que con fe, y espíritu de
oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra
divina presencia, os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Santísima
y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados, y por todos los
pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy va dirigido a todo mi Ejército Blanco,
presente y ausente. ¡Ay hijitos míos!... Como ya os tengo predicho, hace un
largo tiempo, os vengo preparando para estos tiempos, para la gran lucha final.
Ha llegado el momento hijitos míos, en que todos debéis dar testimonio de vuestra
formación, de vuestra fe… sí, hijitos míos, esta lucha será tan fuerte, será
tan dolorosa. Pero no tengáis miedo, la tierra, el cielo, el mar se unirán… sí
hijitos míos, veréis cosas en este tiempo, jamás vistas por nadie
Hijitos míos
sabed, mirad y analizar la obra de mis manos. Yo, Vuestra Madre Celestial,
elijo y escojo a todo lo que no cuenta, para que entendáis lo que os vengo a
pedir. Es obra de mis manos. Este pobre alma víctima fue elegida para el
sufrimiento, para la entrega y el dolor. A través de su pobreza, entended a
vuestra Madre Celestial. Un día más os pido: Estad unidos, orad unidos, ayudaos
mutuamente y no tengáis miedo porque, Yo, hijitos míos, vuestra Madre
Celestial, en los momentos más dolorosos y de mayor peligro, estaré a vuestro
lado.
Y sin más
por hoy, hijitos míos, en presencia de mi amado Hijo Jesús, os tengo que
preguntar: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus
obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo?
¿Amáis mi Santa Iglesia? Orad por ella . Y vosotros, ¿os amáis hijitos míos?
Y sin más Yo
os bendigo hijitos míos, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, como el Padre os
bendice, por medio del Hijo y con su espíritu.
Adiós
hijitos míos.
13- ABRIL – 2013
Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis
la Stma Virgen dice:
Hijos míos no temáis soy vuestra Madre la
Purísima Concepción, que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros
Hijitos
míos, hijos muy amados, en este día os doy las gracias, a todos los que con fe,
y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi
deseo y en nuestra divina presencia, os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Santísima
y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados, y por todos los
pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy va dirigido a
mis almas consagradas. Religiosas, sacerdotes, obispos y cardenales. Hijitos
míos, a todos os digo en este día: Ha llegado el tiempo de la lucha final y os
prevengo a todos, en especial a aquellos que escucháis, leéis y creéis mis
mensajes. Sed fuertes, sed valientes, sed fieles a Cristo y a su santa iglesia.
Mirad hijitos míos que la persecución será grande, grande y dolorosa. Pero en
este día os digo a todos aquellos fieles a mí consagrados: No tengáis miedo y a
lo largo de ese tiempo os iré formando, os iré preparando y en el momento más
doloroso estaré a vuestro lado. Ayudad a mis pequeños, estad unidos. Como ya os
he anunciado, la persecución a todos, será grande y dolorosa.
Ahora
hijitos míos, mi Amado Hijo Jesús, está a mi lado. Escuchadle, obedecedle
Jesús:
Hermanos, Yo
soy Jesús, Jesús de Nazaret. El llagado, el crucificado, el Hijo del Padre.
Como veis hermanos no falto a nuestras citas. Desciendo del cielo con mi Madre
santa, a traeros la salvación.
Ahora
hermanos voy a bendecir vuestros cirios con una bendición especial: Gloria
Patri et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo. Gloria
Patri et Filio et Spiritu Santo.
Vuestros
cirios hermanos han sido bendecidos. La luz que desprenden protegerá a vuestros
hogares. Tenedlo siempre encendido hasta el día que seáis llamados. Cuidadlos,
cuidad la luz que hoy os ofrezco Haced que luzcan en todos los hogares. Como ya
os tengo predicho, a través de esta luz,
a través de estos cirios, mi luz y mi imagen estará en vuestros hogares. Muchos
serán los que se acerquen pero no podrán traspasar la puerta de vuestro hogar.
Ahora
hermanos, doy paso a mi Madre Santa
La Stma Virgen:
Ahora
hijitos míos, sin más por hoy, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, os tengo
que preguntar: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a
sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu
Santo? ¿Amáis mi Santa Iglesia? orad por ella.
Y sin más Yo
os bendigo, hijitos míos, en este día, en presencia de mi amado Hijo Jesús,
como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su espíritu.
Adiós
hijitos míos.