PRIMER
SÁBADO: 01 – NOVIEMBRE – 2014
Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis
y la Stma Virgen dice:
Hijos míos
no temáis soy vuestra Madre la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine
siempre en vuestros corazones.
Hijitos
míos, en este día os doy las gracias, a todos los que con fe, y espíritu de
oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra
Divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad
saludando a la Santísima y Divina Trinidad pidiendo perdón por vuestros pecados
y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos
míos, en este día os digo: Mis ojos lloran por lo que ven. En este día, día de
todos los Santos, este mensaje es para todos lo que en este día habéis subido a
esta montaña santa. Escuchad y entended: Yo, Vuestra Madre Celestial, en el día
de todos los santos, hago descender del cielo sobre esta montaña santa, una
fuerte lluvia de gracias. Sí, hijitos míos, gracias que necesitáis para seguir
caminando en la fe. Sí, hijitos míos, a todos os doy las gracias, a todos los
que en este día de todos los Santos, habéis subido aquí a esta montaña Santa, a
orar Conmigo y con mi Amado Hijo Jesús los quince misterios del Santo Rosario.
Hijitos
míos, si pudierais entender el sentido de nuestros mensajes. Sí, hijitos míos,
Yo, Vuestra Madre Celestial, como ya os tengo predicho, ya un largo tiempo, que
os vengo preparando y os vengo advirtiendo, este tiempo de la gran prueba. Es
tan doloroso que jamás podréis imaginar.
Pero en este
día, guardad esta fuerte lluvia que yo desciendo del cielo. Sí, hijitos míos,
en el día de todos los santos, sobre esta montaña santa y sobre vuestros
corazones. Esta gracia de hoy os librará de tantos y tantos peligros.
Subid
hijitos míos, subid en este día y acoged con fe y con amor esta gracia
especial.
Y sin más
por hoy, hijitos míos, en presencia de mi amado Hijo Jesús os pregunto una vez
más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus
obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo?
¿Amáis mi Santa Iglesia? ¿Amáis a vuestro pastor? ¡Orad por él! Y vosotros ¿Os
amáis hijitos míos?
Compartid
los unos con los otros las gracias que recibís de vuestra Madre Celestial y de
mi Amado Hijo Jesús.
Y sin más
por hoy, hijitos míos, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, os bendigo como el
Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
/
Adiós
hijitos míos.
PRIMER
VIERNES: 06 – NOVIEMBRE – 2014
Décima estación, Luz Epifanía entra en éxtasis y dice
a la Stma Virgen:
Hijos míos
no temáis soy vuestra Madre la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine
siempre entre todos vosotros.
Hijitos
míos, en este día os doy las gracias, a todos los que con fe, y espíritu de
oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra
Divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad
saludando a la Santísima y Divina Trinidad pidiendo perdón por vuestros pecados
y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos
míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los habitantes de
este planeta. Escuchad y entended lo que en este día os vengo a pedir: Hace un
largo, largo tiempo, Yo, Vuestra Madre Celestial, con los ojos llenos de
lágrimas, como en este día, di un aviso, sí, hijitos míos, en uno de estos
santos lugares, donde Yo me manifiesto. Os predije: Vendría un tiempo doloroso,
sangriento y de fuego. Con profundo dolor os digo: El tiempo previsto está
llegando, los más perjudicados, el dolor más profundo, lo sufrirán mis almas
consagradas y vosotros, hijitos míos, seguidores de Cristo. Pero no tengáis
miedo, llegado el momento más doloroso, Yo, vuestra Madre Celestial descenderé
del cielo.
Y a todos
aquellos, hijos míos que sean fuertes, fuertes en la fe, en este día os digo:
Todos los que seáis fieles a Cristo, a vuestra Madre Celestial y a mi Santa
Iglesia, viviréis, viviréis conmigo el Triunfo de mi Corazón Inmaculado.
Ahora
hijitos míos, os pido en este día, subáis al Calvario ofreciendo este Santo Vía
crucis por mis monjas, mis sacerdotes, mis obispos, mis cardenales y por
vosotros, hijitos míos, seguidores fieles de Cristo. No estaréis solos,
oraremos con vosotros y por vosotros en este Santo Vía crucis.
