sábado, 20 de mayo de 2017

Mensajes Virgen Abril 2017

PRIMER SÁBADO: 01- ABRIL – 2017

Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:

Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los seguidores y servidores de Cristo. Sí, hijitos míos. Hace un largo tiempo os predije: El humo del infierno está entrando en mi Santa Iglesia y en este día os digo con profundo dolor lo que mis ojos ven. Veo hijitos míos, las llamas del infierno aproximándose a mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo. ¡Ay que dolor hijitos míos! En este día os digo: Sed valientes, no tengáis miedo, pase lo que pase no abandonéis nunca a Cristo y a su Santa Iglesia, mi Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo.
Ahora, hijitos míos, mi Amado Hijo Jesús, está a mi lado, escuchadle, amadle, adoradle, haced lo que os pide.

Jesús:
Hermanos, no temáis, soy Jesús, vuestro Jesús, el llagado, el Crucificado, el Hijo del Padre. Como veis hermanos, no falto ni faltaré a nuestras citas ¿Y vosotros hermanos?
En este día, como en tantos, mis pies están en la cima de esta montaña santa, ahora hermanos, voy a bendecir vuestros virios. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo.
Vuestros cirios, hermanos en este día, han sido bendecidos, como ya os tengo predicho, a través de estos cirios, mi luz y mi imagen estarán presentes las 24 horas del día en vuestros hogares.
Ahora hermanos, doy paso a mi Madre Santa, escuchadla, amadla, haced lo que os pide.

La Stma Virgen:
Hijitos míos, sin más por hoy, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella ¿Amáis a vuestro pastor? Orad por él. ¿Y vosotros os amáis hijitos míos?
Sí, hijitos míos, en este día os pido: Uníos todos, aceptaos los unos a los otros y amaos unos a otros como os ama mi Corazón Inmaculado.
Ahora, tomaos de la mano, en este momento, en este momento de gracia y en la cima de esta montaña santa, mis manos, tomad mis manos, están unidas a las vuestras y en este estado de gracia, hijitos míos,  Yo os bendigo, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, como el Padre os  bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos.


PRIMER VIERNES: 7 – ABRIL – 2017


Duodécima estación, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma. Virgen dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los seguidores y servidores de Cristo. Sí, hijitos míos, escuchad y entended lo que en este día os vengo a pedir. Con profundo dolor os digo, hijitos míos lo que mis ojos ven: Veo a mi adversario, la Bestia Negra, el Dragón Rojo, la Masonería, fuertemente unidos, sí, hijitos míos, unidos con fuerza y poder. Tienen la bolsa llena de oro y plata. Seducen y compran a todos aquellos ambiciosos que se dejan comprar.
 Pero hijitos míos, como ya os tengo predicho, su bocado favorito son los sacerdotes de mi Amado Hijo, Jesús. Cuánto dolor, hijitos míos, ven mis ojos cada día.
Por eso os digo: Escuchad y entended, no os dejáis comprar pues yo os he predicho, quien llegará a vosotros a ofreceros oro y plata. En este día hijitos míos, subid a Calvario, ofreciendo este santo viacrucis por mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Santa Iglesia de Cristo.
Como ya os he predicho, en esta subida al Calvario no estáis solos, mi Amado Hijo Jesús y yo, hijitos míos, vuestra Madre Celestial, estamos a vuestro lado. Oramos con vosotros y por vosotros.
Estad unidos, tened cuidado, en este día os digo: Seréis fuertemente probados, pero no tengáis miedo porque Yo, hijitos míos, vuestra Madre Celestial, estoy y estaré con vosotros. Sí, hijitos míos.
Y sin más por hoy, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, en esta montaña Santa y en este Santo Viacrucis con la fuerza Divina de Dios que a mi lado está, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella ¿Amáis a vuestro pastor? Orad por él. ¿Y vosotros os amáis hijitos míos?
Uníos todos, abridme vuestro corazón, tomaos de la mano, aceptaos los unos a los otros y amaos intensamente, hijitos míos, como os ama mi Corazón Inmaculado. En este estado de gracia, hijitos míos, tomad mis manos, mis manos, hijitos míos en vuestras manos están. Sí hijitos míos y en este estado de gracia Divina y en presencia de mi Amado Hijo, Jesús,
Yo os bendigo, como el Padre os  bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos.

13 – ABRIL – 2017

Cuarto misterio de luz, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:

Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todo mi Ejército Blanco, presente y ausente. Hijitos míos, en este día os digo, con profundo dolor, lo que mis ojos ven: Veo hijitos míos, a millares de hijos míos, perseguidos, maltratados, asesinados por el Dragón Rojo, la Bestia Maldita. Hijitos míos, como ya os tengo predicho, este dolor y persecución, cada día se dará con más frecuencia.
Por eso os digo, escuchad y entended lo que cada día os vengo a pedir: Sed fuertes, no tengáis miedo. Pero si os pido, hijitos míos de todo el mundo: Tened siempre en vuestros hogares, las veinticuatro horas del día el cirio encendido y orad hijitos míos, como os tengo mandado, orad con la palabra, orad con la mente, orad con el corazón. Pasad con frecuencia, hijitos míos por el sacramento de la confesión, vivid con fe y con esperanza la Santa Eucaristía.
Ahora todos, hijitos míos, en este día, decid conmigo: Santísima y Divina Trinidad, Yo te adoro, Dios mío, Dios mío, Dios mío, Yo te amo con toda mi alma, con todo mi ser, en el Sacramento del Altar.
Sed fuertes hijitos míos y amad a Cristo, amad su santa Iglesia, mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, siempre es y será la Santa Iglesia de Cristo, la salud de vuestras almas, la fuerza de vuestra fe. Sí hijitos míos
Y sin más por hoy, en presencia de mi Amado Hijo Jesús os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, vuestra salud y la Vida, Santa Iglesia de Cristo? Orad por ella ¿Amáis a vuestro pastor? Orad por él. ¿Y vosotros os amáis hijitos míos?
Acercaos los unos a los otros y tomaos de la mano, sí, hijitos míos y amaos unos a otros como os ama mi Corazón Inmaculado.
Ahora en este momento de gracia, en la cima de esta montaña Santa, pongo mis manos en vuestras manos, entre vuestras manos están las mías, y en este estado de gracia, en presencia de mi Amado Hijo Jesús y en la cima de esta montaña Santa, os bendigo, en este día, como el Padre os  bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos.