PRIMER VIERNES: 06 – OCTUBRE – 2017
Duodécima estación, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen
dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la
Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos,en este día os doy las gracias a todos
los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la
cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el
suelo en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo
perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va
dirigido a esta nación, vuestra nación. Sí, hijitos míos, en este día os digo
con profundo dolor, entre profundas lágrimas lo que mis ojos ven: Veo a mi
Adversario Satanás con su Ejército maldito, prendiendo fuego en el corazón de
los hombres. ¡Ay hijitos míos que dolor! Con profundo dolor os digo: Quiere
llevar mi adversario, a esta nación, vuestra nación, a la perdición. Sí,
hijitos míos, tiene armas poderosas, destructivas, quiere formar una guerra
infernal. Pero yo os digo, hijitos míos, escuchadme todos y haced lo que os
pido. Me dirijo en este día a todos los habitantes de esta nación, llamada
España: ¡Arrodillaos! ¡Arrodillaos! ¡Arrodillaos hijitos míos!
Sabed hijitos míos, os pido las veinticuatro horas
del día, orar como os tengo mandado. Orad con la palabra, orad con la mente,
orad con el corazón. No estáis solos, hijitos míos, haced lo que os pido
Hijitos míos, que dolor tan profundo hay en mi
corazón, escuchadme hijitos míos, a vosotros me dirijo, sacerdotes de mi Amado
Hijo, Jesús, no cojáis esos caminos, apartaos, uníos todos, para vosotros
hijitos míos solo hay un camino. Os pido con los ojos llenos de lágrimas, dolor
en mi corazón: Sed fieles a vuestro ministerio, apartaos de esos caminos que
llevan a la perdición. Claro está para vosotros, el camino divino, el camino a
seguir.
Hijitos míos, a vosotros me dirijo, a todos los que
en este día habéis subido a esta montaña santa. Subid al calvario, ofreciendo
este santo viacrucis de dolor pidiendo
en cada una de sus estaciones, pedid la paz, hijitos míos, orad unidos,
pedid la paz, orad unidos, pedid la paz.
Con mis ojos llenos de lágrimas, una espada traspasa
mi corazón, en este día os pido: Sed fieles a Cristo, sed fieles a Cristo, sed
fieles a su Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la luz de la Verdad.
Y sin más por hoy, hijitos míos, con profundo dolor,
en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, os pregunto una vez más:¿Renunciáis a
Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios
Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina
Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de
Cristo? Orad por ella ¿Amáis a vuestro pastor? Orad por él. Y vosotros ¿os
amáis hijitos míos?
Uníos todos, tomaos de la mano, aceptaos los unos a
los otros, amaos en profundidad como os ama mi Corazón Inmaculado. Sí, hijitos
míos, así os quiero ver.
Ahora, mis manos están en vuestras manos. En este
estado de gracia, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, en la cima de esta
montaña santa y en este santo Viacrucis, Yo os bendigo a todos, como el Padre
os bendice, por medio del Hijo y con su
Espíritu.
Adiós hijitos míos.
PRIMER SÁBADO:
07 – OCTUBRE – 2017
Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en
éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos, no
temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine
siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos,
en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración
habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra divina
presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a
la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los
pecadores del mundo.
Hijitos míos,
el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los habitantes de este
planeta. Sí, hijitos míos, con profundo dolor os digo en este día lo que mis
ojos ven: Veo hijitos míos, veo lenguas de fuego, viento huracanado, brotando
de las entrañas de la tierra, y todo esto, hijitos míos, todo este dolor es
producido por mi adversario, mi adversario Satanás, que induce a los hombres a
alejarse de Dios, su Creador. ¡Que dolor hijitos míos! Por eso os pido una vez
más, quiero ser entendida y obedecida: Oréis con la palabra, oréis con la
mente, oréis con el corazón.
