PRIMER VIERNES: 05 – JUNIO – 2015
Duodécima
estación, Luz Epifanía entra en éxtasis y dice a la Stma Virgen:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la
Purísima Concepción, que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu
de oración habéis subido a esta montaña Santa, en la cual es mi deseo y en
nuestra Divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de
humildad, saludando a la Santísima y Divina Trinidad, pidiendo perdón por
vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va
dirigido a mis almas consagradas, religiosas, sacerdotes, obispos y cardenales.
Escuchad y entended lo que en este día os vengo a decir: Hijitos míos, a
vosotros me dirijo, a aquellos que no cumplen con su ministerio. ¿Sabéis lo que
hacéis? Claváis espinas en mi corazón. Sí, hijitos míos, mi corazón está lleno
de espinas, unas bien clavadas, otras arrancadas, pero sí, hijitos míos, con
profundo dolor os digo: En mi Corazón Inmaculado quedan grandes heridas,
heridas muy profundas. Tened cuidado y no permitáis que se agote el manantial
de mis lágrimas. Sí, hijitos míos, amad a Cristo, sed fieles a Cristo, a
vuestro ministerio y proteger si es preciso, hijitos míos, con vuestra propia
vida, su Santa Iglesia, mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, sí, hijitos
míos.
Ahora hijitos, mi amado Hijo, Jesús, está a mi lado,
escuchadle, amadle, entended su palabra, su Palabra Divina.
Jesús:
Hermanos, no temáis, soy Jesús, Vuestro Jesús, Jesús
de Nazaret, el Llagado, el Crucificado, el Hijo del Padre. Como veis hermanos,
soy fiel a nuestras citas, ¿y vosotros? ¿Hacéis lo que os pido? Desciendo del
cielo a esta montaña santa, de mano de mi Madre Santa, vuestra Madre, María
Inmaculada, descendemos del cielo cada día a traeros la salvación.
Ahora, hermanos, en presencia de mi Madre Santa,
vuestra Madre, María Inmaculada, voy a bendecir vuestros cirios. Escuchad y
entended: Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri et Filio et
Spiritu Santo. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo.
Hermanos, en vuestros cirios, que son mis cirios,
derramo grandes bendiciones para vuestros hogares. Donde luzca uno de estos
cirios, como yo os tengo predicho, mi Corazón y mi Imagen estará presente en
vuestros hogares y serán protegidos de las fuerzas malignas.
Ahora hermanos, doy paso a mi Madre Santa, amadla,
seguidla, haced lo que os pide porque juntos descendemos del cielo a esta
montaña santa a traeros la salvación, a abriros la puerta para entrar en el
reino de los cielos.
La
Stma Virgen:
Hijitos míos, ahora os pido, a todos los que habéis
subido en este día a esta montaña santa, subáis al Calvario, ofreciendo este
santo viacrucis de rodillas en cada estación, orando con fe, con sentimiento y
dolor, por mis almas consagradas, sí, hijitos míos
Y sin más por hoy, en presencia de mi Amado Hijo,
Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus
secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo?
¿Amáis a Dios Espíritu Santo? ¿Amáis mi Santa Iglesia? ¿Amáis a vuestro Pastor?
Hijitos míos, orad por él. Y vosotros ¿Os amáis hijitos míos?
Ésta es vuestra fe, ésta es la verdad, que nada ni
nadie os haga vacilar.
Sí, hijitos míos, en presencia de mi Amado Hijo,
Jesús, en este día os bendigo a todos los que habéis subido a esta montaña
santa, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adios hijitos míos
PRIMER SÁBADO: 06 – JUNIO – 2015
Cuarto
misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la
Purísima Concepción, que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu
de oración habéis subido a esta montaña Santa, en la cual es mi deseo y en
nuestra Divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de
humildad, saludando a la Santísima y Divina Trinidad, pidiendo perdón por
vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va
dirigido a todos aquellos alejados de Dios. ¡Ay hijitos míos deteneos!
¡Deteneos! ¡Retroceded a vuestro Dios! Por el camino que habéis elegido no
tenéis vida. Escuchad y entended: Yo, Vuestra Madre Celestial, en este día, en
esta montaña santa, hago un fuerte llamado, una fuerte llamada, hijitos míos:
En este mi tiempo, tiempo mío que está llegando, no cometáis errores, sed
fieles a Cristo, a su Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, mi Santa iglesia.