Hijitos
míos, sin más por hoy, deseando desde lo más profundo de mi corazón hayáis
entendido este mensaje, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, os pregunto una
vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus
obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo?
¿Amáis mi Santa Iglesia? ¿Amáis a vuestro pastor? ¡Orad por él!
Y sin más Yo
os bendigo, hijitos míos, en este día y en esta montaña santa, en presencia de
mi Amado Hijo Jesús, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su
Espíritu.
Adiós
hijitos míos. Mi Corazón Inmaculado os ama tanto.
13 –
NOVIEMBRE – 2014
Cuarto misterio de luz, Luz Epifanía entra en éxtasis
y la Stma Virgen dice:
Hijos míos
no temáis soy vuestra Madre la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine
siempre entre todos vosotros.
Hijitos
míos, en este día os doy las gracias, a todos los que con fe, y espíritu de
oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra
Divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad
saludando a la Santísima y Divina Trinidad pidiendo perdón por vuestros pecados
y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos
míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todo mi Ejército Blanco.
Hijitos míos, con profundo dolor os digo lo que en este día mis ojos ven. Veo a
mi adversario, Satanás, aliado, hijitos míos, aliado y dirigiendo a los jefes
de las grandes naciones. Ay hijitos míos, veo una guerra sangrienta y dolorosa
que están preparando. Y con profundo dolor os digo: Esta nación, vuestra nación
está en el centro de ello. Sí, hijitos míos, por eso es que os pido, os lo pido
en este día, desde lo más profundo de mi corazón: Orad con la palabra, orad con
la mente, orad con el corazón. Y pensad hijitos míos, que vosotros, mi Ejército
Blanco, sois mis pequeños, pero Yo, Vuestra Madre Celestial, voy a la cabeza de
todos.
Ahora
hijitos míos, mi Amado Hijo Jesús está a mi lado. Escuchadle, obedecedle. Sí,
hijitos míos, haced lo que os pide.
Jesús:
Hermanos, no
temáis, soy Jesús, Jesús de Nazaret, el Llagado, el Crucificado, el Hijo del
Padre. Como veis hermanos, aquí en esta montaña santa, soy fiel a vuestras
citas, que son nuestras citas. Desciendo del cielo de mano de mi Madre Santa,
vuestra Madre, María Inmaculada.
Y en este día, antes de bendecir vuestros
cirios, entended esta parábola: Os pido en este día: Salid a los caminos,
recoged a la gente y llevadla a mi casa. Sí hermanos, a mi Santa Iglesia,
vuestra Santa Iglesia.
Ahora
hermanos, bendigo vuestros cirios con una bendición especial: Gloria Patri et
Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri et
Filio et Spiritu Santo.
Grandes
gracias, hermanos, una gran bendición ha sido derramada para estos cirios que
lucirán en vuestros hogares. Escuchad y entended: Que no se apague nunca la luz
que en este día os ofrezco.
Ahora, doy
paso a mi Madre Santa. Amadla, escuchadle, obedecedla.
Luz Epifanía:
Señor, cuanto dolor… Madre, Tú con tus lágrimas, tus
ojos llenos de lágrimas, tu amado Hijo, Jesús, llagado. Mi corazón sufre tanto.
Me ahogo Señor, me ahogan tus llagas.
La Stma Virgen:
Hijitos
míos, si pudierais entender el dolor y el sufrimiento de este pobre alma. Fue
elegida por Dios, vuestro Creador, para Yo, Vuestra Madre Celestial y mi Amado
Hijo Jesús, a través de Ella, comunicarme con todos vosotros.
Y sin más
por hoy, hijitos míos, en presencia de mi Amado Hijo Jesús os pregunto una vez
más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus
obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo?
¿Amáis mi Santa Iglesia? ¿Amáis a vuestro pastor? ¡Orad por él! Y vosotros ¿os
amáis hijitos míos?
Quiero ver
crecer el amor en vuestros corazones. Quiero ver, hijitos míos, vuestros
corazones manando amor.
Y sin más Yo
os bendigo, hijitos míos, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, en esta montaña
santa, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.