PRIMER
VIERNES: 01 – NOVIEMBRE – 2019
Décima estación Luz
Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos
míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios
reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos
míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de
oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra
divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad,
saludando a la Stma. Y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y
por todos los pecadores del mundo.
Hijitos
míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los seguidores y
servidores de Cristo. Sí, hijitos míos, en este día con profundo dolor os digo
lo que mis ojos ven: Veo a mi adversario Satanás que se ha instalado con fuerza
y poder en toda la humanidad y por ella camina ofreciendo a los sabios y
entendidos, oro, plata y placer. Sí, hijitos míos.
Pero a
vosotros os pido, mis pequeños seguidores: No tengáis miedo, amad a Cristo, a
su Santa Iglesia, mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia. Yo, Vuestra Madre
Celestial, en este día os hago saber: Con vuestra pequeñez le haré frente y lo
venceré. Sí, hijitos míos, como ya os tengo predicho, al fin hijitos míos, Mi
Corazón Inmaculado Triunfará. Así pues, haced lo que os pido y recordad siempre
vuestra Madre Celestial, María Inmaculada, desciende aquí, a esta montaña
santa, a traeros la salvación.
Ahora
hijitos míos, Mi Amado Hijo Jesús, está a mi lado, amadle, seguidle, adoradle,
haced lo que os pida.
Jesús:
Hermanos, no
temáis, soy Jesús, vuestro Jesús, Jesús de Nazaret, el Llagado, el Crucificado,
el Hijo del Padre. Como veis hermanos, soy fiel a nuestras citas. Sí hermanos,
desciendo del cielo de mano de mi Madre Santa, vuestra Madre, María Inmaculada,
descendemos del cielo a esta montaña Santa, a llenaos de gracia, fuerza, amor y
fe.
Ahora
hermanos, bendigo vuestros cirios: “Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto.
Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui
Sancto”.
Vuestros
cirios, hermanos, en este día, han sido bendecidos con una gracia especial, que
dará luz a vuestros hogares y os protegerá del mal.
Ahora
hermanos, doy paso a mi Madre santa, vuestra Madre, María Inmaculada. Escuchadla,
amadla, seguidla, entrad bajo su manto santo y haced lo que os pide.
Ahora
hermanos escuchad a mi Madre Santa.
Virgen:
Hijitos míos
ahora os pido subáis al Calvario ofreciendo este santo viacrucis por la paz de
esta nación, vuestra nación. Como ya os tengo predicho, no estáis solos, mi
Amado Hijo Jesús, Yo, vuestra Madre Inmaculada, oramos con vosotros y por
vosotros. No estáis solos. Haced lo que os pido.
Y sin más
por hoy, hijitos míos, en presencia de mi amado Hijo Jesús y en la cima de esta
montaña santa, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis
a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios
Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina
Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, Vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de
Cristo? Amadla, orad por ella. ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros
¿os amáis hijitos míos?
Ésta es
vuestra fe. Ésta es la verdad.
Ahora,
uníos todos, tomaos de la mano, amaos unos a otros como os ama mi Corazón
Inmaculado.
Ahora,
mis manos hijitos míos, entrelazadas están en vuestras manos.
Y en
este estado de gracia y en presencia de mi Amado Hijo, Jesús y en la cima de
esta montaña santa, os bendigo hijitos míos un día más, como el Padre os
bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós
hijitos míos.
PRIMER
SÁBADO: 02 – NOVIEMBRE – 2019
Cuarto misterio de gozo, Luz
Epifanía entra en éxtasis y a la Stma Virgen dice:
Hijos
míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios
reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos
míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de
oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra
divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad,
saludando a la Stma. Y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y
por todos los pecadores del mundo.
Hijitos
míos, el mensaje de hoy, va dirigido a todo mi Ejército Blanco, presente y
ausente. Hijitos míos, escuchad y entended lo que en este día os vengo a pedir.