Hijitos míos,
a vosotros me dirijo, me dirijo una vez más, sacerdotes de mi amado Hijo Jesús,
haced lo que os pido, subid a esta montaña santa, subid con fe, subid con
confianza, arrodillaos, abrid vuestro corazón a Cristo y Él os llenará y
os protegerá. Sí, hijitos míos, un día
más os vuelvo a llamar, sí, escuchad mi voz, escuchad mi llanto en vuestros
corazones.
También,
hijitos míos, a todos me dirijo, haced lo que os pido, orad con fe y confianza
Y sin más por
hoy, hijitos míos, en presencia de mi amado Hijo, Jesús, os pregunto una vez
más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus
obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo?
La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia,
la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella ¿Amáis a vuestro pastor? Orad por él.
Y vosotros ¿os amáis hijitos míos?
Ahora, uníos
todos, aceptaos los unos a los otros, tomaos de la mano. Ahora, mis manos
entrelazadas están en vuestras manos. Sí, hijitos míos, en este estado de
gracia, en la cima de esta montaña santa, en presencia de mi Amado Hijo Jesús,
a todos os bendigo como el Padre os
bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos
míos.
13 – OCTUBRE – 2017
Cuarto misterio de dolor, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma
Virgen dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la
Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos,en este día os doy las gracias a todos
los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la
cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el
suelo en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo
perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va
dirigido a todo mi Ejército Blanco. Sí, hijitos míos, escuchad y entended y
haced lo que os pido. Hace un largo, largo tiempo, os he venido preparando para
una gran misión, sí, hijitos míos, vuestra misión tendrá comienzo al final de
la prueba, sí, hijitos míos, de la gran prueba. En este día hago un llamado,
desde la cima de esta montaña santa, a todos los miembros de mi Ejército
Blanco, como ya os vengo anunciando, la gran prueba será dura, larga y
dolorosa, por eso os pido hijitos míos: Escuchad mi voz, necesitáis las gracias
divinas para seguir adelante, gracias divinas que Yo, vuestra Madre celestial,
derramaré sobre vosotros, aquí en la cima de esta montaña santa. ¿Lo habéis entendido
hijitos míos?
Ahora doy paso a mi Amado Hijo Jesús, está a mi
lado, sus pies, se han posado en este día junto a los míos, en la cima de esta
montaña santa, escuchadle, amadle, adoradle, haced lo que os pide.
Jesús:
Hermanos, no temáis soy Jesús, Vuestro Jesús, Jesús
de Nazaret, el Llagado, el Crucificado, el Hijo del Padre. Como veis hermanos,
no falto a nuestras citas. ¿Y vosotros? En este día os pido, con profundo
dolor: No faltéis a estas citas, nuestras citas, todos los días citados, aquí
en la cima de esta Montaña Santa.
Ahora hermanos, bendigo vuestros cirios: Gloria
Patri et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo. Gloria
Patri et Filio et Spiritu Santo.
Hermanos, vuestros cirios, en este día, son
bendecidos con una gracia especial. Procurad hermanos, la luz que os ofrezco a
través de estos cirios, no falte en vuestros hogares. Sí, hermanos, a través de
ellos, mi luz y mi imagen estarán en vuestros hogares, no os faltará la luz,
haced lo que os pido.
Ahora hermanos doy paso a mi Madre Santa, amadla,
seguidla, haced lo que os pide.
La Stma Virgen:
Hijitos míos y sin más por hoy, en presencia de mi
Amado Hijo Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a
sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo?
¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa
Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella
¿Amáis a vuestro pastor? Orad por él. Y vosotros ¿os amáis hijitos míos?
En este día os pido: Amaos todos los unos a los
otros como os ama mi Corazón Inmaculado. Ahora, uníos todos, tomas de la mano,
aceptaos los unos a los otros. Ahora mis manos, hijitos míos entrelazadas están
en vuestras manos.
En este momento de gracia, en la cima de esta
montaña santa, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, Yo os bendigo como el Padre
os bendice, por medio del Hijo y con su
Espíritu.