PRIMER VIERNES: 03 – ABRIL – 2020
Décima estación, Luz Epifanía entra en
éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos
míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios
reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos
míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los que habéis
convertido vuestros hogares en iglesias domésticas. ¿Entendéis ahora hijitos
míos lo que a lo largo del tiempo os vengo pidiendo?
Ahora
hijitos míos, en este día os pido: Orad dentro de vuestras iglesias, vuestras
iglesias domésticas, como os tengo mandado. Arrodillaos todos, y orad con la
palabra, orad con la mente, orad con el corazón. Sí, hijitos míos, haced lo que
os pido y no tengáis miedo.
Ahora
hijitos míos, mi amado Hijo Jesús, está a mi lado, ha descendido del cielo a
esta montaña santa a daros luz. Amadle, escuchadle con fe, adoradle, haced lo
que os pide.
Jesús:
Hermanos,
no temáis, soy Jesús, Jesús de Nazaret, el Llagado, el Crucificado, el Hijo del
Padre. Como veis hermanos no falto día a día a esta montaña santa a traeros la
salvación.
Ahora
hermanos, bendigo vuestros cirios: “Gloria
Patri, et Filio et Spiritui Sancto. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto.
Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto”.
Hermanos, vuestros cirios han sido
bendecidos, ya están bendecidos, por la gracia Divina, la luz Divina, la
Santísima y Divina Trinidad. Sí, hermanos, estos cirios son luz y vida para
vuestros hogares.
Ahora hermanos, doy paso a mi madre
santa, vuestra Madre, María Inmaculada. Amadla, seguidla, escuchadla, y haced
lo que os pide. Doy paso a mi Madre Santa.
La Stma Virgen:
Hijitos míos, en este día os pido a
todos, dentro de vuestras iglesias domésticas, subáis al Calvario, ofreciendo
este Santo Viacrucis por mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia
Santa de Cristo. Como ya os tengo predicho, no estáis solos, mi Amado Hijo
Jesús, Yo vuestra Madre Celestial, oramos con vosotros y por vosotros. Haced lo
que os pido, cuidad vuestras iglesias domésticas, protegedlas si es preciso con
vuestras vidas. Sí hijitos míos.
Y en este estado de Gracia y en
presencia de mi Amado Hijo Jesús, en este día bendigo vuestras iglesias
domésticas y todos los que estáis dentro de ellas. Yo os bendigo hijitos míos,
en presencia de mi Amado Hijo Jesús, a todos, como el Padre os bendice, por
medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos.
PRIMER SÁBADO: 4 – ABRIL - 2020
Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía
entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos
míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios
reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos
míos, en este día os doy las gracias a todas las familias que habéis convertido
vuestros hogares en iglesias domésticas. Ahora os pido a todos hijitos míos,
inclinaos todos y besad el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma. Y
Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores
del mundo.
Hijitos
míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los familiares de mis
iglesias domésticas, a todos los sacerdotes de mi amado Hijo Jesús y a toda la
humanidad. Hijitos míos, con profundo dolor os digo en este tiempo de la gran
prueba: La humanidad, la humanidad entera está viviendo la prueba, la prueba
del dolor. Un gran dolor, hijitos míos. Pero en este día os hago saber, el
dolor de los dolores, aún está por llegar. Por eso os pido a todos, a toda la
humanidad: Quiero ver crecer, quiero ver crecer y aumentar, aumentar día a día,
convertidos vuestros hogares en iglesias domésticas. Haced lo que os pido,
hijitos míos. No estáis solos, Yo, Vuestra Madre Celestial, María Inmaculada,
desciendo del cielo, entro en vuestras iglesias domésticas, que son vuestros
hogares, y oro con vosotros y por vosotros. A todos, hijitos míos, os acogeré
día a día bajo mi manto santo. Sí, hijitos míos, y día a día, bajo mi manto
santo, seréis bendecidos y protegidos. Así pues, hijitos míos, haced lo que os
pido, haced lo que os pido, haced lo que os pido.
Luz Epifanía:
Señor, mi
Señor, estás llagado, Señor, mi Corazón se me parte al verte así, Señor. Señor
mío, amor mío Rey mío, Tú eres el Rey de mi vida, el Rey de mi alma y de mi
corazón. Señor, te amo tanto, solamente tú lo sabes, por eso me duele tanto
verte así. Déjame preguntarte Señor si yo soy la causa de tu dolor… ¿Qué yo
no?... Te amo con locura, te amo con todo mi ser, con toda mi alma y todo mi
corazón, eres el Rey de mi vida y siempre lo serás…
La Stma Virgen
Hijitos
míos, el amor de esta pobre alma es tan profundo, que jamás podréis imaginar.
Un
día más os hago saber: Día a día hijitos míos, ora con vosotros y por vosotros.
Sí hijitos míos.
Y
sin más por hoy, hijitos míos, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, dentro de
todas mis iglesias domésticas, a todos los presentes, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a
sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu
Santo? La Santísima y Divina Trinidad, ¿Amáis mi Santa Iglesia? Orad por ella.
¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros ¿Os amáis hijitos míos?
Uníos
todos, porque con todos estoy, a todos los tomo de la mano y os acojo a todos.
Un día más, bajo mi manto santo, con vosotros caminaré y día a día seréis
bendecidos y protegidos.
Y en
este estado de gracia, hijitos míos y en presencia de mi amado Hijo Jesús, Yo os
bendigo en este día, una vez más, como el Padre os bendice, por medio del Hijo
y con su Espíritu.
Adiós,
hijitos míos. No olvidéis mis avisos.
13
– ABRIL – 2020
Cuarto
misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y dice a la Stma Virgen:
Hijos
míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios
reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos
míos, en este día os doy las gracias a todos los que, con fe y Espíritu de
oración, en este día me esperáis, en vuestras iglesias domésticas. Sí, hijitos
míos, por eso os doy las gracias y os pido os inclinéis todos besando el suelo,
en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo por
vuestros pecados y los pecados de toda la humanidad.
Hijitos
míos, en este día mis virginales pies se posan en vuestros hogares, desciendo
del cielo hijitos míos a traeros la salvación.
Hijitos
míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todo mi Ejército Blanco, a
mis iglesias domésticas, a todos los sacerdotes de mi Amado Hijo Jesús. Hijitos
míos, en este día mis ojos lloran, mi corazón sangra, mi corazón sangra de
dolor por lo que mis ojos ven: Veo tantas lágrimas, tanta angustia, tanto
dolor, que hijitos míos, una espada de doble filo, traspasa hoy mi corazón.
Hijitos míos, como ya os tengo predicho, estáis viviendo el tiempo de la gran
prueba, prueba dolorosa, entended todos mi angustia y mi dolor. Pero a todos os
pido, hijitos míos: Sed fuertes, sed fieles a Cristo y a su Santa Iglesia, mi
Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo.
En
este día os hago saber: Mi adversario, Satanás, con su ejército maldito, corre
aprisa por todo el planeta tierra, confundiendo a las almas. Quiere llevarlas a
la perdición. Pero a vosotros os digo, hijitos míos, seguidores y servidores de
Cristo: Sed fuertes, no os dejéis engañar por mi adversario, en este tiempo de
la gran prueba. Como ya os vengo anunciando, está sembrando en toda la
humanidad, trampas malignas, así pues, hijitos míos: Estad alerta y orad
unidos. Orad como os tengo mandado. Orad con la palabra, orad con la mente,
orad con el corazón. Sí, hijitos míos, Yo, vuestra Madre Celestial, no os
dejaré solos, oraré por vosotros y con vosotros. Sí, hijitos míos, tened
cuidado y no caigáis en las redes malditas de mi adversario, Satanás.
Luz Epifanía:
Señor, Señor
mío, Dios mío, Amor mío, Rey mío, no puedo verte así, Señor. ¡Cuánto dolor me
causa verte así!... sé que es por amor a todos nosotros, sí, Señor, sí...
Fortalécenos Señor y llénanos de fuerza y de amor, sí, Señor… déjame acercarme
a Ti, Señor, limpiar tu frente, Señor. Déjame subir a Ti, Señor… Dime Señor si
yo soy la causa, si he hecho algo mal, Señor… ¿Qué yo no?... Te amo con locura,
Señor, tú lo sabes… sí, Señor. Un día más me ofrezco a Ti, Señor como tu
pequeña esclava. Mi entrega a Ti es grande, Señor, te entrego mi cuerpo, mi
vida y mi alma. He aquí tu pequeña esclava, bendíceme Señor y lléname de tu
gracia. Tú eres mi vida y mi Rey. Eres el Rey de mi vida, el Rey de mi alma, el
Rey de mi corazón… si, señor, Tú lo sabes, por eso mi dolor es tan profundo
verte a Ti llagado y a nuestra Santísima Madre con esas lágrimas enrojecidas,
me ahoga el corazón… me ahoga verte así, me ahoga tu dolor… perdónalos porque
no saben lo que hacen, los que no te aman y te causan dolor, perdónalos Señor,
ellos no te conocen porque no te ven como yo te veo llagado y dolorido, con el
amor tan grande que nos tienes, porque es Amor.
La Stma
Virgen:
Hijos
míos, el dolor de esta pobre alma, su amor es tan profundo, que su dolor
hijitos míos, llaga su corazón. Sí, hijitos míos.
Sed
fieles a Cristo, a su Santa Iglesia, vuestra Santa iglesia. Vivid día a día con
amor y confianza la Santa Eucaristía. Sí, hijitos míos, haced lo que os pido.
Y
sin más por hoy, hijitos míos, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, dentro de
vuestras iglesias domésticas, a todos os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a
Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios
Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina
Trinidad, ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de
Cristo? Orad por ella. ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros ¿Os
amáis hijitos míos?
Sí
hijitos míos, este día os pido: Arrodillaos todos, inclinad vuestras cabecitas
y en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, en este estado de gracia os bendigo a
todos hijitos míos, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su
Espíritu.
Adiós
hijitos míos.