Hace ya, hijitos míos, muchas, muchas puestas de sol, os vengo formando. Hasta
ahora, hijitos míos, que ha llegado el tiempo que día a día os he ido
preparando. Es el tiempo de la gran prueba. Como ya os tengo predicho, será larga
y dolorosa. Pero aún hijitos míos, lo peor está por llegar. Por eso hijitos,
comienzo con vosotros y os abro mi manto santo, con todos quiero caminar. Sí
hijitos míos, caminad bajo mi manto santo, por el camino del amor, de la gracia
y de la santidad. Así pues, hijitos míos, no faltéis a estas, nuestras citas,
aquí a esta montaña santa. Caminaré con vosotros, subid todos… sí hijitos míos
a todos os quiero salvar.
Luz Epifanía:
¡Juan Pablo! Estás
aquí. ¡Que alegría me da verte! Sí, esta es tu casa. ¡Miguel! ¡Miguel Beato!
¡Padre Urrutia! ¡Padre Jesús!... Pero cuantos habéis venido… ¡Pedro! ¡Pedro de
Alcántara! Me llevaste a tu convento, a tu casa. ¡Que alegría veros aquí! ¡Que
gozo! Gracias Señor mío, gracias por haber traído a estos Santos a alegrar mi
Corazón. Gracias Madre, gracias Señor… Sí, santos de Dios, ayudadme, ayudad al
Ejército Blanco.
La Stma Virgen:
Hijitos
míos, haced lo que os pido, entrad bajo mi manto santo. A todos os quiero
salvar. A todos, hijitos míos, con todos quiero caminar en este tiempo doloroso
de la gran prueba, hacia la santidad.
Y sin más
por hoy, hijitos míos, en presencia de mi amado Hijo Jesús y en la cima de esta
montaña santa, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis
a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios
Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina
Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, Vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de
Cristo? Amadla, orad por ella. ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros
¿os amáis hijitos míos?
Quiero
hijitos míos, os améis unos a otros como os ama mi Corazón Inmaculado-
Ahora,
uníos todos, tomaos de la mano, aceptaos los unos a los otros, amándoos en
profundidad como os ama mi Corazón Inmaculado.
Ahora,
mis manos, entrelazadas están en vuestras manos.
Y en
este estado de gracia y en la cima de esta montaña santa, despliego mi manto
santo y os acojo a todos. Con vosotros caminaré hacia el amor, la gracia y la
santidad.
Y en
este estado de gracia y en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, os bendigo en
este día, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós
hijitos míos.
13 –
NOVIEMBRE – 2019
Cuarto
misterio de dolor, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra
Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos
vosotros.
Hijitos míos, en este día os
doy las gracias a todos los que en este día, hijitos míos, habéis subido a esta
montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os
inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma. Y
Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores
del mundo.
Hijitos
míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los habitantes de
esta nación, vuestra nación que perdida está, en este día os digo a todos hijos
míos, a todos, y en especial; religiosos, sacerdotes, obispos y cardenales y a
vosotros mi Ejercito Blanco, si hijitos míos y a todos los que en este día
habéis subido a esta montaña santa, os pido, hijitos míos, el Santo Rosario en
este día, oréis todos juntos, muy unidos, pidiendo la unión, pidiendo el amor y
pidiendo la paz para esta nación, vuestra nación, si, hijitos míos, haced lo
que os pido, haced lo que os pido.
Hijitos
míos; y sin más por hoy os pido, os pido un día más, uníos todos, tomaos de la
mano, aceptaos los unos a los otros y amándoos unos a otros, como os ama mi
Corazón Inmaculado.
Ahora,
en este momento de gracia, mis manos, hijitos míos, entrelazadas están en
vuestras manos y bajo nuestra Gracia Divina os pregunto a todos: ¿Renunciáis a
Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios
Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina
Trinidad, ¿Amáis mi Santa Iglesia? Orad por ella ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad
por él.
Ahora,
hijitos míos, despliego mi Manto Santo y os acojo a todos y con vosotros
caminaré día a día por el camino del amor y la santidad, si hijitos míos.
Y ahora,
en la cima de esta montaña santa y en presencia de mi amado Hijo Jesús, os
bendigo en este día hijitos míos, como el Padre os bendice, por medio del Hijo
y con su Espíritu.
Adiós,
hijitos míos.