sábado, 26 de septiembre de 2015

Mensajes Virgen septiembre 2015

PRIMER VIERNES: 4 – SEPTIEMBRE – 2015 


Duodécima estación, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña Santa, en la cual es mi deseo y en nuestra Divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Santísima y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los habitantes de este planeta. Sí, hijitos míos, con profundo dolor os digo en este día lo que mis ojos ven: Veo, hijitos míos, una gran oscuridad, una profunda oscuridad, densa, muy densa, entrado al planeta tierra. Así, hijitos míos, esto será el dolor, el dolor más grande de todos los dolores. Pero en este día os digo: Estad tranquilos, llegado el momento, mis ángeles de luz se esparcirán por toda la tierra y darán luz, hijitos míos, a todos aquellos, a todos aquellos hijitos míos, a Mí consagrados. Sí, hijitos míos.
Ahora hijitos míos, mi Amado Hijo, Jesús, está a mi lado, escuchadle, amadle, adoradle, haced lo que os pide

Jesús:
Hermanos, no temáis, soy Jesús, Jesús de Nazaret, el Llagado, el Crucificado, el Hijo del Padre. Como veis, hermanos, un día más soy fiel a nuestras citas ¿y vosotros lo dejáis todo? Si supierais entender las gracias que recibís poniendo vuestros pies y vuestro corazón en esta montaña santa. Sí, hermanos, a esta montaña santa, los ángeles de Dios suben y bajan, suben y bajan del cielo, de mano de María Inmaculada, nuestra Madre Santa, estos días citados, a llenaros de gracia, a traeros la salvación.
Ahora, hermanos, voy a bendecir vuestros cirios con una bendición de gracia, de fe y amor. Que vuestros corazones gozarán de ella al ponerlos. Encenderlos con fe en vuestros hogares. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo.
Vuestros cirios, hermanos, han sido bendecidos. Ahora hermanos, doy paso a mi Madre Santa, Vuestra Madre, María Inmaculada.

La Stma. Virgen:
Hijitos míos, si pudierais entender este gran misterio. Pero no temáis porque Yo, hijitos míos, vuestra Madre, María Inmaculada, os iré preparando, os iré protegiendo. Sí, hijitos míos.
Y sin más por hoy, quiero pediros una gran entrega a la Santísima y Divina Trinidad. Ofreciendo este Viacrucis con fe y con amor.
Ahora respondedme, hijitos míos, respondedme con el corazón: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre, vuestro Creador? ¿Amáis a Dios Hijo, vuestro Redentor? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo, vuestro Santificador, la Santísima y Divina Trinidad? ¿Amáis mi Santa Iglesia? Y vosotros ¿Os amáis hijitos míos?
Ésta es vuestra fe.
Ahora, hijitos míos, uníos todos, tomándoos de la mano, aceptándoos unos a los otros, mientras Yo os bendigo, vuestra Madre Celestial, en presencia de mi Amado Hijo Jesús,  como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos. Hasta pronto.




PRIMER SABADO: 05 - SEPTIEMBRE - 2015

Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:

Hijos míos no temáis soy vuestra Madre la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias, a todos los que con fe, y espíritu de oración habéis subido a esta Montaña Santa, en la cual es mi deseo y en nuestra Divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad saludando a la Santísima y Divina Trinidad pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.

Hijitos míos, el mensaje de hoy va dirigido, a todos los bautizados de este planeta. Hijitos míos, ha llegado para todos, el tiempo de oración, el amor y la penitencia, quiero que entendáis, hijitos míos, lo que en este día os vengo a decir, quiero que todos recéis a diario el Santo Rosario, crezca en vuestros corazones, con la gracia de la oración, el amor y el perdón, quiero, hijitos míos, ha llegado el tiempo que viváis con fe, con fe y con amor, la Santa Eucaristía. Quiero que ayudéis y améis todos a mis religiosas, sacerdotes, obispos y cardenales.

