domingo, 26 de noviembre de 2017

Mensajes Virgen noviembre 2017


PRIMER VIERNES: 03 -  NOVIEMBRE – 2017

Décima estación, Luz Epifanía entra en éxtasis la Stma Virgen dice:

Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre en vuestros corazones.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los seguidores y servidores de Cristo. Sí, hijitos míos, con profundo dolor os digo en este día lo que mis ojos ven: Veo hijitos míos, a decenas de millares y millares de espíritus del mal inundando todo el planeta tierra. Sí, hijitos míos, apoderándose de decenas de millares y millares de almas víctimas, en especial, hijitos míos quiere acabar incendiando la Iglesia Santa de Cristo, mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia. Este espíritu del mal, su misión está comenzando, enfrentando sacerdotes contra sacerdotes, obispos contra obispos, cardenales contra cardenales. Provocando hijitos míos un dolor profundo y general. Por eso en este día, desde esta montaña santa, hago un llamado, vuelvo a hacer un llamado a sacerdotes, obispos y cardenales. Subid hijitos míos a esta montaña santa y aquí recibiréis la fuerza y el valor, la luz y el entendimiento para seguir adelante.
Y ahora os pido en este santo Viacrucis, subáis al Calvario con fe y confianza, meditando en cada una de sus estaciones por todas mis almas consagradas. Orad por mis curas, orad por mis obispos, orad por mis cardenales. Sí hijitos míos, orad por ellos como ya os tengo predicho, en esta subida al Calvario no estáis solos, mi Amado Hijo Jesús y Yo, Vuestra Madre Celestial, oramos con vosotros y por vosotros, enriqueciendo este Santo Viacrucis.
Y sin más por hoy, hijitos míos, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella ¿Amáis a vuestro pastor? Orad por él. Y vosotros ¿os amáis hijitos míos?
Unidos todos, tomaos de la mano, aceptaos los unos a los otros, amándoos unos a otros como os ama mi Corazón Inmaculado
Ahora, mis manos hijitos míos entrelazadas están en vuestras manos. Y en este estado de gracia y en presencia de mí amado Hijo Jesús y en la cima de esta montaña santa, Yo os bendigo como el Padre os  bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos.



PRIMER SÁBADO: 04 – NOVIEMBRE – 2017

Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:

Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.

Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los habitantes de este planeta. Sí, hijitos míos, con profundo dolor os digo en este día lo que mis ojos ven. Veo subir al Calvario a mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo, con la cruz más grande y pesada de todos los tiempos. ¡Que dolor hijitos míos! ¡Qué profundo dolor hay en mi Corazón Inmaculado! En este día os digo, os hago memorizar, que todo lo predicho por mí, vuestra Santa Madre, María Inmaculada, en Fátima, se aproxima, se cumplirá, pero también os digo, hijitos míos, que no está todo predicho.

Amad a Cristo, seguid a Cristo y a su Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo.

Hijitos míos, en este día os pido a todos, orad en este día los quince misterios del rosario, pidiendo hijitos míos, pidiendo la paz, pidiendo la paz, pidiendo la paz.
Y sin más por hoy, hijitos míos, en presencia de mi Amado Hijo Jesús y en la cima de esta montaña santa, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella ¿Amáis a vuestro pastor? Orad por él. Y vosotros ¿os amáis hijitos míos?
Amaos todos, amaos los unos a los otros como os ama mi Corazón Inmaculado.

Ahora uníos todos, tomaos de la mano, aceptaos los unos a los otros. Ahora mis manos, hijitos míos, entrelazadas están en vuestras manos. Y en este estado de gracia, en la cima de esta montaña santa y en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, Yo os bendigo como el Padre os  bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos.




13 – NOVIEMBRE – 2017

Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma. Virgen dice:
Hijitos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que, con fe y espíritu de oración, habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra Divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a la Santísima y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a mis almas consagradas: religiosas, sacerdotes, obispos y cardenales.
Sí, hijitos míos, con profundo dolor os digo en este día lo que mis ojos ven. Veo al Dragón Rojo llevándose por delante a decenas y decenas de millares de almas inocentes a la perdición. Por eso, hijitos míos, en este día os pido, quiero ser entendida y obedecida por todos vosotros, a todos os pido: forméis en vuestras parroquias una fuerte cadena de oración. Sí, hijitos míos, en esta fuerte cadena que os pido no estaréis solos, Yo, vuestra Madre Celestial, oraré con vosotros y por vosotros.
Haced lo que os pido, hijitos míos. Haced lo que os pido. Haced lo que os pido.
Hijitos míos, ¡si pudierais entender el dolor de este pobre alma víctima, el dolor de su corazón, y el amor que os tiene a todos! Ora por todos día a día, la oración es su vida. Sí, hijitos míos.
Ahora, hijitos míos, mi amado Hijo Jesús está a mi lado. Escuchadle, amadle, adoradle, haced lo que os pida.

Jesús:
Hermanos, no temáis, soy Jesús, vuestro Jesús, Jesús de Nazaret, el llagado, el crucificado, el Hijo del Padre. Como veis, hermanos, no falto a nuestras citas, desciendo del cielo de mano de mi Madre Santa, vuestra Madre, María Inmaculada. Descendemos del cielo a esta montaña santa a traeros la salvación.
Ahora, hermanos, voy a bendecir vuestros cirios: “Gloria Patri, et Filio, et SpirituiSancto. Gloria Patri, et Filio, et SpirituiSancto. Gloria Patri, et Filio, et SpirituiSancto”.
Vuestros cirios, hermanos, han sido bendecidos con una luz especial. Procurad, hermanos, la luz que os ofrezco no falte en vuestros hogares. A través de estos cirios, como ya os tengo predicho, mi luz y mi imagen estará en vuestros hogares.
Ahora, hermanos, doy paso a mi Madre Santa. Amadla, seguidla, haced todo lo que os pide.

La Stma. Virgen:
Hijitos míos, sin más por hoy os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás, renunciáis a sus secuaces, renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre, amáis a Dios Hijo, amáis a Dios Espíritu Santo, la Santísima y Divina Trinidad? ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Ayudadla, orad por ella. ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros, ¿os amáis, hijitos míos?
Uníos todos, tomaos de la mano, aceptaos con amor los unos a los otros. Sí, amaos, hijitos míos, como os ama mi Corazón Inmaculado.
Ahora, en este estado de gracia y en la cima de esta montaña santa, en este día mis manos entrelazadas están a vuestras manos.
Y ahora, hijitos míos, en este estado de gracia divina y en presencia de mi amado Hijo Jesús y en la cima de esta montaña santa, yo os bendigo a todos como el Padre os bendice, Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo, la Santísima y Divina Trinidad.
Ahora, hijitos míos, guardad esta divina bendición en lo más profundo de vuestros corazones.
Ahora, hijitos míos, adiós, adiós, hijitos míos. Sí, hasta pronto.