PRIMER VIERNES; 05 – ABRIL – 2019
Novena estación, Luz Epifanía
entra en éxtasis la Stma dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima
Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con
fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi
deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto
de humildad, saludando a la Stma. y Divina Trinidad, pidiendo perdón por
vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a
sacerdotes de mi Amado Hijo, Jesús, obispos cardenales. Hijitos míos, escuchad
y entended y obedeced, con fe y amor lo que en este día os vengo a pedir. En
este día, hijitos míos, en la cima de esta montaña santa, con profundo dolor os
digo lo que mis ojos ven: Veo hijitos míos, veo a mi adversario Satanás,
tejiendo sigilosamente una red negra, negra y tupida para todos vosotros. Sí,
hijitos míos, quiere acabar con vuestra entrega a Cristo y a su santa Iglesia.
Tened cuidado, hijitos míos, todos estáis en peligro. Por eso os pido una vez
más: Subid a esta montaña santa día a día, hijitos míos y os iré preparando.
Todos los preparados por mí, por vuestra Madre celestial, seréis protegidos.
Sí, hijitos míos, ahora a todos os pido lo que en este día
habéis subido a esta montaña santa, subáis al Calvario ofreciendo este santo
viacrucis por todos los sacerdotes, obispos y cardenales de mi Amado Hijo,
Jesús. Como ya os tengo predicho, no estáis solos, mi Amado Hijo Jesús y Yo,
Vuestra Madre Celestial, oran con vosotros y por vosotros. Haced lo que os
pido, hijitos míos, haced lo que os pido, escuchad mi llanto y mi dolor.
Y sin más por hoy y en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, os
pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces?
¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios
Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia,
Vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella. ¿Amáis a
vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros ¿os amáis, hijitos míos?
Ésta es vuestra fe, ésta es la verdad.
Ahora, uníos todos, hijitos míos, tomaos de la mano y aceptaos
los unos a los otros. Amaos los unos a los otros como os ama mi Corazón
Inmaculado
Ahora, hijitos míos, mis manos entrelazadas están en vuestras
manos. Y en este momento de gracia, en presencia de mi Amado Hijo, Jesús y en
la cima de esta montaña santa, en este día os bendigo como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su
Espíritu.
Adiós, hijitos míos.
PRIMER SÁBADO: 06 – ABRIL – 2019
Cuarto misterio de gozo, Luz
Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción.
Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe
y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo
y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de
humildad, saludando a la Stma. y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros
pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy va dirigido a todo mi Ejercito
Blanco, presente y ausente. Hijitos míos, como ya os tengo predicho, el tiempo
que estáis viviendo e de dolor, pero aún, hijitos míos, el que se aproxima es
más grande y doloroso. Sí hijitos míos, pero no tengáis miedo porque no os dejaré
solos. Yo, Vuestra Madre Celestial, estaré a vuestro lado. Día a día, hijitos
míos, os protegeré porque os amo tanto. Sí, hijitos míos y día a día estaré a
vuestro lado y os ayudaré a llevar la cruz de los dolores. Sed fuertes, haced
lo que os pido, quero ver convertidos, una vez más os lo vuelvo a pedir, los
hogares de cada uno de vosotros, los quiero ver convertidos en iglesias
domésticas.
Y sin más por hoy, hijitos míos, en la cima de esta montaña santa y
en la presencia de mi amado Hijo, Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a
Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios
Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina
Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, Vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de
Cristo? Orad por ella. ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros ¿os
amáis, hijitos míos?
Ésta es vuestra fe.
Ahora, hijitos míos, uníos todos, tomaos de la mano, aceptándoos
los unos a los otros y amándoos todos unos a otros como os ama mi Corazón
Inmaculado.
Ahora hijitos míos, mis manos entrelazadas están en vuestras manos.
Y en este momento de gracia, en la cima de esta montaña santa, tomaos de la
mano, os abro mi manto y os acojo a todos, caminaré con vosotros y vosotros al
lado de mi Corazón Inmaculado.
Y en este estado de gracia, en presencia de mi Amado Hijo, Jesús y
os bendigo a todos como el Padre os
bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós, hijitos míos.
Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en
éxtasis y la Stma. Virgen dice:
Hijos
míos no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios
reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a
todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa,
en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando
el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma. Y Divina Trinidad, pidiendo
perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos
míos, el mensaje de hoy, va dirigido a todos los seguidores y servidores de
Cristo y a todo mi Ejército Blanco. En este día os pido a todos, escuchad y
entended lo que en este día os vengo a pedir, hijitos míos, en este día os hago
saber, la Stma. Y Divina Trinidad me ha encomendado una gran misión con todos
vosotros, si hijitos míos, en este día os pido, caminéis todos conmigo, seáis
fuertes, no tengáis miedo, Yo, vuestra Madre celestial, os daré luz y os
acompañaré, andaré el camino en esta gran misión, caminemos unidos, orando
todos acabar, acabar con mi adversario Satanás, no tengáis miedo todos lo que
lo hagáis, lo que en este día os pido, sabed, hijitos míos, que no estáis
solos, acabad todos, caminad todos, acabad con mi adversario, si, hijitos míos,
los que seáis fuertes y hagáis lo que os pido. Os hago saber, que defendéis
conmigo, el triunfo de mi Corazón Inmaculado, si, hijitos míos.
Ahora,
hijitos míos, mi amado Hijo Jesús, está a mi lado, amadle, adoradle, haced lo
que os pido.
Jesús:
Hermanos,
no temáis, soy Jesús, Jesús de Nazaret, el llagado, el crucificado, el Hijo del
Padre, como veis hermanos, no falto a nuestras citas, aquí en la cima de esta
montaña santa, desciendo del Cielo, de mano de mi Madre Santa, vuestra Madre,
María Inmaculada, a traeros la salvación, llenaos de gracia para seguir
adelante. Ahora, hermanos, bendigo vuestros cirios: “Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Gloria Patri, et Filio, et
Spiritui Sancto. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto”.
Hermanos,
vuestros cirios han sido bendecidos con una gracia divina, una luz especial que
alumbraran vuestros hogares, os llenaran de gracia y os librarán del mal. Ahora
hermanos, doy paso a mi Madre Santa, vuestra Madre, María Inmaculada, amarla,
seguirla, caminad con ella y haced lo que os pide.
La Stma. Virgen:
Hijitos
míos, ¿Lo habéis entendido? Y sin más por hoy, en presencia de mi Amado Hijo,
Jesús y en la cima de esta montaña santa, a todos os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a
sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu
Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa
Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella. ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad
por él.
Ahora,
uníos todos, tomaros de la mano, aceptándoos los unos a los otros y amaos todos
como os ama mi Corazón Inmaculado. Y ahora, en este estado de gracia, en la
cima de esta montaña santa, mis manos entrelazadas están en vuestras manos.
Y ahora,
hijitos míos, os abro mi manto y os acojo a todos los que en este día habéis
subido a esta montaña santa, si hijitos míos. Y en este estado de gracia,
acogidos por mi manto, os bendigo en este día, como el Padre os bendice, por
medio de Hijo y con su Espíritu.
Adiós,
hijitos míos.