domingo, 21 de abril de 2019

Mensajes Virgen Abril 2019


PRIMER VIERNES; 05 – ABRIL – 2019

Novena estación, Luz Epifanía entra en éxtasis la Stma dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma. y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a sacerdotes de mi Amado Hijo, Jesús, obispos cardenales. Hijitos míos, escuchad y entended y obedeced, con fe y amor lo que en este día os vengo a pedir. En este día, hijitos míos, en la cima de esta montaña santa, con profundo dolor os digo lo que mis ojos ven: Veo hijitos míos, veo a mi adversario Satanás, tejiendo sigilosamente una red negra, negra y tupida para todos vosotros. Sí, hijitos míos, quiere acabar con vuestra entrega a Cristo y a su santa Iglesia. Tened cuidado, hijitos míos, todos estáis en peligro. Por eso os pido una vez más: Subid a esta montaña santa día a día, hijitos míos y os iré preparando. Todos los preparados por mí, por vuestra Madre celestial, seréis protegidos.
Sí, hijitos míos, ahora a todos os pido lo que en este día habéis subido a esta montaña santa, subáis al Calvario ofreciendo este santo viacrucis por todos los sacerdotes, obispos y cardenales de mi Amado Hijo, Jesús. Como ya os tengo predicho, no estáis solos, mi Amado Hijo Jesús y Yo, Vuestra Madre Celestial, oran con vosotros y por vosotros. Haced lo que os pido, hijitos míos, haced lo que os pido, escuchad mi llanto y mi dolor.
Y sin más por hoy y en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, Vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella. ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros ¿os amáis, hijitos míos?
Ésta es vuestra fe, ésta es la verdad.
Ahora, uníos todos, hijitos míos, tomaos de la mano y aceptaos los unos a los otros. Amaos los unos a los otros como os ama mi Corazón Inmaculado
Ahora, hijitos míos, mis manos entrelazadas están en vuestras manos. Y en este momento de gracia, en presencia de mi Amado Hijo, Jesús y en la cima de esta montaña santa, en este día os bendigo como el  Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós, hijitos míos.




PRIMER SÁBADO: 06 – ABRIL – 2019

Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:

Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma. y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.

Hijitos míos, el mensaje de hoy va dirigido a todo mi Ejercito Blanco, presente y ausente. Hijitos míos, como ya os tengo predicho, el tiempo que estáis viviendo e de dolor, pero aún, hijitos míos, el que se aproxima es más grande y doloroso. Sí hijitos míos, pero no tengáis miedo porque no os dejaré solos. Yo, Vuestra Madre Celestial, estaré a vuestro lado. Día a día, hijitos míos, os protegeré porque os amo tanto. Sí, hijitos míos y día a día estaré a vuestro lado y os ayudaré a llevar la cruz de los dolores. Sed fuertes, haced lo que os pido, quero ver convertidos, una vez más os lo vuelvo a pedir, los hogares de cada uno de vosotros, los quiero ver convertidos en iglesias domésticas.
Y sin más por hoy, hijitos míos, en la cima de esta montaña santa y en la presencia de mi amado Hijo, Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, Vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella. ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros ¿os amáis, hijitos míos?
Ésta es vuestra fe.

Ahora, hijitos míos, uníos todos, tomaos de la mano, aceptándoos los unos a los otros y amándoos todos unos a otros como os ama mi Corazón Inmaculado.
Ahora hijitos míos, mis manos entrelazadas están en vuestras manos. Y en este momento de gracia, en la cima de esta montaña santa, tomaos de la mano, os abro mi manto y os acojo a todos, caminaré con vosotros y vosotros al lado de mi Corazón Inmaculado.
Y en este estado de gracia, en presencia de mi Amado Hijo, Jesús y os bendigo a todos como el  Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós, hijitos míos.




13 – ABRIL – 2019

Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma. Virgen dice:
Hijos míos no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma. Y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy, va dirigido a todos los seguidores y servidores de Cristo y a todo mi Ejército Blanco. En este día os pido a todos, escuchad y entended lo que en este día os vengo a pedir, hijitos míos, en este día os hago saber, la Stma. Y Divina Trinidad me ha encomendado una gran misión con todos vosotros, si hijitos míos, en este día os pido, caminéis todos conmigo, seáis fuertes, no tengáis miedo, Yo, vuestra Madre celestial, os daré luz y os acompañaré, andaré el camino en esta gran misión, caminemos unidos, orando todos acabar, acabar con mi adversario Satanás, no tengáis miedo todos lo que lo hagáis, lo que en este día os pido, sabed, hijitos míos, que no estáis solos, acabad todos, caminad todos, acabad con mi adversario, si, hijitos míos, los que seáis fuertes y hagáis lo que os pido. Os hago saber, que defendéis conmigo, el triunfo de mi Corazón Inmaculado, si, hijitos míos.
Ahora, hijitos míos, mi amado Hijo Jesús, está a mi lado, amadle, adoradle, haced lo que os pido.
Jesús:
Hermanos, no temáis, soy Jesús, Jesús de Nazaret, el llagado, el crucificado, el Hijo del Padre, como veis hermanos, no falto a nuestras citas, aquí en la cima de esta montaña santa, desciendo del Cielo, de mano de mi Madre Santa, vuestra Madre, María Inmaculada, a traeros la salvación, llenaos de gracia para seguir adelante. Ahora, hermanos, bendigo vuestros cirios: “Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto”.
Hermanos, vuestros cirios han sido bendecidos con una gracia divina, una luz especial que alumbraran vuestros hogares, os llenaran de gracia y os librarán del mal. Ahora hermanos, doy paso a mi Madre Santa, vuestra Madre, María Inmaculada, amarla, seguirla, caminad con ella y haced lo que os pide.

La Stma. Virgen:
Hijitos míos, ¿Lo habéis entendido? Y sin más por hoy, en presencia de mi Amado Hijo, Jesús y en la cima de esta montaña santa, a todos os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella. ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él.
Ahora, uníos todos, tomaros de la mano, aceptándoos los unos a los otros y amaos todos como os ama mi Corazón Inmaculado. Y ahora, en este estado de gracia, en la cima de esta montaña santa, mis manos entrelazadas están en vuestras manos.
Y ahora, hijitos míos, os abro mi manto y os acojo a todos los que en este día habéis subido a esta montaña santa, si hijitos míos. Y en este estado de gracia, acogidos por mi manto, os bendigo en este día, como el Padre os bendice, por medio de Hijo y con su Espíritu.
Adiós, hijitos míos.