domingo, 6 de diciembre de 2015

Mensajes Virgen Noviembre 2015

PRIMER VIERNES: 06 – NOVIEMBRE – 2015

Décima estación, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña Santa, en la cual es mi deseo y en nuestra Divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Santísima y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a mis almas consagradas, religiosas, sacerdotes, obispos y cardenales. Escuchad y entended, el aviso de este día es de dolor: Con profundo dolor os digo en este día lo que mis ojos ven. Veo a mi adversario Satanás abrir una grieta, una grieta profunda, dolorosa, sangrienta en el corazón de mi Santa Iglesia, la
Iglesia Santa de Cristo, vuestra Santa Iglesia. ¡Ay hijitos míos! Esta grieta que ha abierto mi adversario es muy profunda, tan profunda como un pozo sin fin. Mana fuego, sangre, dolor, lágrimas. ¡Ay hijitos míos! Hace un tiempo os predije que se aproximaba lo que yo predije en Fátima, pero aún hay más hijitos míos. Por eso es que os pido, hijos míos: Estad alertas, cuidad vuestra fe, vuestro ministerio, orad como os tengo mandado, orad con la palabra, orad con la mente, orad con el corazón. Haced lo que os pido, hijitos míos, haced lo que os pido, haced lo que os pido.
Ahora hijitos míos, mi Amado Hijo Jesús, está a mi lado, escuchadle, amadle, adoradle, haced lo que os pide.

Jesús:
Hermanos, no temáis, soy Jesús, vuestro Jesús, Jesús de Nazaret, el Llagado, el Crucificado, el Hijo del Padre. Como veis hermanos, soy fiel a nuestras citas. Todos los días fijados, pongo mis pies en esta montaña, de mano de mi Madre, vuestra Madre, María Inmaculada, a traeros la salvación. Hermanos, con una bendición grande traída del cielo, en este día en vuestra presencia, bendigo vuestros cirios: Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo, Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo.
Vuestros cirios, hermanos han sido bendecidos. Tened presente cada día, uno de ellos luciendo en vuestros hogares, como ya os tengo predicho, a través de ellos, mi bendición, mi luz y mi imagen estarán en vuestros hogares.
Ahora hermanos, doy paso a mi Madre Santa. Amadla, seguidla, haced lo que os pide.

La Stma Virgen:
Hijitos míos, en este día os pido, subáis al Calvario todos los que habéis subido a esta montaña santa, ofreciendo el santo víacrucis por mis almas consagradas, meditando en cada una de las estaciones, la pasión de Cristo.
Y sin más por hoy, hijitos míos, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? ¿Amáis mi Santa Iglesia? ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros ¿os amáis hijitos míos?
Sí, amaos los unos a los otros con la misma intensidad que os ama el Corazón de Cristo, mi Corazón Inmaculado.
Y ahora, hijitos míos en presencia de mi Amado Hijo Jesús, os bendigo a todos los que habéis subido a esta montaña santa, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos.
PRIMER SÁBADO: 07 – NOVIEMBRE – 2015

Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:

Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.

Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña Santa, en la cual es mi deseo y en nuestra Divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Santísima y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.

Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los papás y mamás de este planeta. Escuchad mis avisos y entended, hijitos míos, lo que en este día os voy a decir. Hijitos míos, mis ojos están llenos de lágrimas y entre lágrimas con profundo dolor os digo lo que en este día mis ojos ven. Veo a mi adversario Satanás sembrando por todo el planeta, miles y miles de hectáreas de una droga infernal, la droga más dolorosa y mortífera de todos los tiempos. Sí hijitos míos, cuidad de vuestros pequeños, cuidad de vuestros jóvenes, esta droga maldita, con profundo dolor os digo, el dolor que va a derramar, enloquecerán, harán cosas malas, muy malas, llevándolos a la prostitución y a los crímenes más horrendos que os podéis imaginar. Cuidadlos, hijitos míos, tomadlos de la mano acercarlos con fe a la Santa Eucaristía, sí hijitos míos, educarlos en la fe, en la religión católica, apostólica y romana, sí hijitos míos.

Hijitos míos, deseando en este día, hayáis entendido mi mensaje y mi dolor
En este día os pido una vez más, en presencia de mi Amado Hijo Jesús: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? ¿Amáis mi Santa Iglesia? ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros ¿os amáis hijitos míos?
Ésta es vuestra fe, ésta es la verdad, que nada ni nadie os haga vacilar.

Ahora os pido a todos, tomaos de la mano, aceptaos los unos a los otros y  amaos unos a otros como os ama mi Corazón Inmaculado.
Y en este estado, hijitos míos, en este día, en presencia de mi amado Hijo Jesús, bendigo a todos como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos.




13 – NOVIEMBRE – 2015

Cuarto misterio de dolor, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña Santa, en la cual es mi deseo y en nuestra Divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Santísima y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todo mi Ejército Blanco, presente y ausente. Hijitos míos, como ya os tengo predicho, hace un largo, largo tiempo, os vengo preparando para este tiempo de dolor. Sí, hijitos míos, tiempo de la gran prueba.
En este día, hijitos míos, con profundo dolor os digo lo que mis ojos, llenos de lágrimas, en este día ven: Veo a mi adversario, Satanás, seduciendo a las almas. Sí, hijitos míos, las seduce y las marca con su sello maldito. Sí, hijitos míos, las marca, hijitos, con el 666. Estas almas marcadas, están en la perdición. Por eso os digo y os pido una vez más: Sed mansos como palomas pero astutos como serpientes. Mirad, hijitos míos que vosotros, mis consagrados, sois su bocado favorito, por eso escuchadme, escuchad atentamente y haced lo que os pido. Quiero, hijitos míos, que paséis con frecuencia por el sacramento de la confesión. Quiero hijitos míos que viváis con fe la Santa Eucaristía. Quiero, hijitos míos, que recéis todos los días el santo rosario. Si hacéis lo que os pido, ni un solo pelo de vuestra cabellera os podrá tocar. Sí, hijitos míos, mirad, mirad los tiempos y entenderéis. Mirad con los ojos y el corazón de la fe y sabréis lo que os quiero decir.
Y sin más por hoy, en presencia de mi amado Hijo Jesús os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad ¿Amáis mi Santa Iglesia? ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros ¿os amáis hijitos míos?
Ahora os pido, uníos todos, tomaos de la mano, aceptaos los unos a los otros, ayudaos mutuamente, sí, hijitos míos.
En este momento, en esta montaña Santa, Yo vuestra Madre Celestial, en presencia de mi amado Hijo, Jesús, os bendigo en este día con una bendición de gracia y amor. Hacedla crecer en vuestro corazón, cogedla.
Yo os bendigo, hijitos míos, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos.