PRIMER SÁBADO: 01- ABRIL – 2017
Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma
Virgen dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la
Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos
los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es
mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en
acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por
vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va
dirigido a todos los seguidores y servidores de Cristo. Sí, hijitos míos. Hace
un largo tiempo os predije: El humo del infierno está entrando en mi Santa
Iglesia y en este día os digo con profundo dolor lo que mis ojos ven. Veo
hijitos míos, las llamas del infierno aproximándose a mi Santa Iglesia, vuestra
Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo. ¡Ay que dolor hijitos míos! En este
día os digo: Sed valientes, no tengáis miedo, pase lo que pase no abandonéis
nunca a Cristo y a su Santa Iglesia, mi Santa Iglesia, la Iglesia Santa de
Cristo.
Ahora, hijitos míos, mi Amado Hijo Jesús, está a mi
lado, escuchadle, amadle, adoradle, haced lo que os pide.
Jesús:
Hermanos, no temáis, soy Jesús, vuestro Jesús, el
llagado, el Crucificado, el Hijo del Padre. Como veis hermanos, no falto ni
faltaré a nuestras citas ¿Y vosotros hermanos?
En este día, como en tantos, mis pies están en la
cima de esta montaña santa, ahora hermanos, voy a bendecir vuestros virios.
Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo.
Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo.
Vuestros cirios, hermanos en este día, han sido
bendecidos, como ya os tengo predicho, a través de estos cirios, mi luz y mi
imagen estarán presentes las 24 horas del día en vuestros hogares.
Ahora hermanos, doy paso a mi Madre Santa,
escuchadla, amadla, haced lo que os pide.
La Stma Virgen:
Hijitos míos, sin más por hoy, en presencia de mi
Amado Hijo Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a
sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo?
¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa
Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella
¿Amáis a vuestro pastor? Orad por él. ¿Y vosotros os amáis hijitos míos?
Sí, hijitos míos, en este día os pido: Uníos todos,
aceptaos los unos a los otros y amaos unos a otros como os ama mi Corazón
Inmaculado.
Ahora, tomaos de la mano, en este momento, en este
momento de gracia y en la cima de esta montaña santa, mis manos, tomad mis
manos, están unidas a las vuestras y en este estado de gracia, hijitos
míos, Yo os bendigo, en presencia de mi
Amado Hijo Jesús, como el Padre os
bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos.
PRIMER
VIERNES: 7 – ABRIL – 2017
Duodécima estación, Luz Epifanía entra en éxtasis y
la Stma. Virgen dice:
Hijos míos, no
temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine
siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos,
en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es
mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en
acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por
vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos,
el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los seguidores y servidores
de Cristo. Sí, hijitos míos, escuchad y entended lo que en este día os vengo a
pedir. Con profundo dolor os digo, hijitos míos lo que mis ojos ven: Veo a mi
adversario, la Bestia Negra, el Dragón Rojo, la Masonería, fuertemente unidos,
sí, hijitos míos, unidos con fuerza y poder. Tienen la bolsa llena de oro y
plata. Seducen y compran a todos aquellos ambiciosos que se dejan comprar.
Pero hijitos míos, como ya os tengo predicho,
su bocado favorito son los sacerdotes de mi Amado Hijo, Jesús. Cuánto dolor,
hijitos míos, ven mis ojos cada día.
Por eso os
digo: Escuchad y entended, no os dejáis comprar pues yo os he predicho, quien
llegará a vosotros a ofreceros oro y plata. En este día hijitos míos, subid a Calvario,
ofreciendo este santo viacrucis por mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la
Santa Iglesia de Cristo.
Como ya os he
predicho, en esta subida al Calvario no estáis solos, mi Amado Hijo Jesús y yo,
hijitos míos, vuestra Madre Celestial, estamos a vuestro lado. Oramos con
vosotros y por vosotros.
Estad unidos,
tened cuidado, en este día os digo: Seréis fuertemente probados, pero no
tengáis miedo porque Yo, hijitos míos, vuestra Madre Celestial, estoy y estaré
con vosotros. Sí, hijitos míos.
Y sin más por
hoy, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, en esta montaña Santa y en este Santo
Viacrucis con la fuerza Divina de Dios que a mi lado está, os pregunto una vez
más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus
obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo?
La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia,
la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella ¿Amáis a vuestro pastor? Orad por él.
¿Y vosotros os amáis hijitos míos?
Uníos todos,
abridme vuestro corazón, tomaos de la mano, aceptaos los unos a los otros y
amaos intensamente, hijitos míos, como os ama mi Corazón Inmaculado. En este
estado de gracia, hijitos míos, tomad mis manos, mis manos, hijitos míos en
vuestras manos están. Sí hijitos míos y en este estado de gracia Divina y en
presencia de mi Amado Hijo, Jesús,
Yo os bendigo,
como el Padre os bendice, por medio del
Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos
míos.
13 – ABRIL –
2017
Cuarto misterio de luz, Luz Epifanía entra en
éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos, no
temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine
siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos,
en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es
mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en
acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por
vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos,
el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todo mi Ejército Blanco, presente
y ausente. Hijitos míos, en este día os digo, con profundo dolor, lo que mis
ojos ven: Veo hijitos míos, a millares de hijos míos, perseguidos, maltratados,
asesinados por el Dragón Rojo, la Bestia Maldita. Hijitos míos, como ya os
tengo predicho, este dolor y persecución, cada día se dará con más frecuencia.
Por eso os
digo, escuchad y entended lo que cada día os vengo a pedir: Sed fuertes, no
tengáis miedo. Pero si os pido, hijitos míos de todo el mundo: Tened siempre en
vuestros hogares, las veinticuatro horas del día el cirio encendido y orad
hijitos míos, como os tengo mandado, orad con la palabra, orad con la mente,
orad con el corazón. Pasad con frecuencia, hijitos míos por el sacramento de la
confesión, vivid con fe y con esperanza la Santa Eucaristía.
Ahora todos,
hijitos míos, en este día, decid conmigo: Santísima y Divina Trinidad, Yo te
adoro, Dios mío, Dios mío, Dios mío, Yo te amo con toda mi alma, con todo mi
ser, en el Sacramento del Altar.
Sed fuertes
hijitos míos y amad a Cristo, amad su santa Iglesia, mi Santa Iglesia, vuestra
Santa Iglesia, siempre es y será la Santa Iglesia de Cristo, la salud de
vuestras almas, la fuerza de vuestra fe. Sí hijitos míos
Y sin más por
hoy, en presencia de mi Amado Hijo Jesús os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a
Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios
Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina
Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, vuestra salud y la
Vida, Santa Iglesia de Cristo? Orad por ella ¿Amáis a vuestro pastor? Orad por
él. ¿Y vosotros os amáis hijitos míos?
Acercaos los
unos a los otros y tomaos de la mano, sí, hijitos míos y amaos unos a otros
como os ama mi Corazón Inmaculado.
Ahora en este
momento de gracia, en la cima de esta montaña Santa, pongo mis manos en
vuestras manos, entre vuestras manos están las mías, y en este estado de
gracia, en presencia de mi Amado Hijo Jesús y en la cima de esta montaña Santa,
os bendigo, en este día, como el Padre os
bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos
míos.