Vuestra Madre celestial, desciende del cielo a este lugar del planeta, a esta
montaña santa a traeros la salvación. Escuchad mi voz, no cometáis errores,
mirad que estáis siendo avisados. Sí, hijitos míos, yo os amo, Cristo os ama y
os espera.
Hijitos míos si pudierais entender este santo
misterio, que Dios padre, Vuestro Creador ha puesto en vuestros corazones.
Quiero ser entendida y obedecida por todos… sí, hijitos míos, mi Corazón
Inmaculado os ama tanto.
Ahora hijitos míos, en esta montaña santa, sin más
por hoy os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus
secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo?
¿Amáis a Dios Espíritu Santo, la Santísima y Divina Trinidad? ¿Amáis mi Santa
Iglesia? ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros ¿Os amáis hijitos
míos?
Una vez más os pido, a todos aquellos que escucháis
mi voz: Abrid vuestro corazón a Cristo y amaos unos a otros, ayudaos
mutuamente, no tengáis miedo, los corazones de Jesús y de María os guían y
protegen.
Ahora, antes de bendeciros, inclinaos todos y decid
con la mente, con el corazón, con la palabra: Santísima y Divina Trinidad, yo
te adoro, Dios mío, Dios mío, Dios mío, yo te amo en el Santísimo Sacramento
del Altar
Permaneced en ese estado recibid esta bendición de
gracias: Yo os bendigo, hijitos míos, en presencia de mi amado Hijo, Jesús,
como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos.
13 – JUNIO – 2015
Cuarto
misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la
Purísima Concepción, que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu
de oración habéis subido a esta montaña Santa, en la cual es mi deseo y en
nuestra Divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de
humildad, saludando a la Santísima y Divina Trinidad, pidiendo perdón por
vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va
dirigido a todos los habitantes de este planeta. Sí, hijitos míos, en este día
os digo, con profundo dolor lo que mis ojos ven: Veo una plaga maligna, una
plaga de dolor, una plaga mortífera extendiéndose a prisa por todo el planeta
tierra. Sí, hijitos míos, esta plaga infernal, os hará derramar tantas
lágrimas, tanto llanto, tanto dolor, que jamás podréis imaginar. Por eso,
hijitos míos, en este día os pido, sepáis entender y obedecer a vuestra Madre
Celestial. Haced lo que os pido.
Hace un tiempo os predije: Quiero veros a todos, en
una mano el rosario, en la otra el crucifijo. En una palabra hijitos míos: Una
vez más os pido: Quiero ver vuestros hogares, convertidos en iglesias
domésticas. A todos aquellos, hijitos míos, que sepáis obedecer, el maligno,
hijitos míos, esta plaga infernal, pasará por la puerta, pero dentro no
entrará. Sí, hijitos míos, en este día, todos los que habéis subido a esta
montaña santa, vais a recibir una gracia especial, que yo, María Inmaculada, en
este día, hago descender del cielo. Escuchad y entended, abridme vuestros
corazones, sí, hijitos míos, quiero derramar en este día, quiero poner en
vuestros corazones y en vuestras entrañas, el Corazón de la Santísima y Divina
Trinidad. Acogedlo. Ya os iré diciendo, ya os iré avisando, ya os iré
protegiendo. Sí, hijitos míos.
Hijitos míos, arrodillaos todos y recibid esta
gracia, como ya os he predicho, el Corazón de la Santísima y Divina Trinidad
queda incrustado en este día en vuestros corazones y en vuestras entrañas.
Conservad esta gracia siendo siempre fieles a todos mis avisos, mis avisos son
de vida, de vida eterna.
Todos, hijitos míos, habéis recibido esta gracia.
Vais a entrar en el camino verdadero, pero antes respondedme con el corazón,
con el corazón ocupado y vuestras entrañas también: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis
a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios
Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo, la Santísima y Divina Trinidad? ¿Amáis mi
Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia? ¿Amáis a vuestro pastor? Orad por él. Y vosotros ¿os amáis hijitos
míos?
No
perdáis esta gracia que en este día vais a recibir mientras Yo os bendigo en
presencia de mi Amado Hijo Jesús, la incrusto en vuestras almas y vuestras
entrañas y os bendigo en este día, con esta gracia divina, como el Padre os
bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós
hijitos míos.