domingo, 23 de noviembre de 2014

Mensajes Virgen Noviembre 2014

PRIMER SÁBADO: 01 – NOVIEMBRE – 2014


Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:

Hijos míos no temáis soy vuestra Madre la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine siempre en vuestros corazones.

Hijitos míos, en este día os doy las gracias, a todos los que con fe, y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra Divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad saludando a la Santísima y Divina Trinidad pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.

Hijitos míos, en este día os digo: Mis ojos lloran por lo que ven. En este día, día de todos los Santos, este mensaje es para todos lo que en este día habéis subido a esta montaña santa. Escuchad y entended: Yo, Vuestra Madre Celestial, en el día de todos los santos, hago descender del cielo sobre esta montaña santa, una fuerte lluvia de gracias. Sí, hijitos míos, gracias que necesitáis para seguir caminando en la fe. Sí, hijitos míos, a todos os doy las gracias, a todos los que en este día de todos los Santos, habéis subido aquí a esta montaña Santa, a orar Conmigo y con mi Amado Hijo Jesús los quince misterios del Santo Rosario.

Hijitos míos, si pudierais entender el sentido de nuestros mensajes. Sí, hijitos míos, Yo, Vuestra Madre Celestial, como ya os tengo predicho, ya un largo tiempo, que os vengo preparando y os vengo advirtiendo, este tiempo de la gran prueba. Es tan doloroso que jamás podréis imaginar.

Pero en este día, guardad esta fuerte lluvia que yo desciendo del cielo. Sí, hijitos míos, en el día de todos los santos, sobre esta montaña santa y sobre vuestros corazones. Esta gracia de hoy os librará de tantos y tantos peligros.
Subid hijitos míos, subid en este día y acoged con fe y con amor esta gracia especial.

Y sin más por hoy, hijitos míos, en presencia de mi amado Hijo Jesús os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? ¿Amáis mi Santa Iglesia? ¿Amáis a vuestro pastor? ¡Orad por él! Y vosotros ¿Os amáis hijitos míos?
Compartid los unos con los otros las gracias que recibís de vuestra Madre Celestial y de mi Amado Hijo Jesús.

Y sin más por hoy, hijitos míos, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, os bendigo como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
/
Adiós hijitos míos.



PRIMER VIERNES: 06 – NOVIEMBRE – 2014

Décima estación, Luz Epifanía entra en éxtasis y dice a la Stma Virgen:

Hijos míos no temáis soy vuestra Madre la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.

Hijitos míos, en este día os doy las gracias, a todos los que con fe, y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra Divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad saludando a la Santísima y Divina Trinidad pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.

Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los habitantes de este planeta. Escuchad y entended lo que en este día os vengo a pedir: Hace un largo, largo tiempo, Yo, Vuestra Madre Celestial, con los ojos llenos de lágrimas, como en este día, di un aviso, sí, hijitos míos, en uno de estos santos lugares, donde Yo me manifiesto. Os predije: Vendría un tiempo doloroso, sangriento y de fuego. Con profundo dolor os digo: El tiempo previsto está llegando, los más perjudicados, el dolor más profundo, lo sufrirán mis almas consagradas y vosotros, hijitos míos, seguidores de Cristo. Pero no tengáis miedo, llegado el momento más doloroso, Yo, vuestra Madre Celestial descenderé del cielo.

Y a todos aquellos, hijos míos que sean fuertes, fuertes en la fe, en este día os digo: Todos los que seáis fieles a Cristo, a vuestra Madre Celestial y a mi Santa Iglesia, viviréis, viviréis conmigo el Triunfo de mi Corazón Inmaculado.

Ahora hijitos míos, os pido en este día, subáis al Calvario ofreciendo este Santo Vía crucis por mis monjas, mis sacerdotes, mis obispos, mis cardenales y por vosotros, hijitos míos, seguidores fieles de Cristo. No estaréis solos, oraremos con vosotros y por vosotros en este Santo Vía crucis.

Hijitos míos, sin más por hoy, deseando desde lo más profundo de mi corazón hayáis entendido este mensaje, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? ¿Amáis mi Santa Iglesia? ¿Amáis a vuestro pastor? ¡Orad por él!
Y sin más Yo os bendigo, hijitos míos, en este día y en esta montaña santa, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.

Adiós hijitos míos. Mi Corazón Inmaculado os ama tanto.



13 – NOVIEMBRE – 2014

Cuarto misterio de luz, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos no temáis soy vuestra Madre la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias, a todos los que con fe, y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra Divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad saludando a la Santísima y Divina Trinidad pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todo mi Ejército Blanco. Hijitos míos, con profundo dolor os digo lo que en este día mis ojos ven. Veo a mi adversario, Satanás, aliado, hijitos míos, aliado y dirigiendo a los jefes de las grandes naciones. Ay hijitos míos, veo una guerra sangrienta y dolorosa que están preparando. Y con profundo dolor os digo: Esta nación, vuestra nación está en el centro de ello. Sí, hijitos míos, por eso es que os pido, os lo pido en este día, desde lo más profundo de mi corazón: Orad con la palabra, orad con la mente, orad con el corazón. Y pensad hijitos míos, que vosotros, mi Ejército Blanco, sois mis pequeños, pero Yo, Vuestra Madre Celestial, voy a la cabeza de todos.
Ahora hijitos míos, mi Amado Hijo Jesús está a mi lado. Escuchadle, obedecedle. Sí, hijitos míos, haced lo que os pide.
Jesús:
Hermanos, no temáis, soy Jesús, Jesús de Nazaret, el Llagado, el Crucificado, el Hijo del Padre. Como veis hermanos, aquí en esta montaña santa, soy fiel a vuestras citas, que son nuestras citas. Desciendo del cielo de mano de mi Madre Santa, vuestra Madre, María Inmaculada.
 Y en este día, antes de bendecir vuestros cirios, entended esta parábola: Os pido en este día: Salid a los caminos, recoged a la gente y llevadla a mi casa. Sí hermanos, a mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia.
Ahora hermanos, bendigo vuestros cirios con una bendición especial: Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo.
Grandes gracias, hermanos, una gran bendición ha sido derramada para estos cirios que lucirán en vuestros hogares. Escuchad y entended: Que no se apague nunca la luz que en este día os ofrezco.
Ahora, doy paso a mi Madre Santa. Amadla, escuchadle, obedecedla.

Luz Epifanía:
Señor, cuanto dolor… Madre, Tú con tus lágrimas, tus ojos llenos de lágrimas, tu amado Hijo, Jesús, llagado. Mi corazón sufre tanto. Me ahogo Señor, me ahogan tus llagas.

La Stma Virgen:
Hijitos míos, si pudierais entender el dolor y el sufrimiento de este pobre alma. Fue elegida por Dios, vuestro Creador, para Yo, Vuestra Madre Celestial y mi Amado Hijo Jesús, a través de Ella, comunicarme con todos vosotros.
Y sin más por hoy, hijitos míos, en presencia de mi Amado Hijo Jesús os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? ¿Amáis mi Santa Iglesia? ¿Amáis a vuestro pastor? ¡Orad por él! Y vosotros ¿os amáis hijitos míos?
Quiero ver crecer el amor en vuestros corazones. Quiero ver, hijitos míos, vuestros corazones manando amor.
Y sin más Yo os bendigo, hijitos míos, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, en esta montaña santa, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.

Adiós hijitos míos.