Si hijitos míos, si hacéis lo que os pido, mi adversario Satanás, no avanzará, retrocederá con su maldito ejército, no tendrá poder sobre vosotros. Hijitos míos, si cumplís mis palabras y hacéis lo que os pido, el tiempo previsto se detendrá, si no me escucháis y ni me obedecéis, el mal irá en aumento. Así pues, hijitos míos, quiero hacer llevar mi voz, por todos los bautizados de este planeta.

Hijitos míos, ¿Lo habéis entendido? Abridme siempre vuestros corazones y entregaros a Cristo, amarle, adorarle. Si, hijitos míos, Yo día a día, vuestra Madre Celestial, os tomo de la mano y os llevo a donde Yo esté sumergida, en la Santísima Trinidad.  

Y sin más por hoy, hijitos míos, en presencia de mí amado Hijo Jesús os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad ¿Amáis mi Santa Iglesia? ¿Amáis a vuestro pastor?  Orad por él. Y vosotros ¿os amáis hijitos míos?

Ahora, en este día os pido a todos los que habéis subido a esta Montaña Santa un día más, os toméis de la mano, os acerquéis todos, abriendo vuestros corazones los unos a los otros en esta gracia, hijitos míos, en presencia de mi amado Hijo Jesús, los ángeles de Dios reparten por todos vosotros.

Y Yo os bendigo, hijitos míos, por los ojos de la Gracia Divina que estáis recibiendo, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.

Adiós hijitos míos.


13 – SEPTIEMBRE – 2015

Cuarto misterio de gloria, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña Santa, en la cual es mi deseo y en nuestra Divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Santísima y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a mi Ejército Blanco y a mis almas consagradas: Escuchad y entended, hijitos míos lo que en este día os vengo a pedir. Sí, hijitos míos, con profundo dolor os digo en este día lo que mis ojos ven: Veo al Dragón Rojo marcando su territorio por todo el planeta tierra. Sí, hijitos míos, su marca lleva el dolor, lleva lágrimas, lleva sangre. Pero escuchad hijitos míos, su bocado favorito es acabar con mis almas consagradas, hacer desaparecer de la faz de la tierra la  Santa Iglesia de Cristo, mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia.
Por eso hijitos míos, hago una fuerte llamada a todas mis almas consagradas, religiosas, sacerdotes, obispos y cardenales y a vosotros, hijitos míos, mi Ejército blanco: Estad unidos, orad unidos, tened cuidado, hijitos míos, en este día os digo a todos: Sed mansos como palomas pero astutos como serpientes. Sed fuertes, hijitos míos y no tengáis miedo, llegado el momento, como ya os tengo predicho, en cada nación del mundo, tengo un batallón de mi Ejército Blanco, llegado este momento, Yo, Vuestras Madre Celestial, los uniré a todos. Sí, hijitos míos, y mi Corazón Inmaculado con todos mis fieles seguidores, triunfará.
Sí, hijitos míos, pero ahora, sed astutos, no os dejéis engañar porque el Dragón rojo no está lejos, hijitos míos.
Sí, hijitos míos, haced lo que os pido, sed fuertes y no tengáis miedo, los Corazones de Jesús y de María os guían y protegen.
Y sin más por hoy, hijitos míos, en este día y en esta montaña santa, a todos hijitos míos os pregunto una vez más, respondedme con el corazón: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? ¿Amáis mi Santa Iglesia? ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros ¿Os amáis hijitos míos?
Uníos todos, tomaos de la mano y ayudaos mutuamente unos a los otros, vais a recibir en este día todos los que habéis subido a esta montaña santa, la presencia, hijitos míos de los ángeles de Dios. Ellos se extienden por todos vosotros.
Y mientras Yo os bendigo, hijitos míos, con esta gracia Divina, a todos los que habéis subido a esta montaña santa, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, os bendice en este día vuestra Madre Celestial, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos.