PRIMER
VIERNES: 04– MARZO – 2022
Novena estación, Luz
Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos no temáis, soy vuestra
Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos
vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las
gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta
montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os
inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y
Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores
del mundo.
Hijitos míos el mensaje de hoy es de
dolor y va dirigido a toda
la humanidad. En este día hijitos míos, mi corazón sangra por lo que mis ojos
ven. Veo tanto y tanto dolor. Veo una gran oscuridad, veo día a día a mis hijos
queridos derramando su sangre, por esta maldita guerra. Como ya os he predicho,
mi adversario Satanás prepara día a día una guerra mundial. Lo que veis hijitos míos, acaba de empezar.
Por eso os pido en este
día a toda la humanidad, escuchadme: Abridme los oídos del alma, los ojos del
corazón y haced lo que os pido, hijitos míos. Haced lo que os pido. Arrodillaos
todos y orad día a día como os tengo mandado. Haced lo que os pido, hijitos
míos, no esperéis el final de esta maldita guerra que acaba de empezar.
Mi corazón lleno de
angustia, está lleno de dolor por todos esos hijos míos que tanto están
sufriendo, que están viviendo tanto dolor. Haced lo que os pido, hijitos míos,
Arrodillaos.
Rezad día a día el santo
rosario, haced lo que os pido, haced lo que os pido.
Ahora hijitos míos, mi
Amado Hijo, Jesús, está a mi lado, escuchadle, amadle, adoradle, haced lo que
os pide
Jesús:
Hermanos, no temáis, soy
Jesús, vuestro Jesús, Jesús de Nazaret, el Llagado, el Crucificado, el Hijo del
Padre. Como veis hermanos un día más desciendo del cielo de mano de mi madre
santa, vuestra Madre, María Inmaculada, a esta montaña santa, a traeros la
Salvación. Sí, hermanos, en este día bendigo vuestros cirios: “Gloria Patri, et
Filio et Spiritui Sancto. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Gloria
Patri, et Filio, et Spiritui Sancto”.
Vuestros cirios,
hermanos, un día más son bendecidos con una luz divina, luz especial que
alumbrará vuestros hogares y os protegerá.
Ahora hermanos, doy paso
a mi Madre Santa, vuestra Madre, María Inmaculada. Amadla, seguidla, haced lo
que os pide.
La Stma Virgen:
Hijitos míos, ahora os
pido a todos los que en este día a esta montaña santa habéis subido, subáis al
Calvario orando en cada una de sus estaciones, la conversión, el amor y la paz.
Como ya os tengo predicho, hijitos míos, no estáis solos, mi Amado Hijo Jesús,
Yo Vuestra Madre Celestial, oramos con vosotros y por vosotros. Ahora hijitos
míos, venid todos y entrad bajo mi manto santo y escuchad todos. En este día os
pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces?
¿Renunciáis a sus obras? ¿Renunciáis a sus obras malditas? ¿Amáis a Dios Padre?
¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina
Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella.
¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros, ¿os amáis, hijitos míos?
Ésta es vuestra fe, ésta
es la verdad.
Bajo mi manto santo, día
a día caminad y caminad. Sí hijitos míos, bajo mi manto santo día a día seréis
bendecidos y protegidos. Camino con todos hijitos míos, hacia la morada santa.
Y en este estado de gracia, en la cima de esta montaña santa, bajo mi manto santo y en presencia de mi amado Hijo Jesús, Yo os bendigo en este día hijitos míos, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu. Adiós hijitos míos.
PRIMER SABADO: 05 – MARZO – 2022
Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y dice a la Stma Virgen:
Hijos míos no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a toda la humanidad. Sí, hijitos míos, este día os hago saber a todos: Una plaga malísima, una plaga mala, malísima en este tiempo de la gran prueba está invadiendo la humanidad. Sí, hijitos míos, una plaga cruel: El divorcio, el aborto, la droga, la prostitución invaden en este tiempo de la gran prueba, todo el planeta tierra. Por eso os pido, hijitos míos, grandes pecadores: ¡Deteneos! ¡Deteneos! ¡Convertíos! ¡Confesad vuestros pecados! ¡Rezad día a día el Santo Rosario! ¡Vivid día a día la Santa Eucaristía! Haced lo que os pido. Haced lo que os pido.
Y sin más por hoy, hijitos míos y en
presencia de mi Amado Hijo y en la cima de esta montaña santa, os pregunto una
vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras?
¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La
Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la
Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella. ¿Amáis
a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros, ¿os amáis, hijitos míos?
Ésta es vuestra fe, ésta es la verdad.
Ahora uníos todos, hijitos
míos, venid a mí y entrad bajo mi manto santo. Sí, hijitos míos, bajo mi manto
santo, día a día seréis bendecidos y protegidos.
Ahora, hijitos míos, bajo
mi manto santo y en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, en la cima de esta
montaña santa, en este día os bendigo hijos míos, como el Padre os bendice, por
medio del Hijo y con su Espíritu.
Caminad conmigo hijitos
míos.
Como ya os tengo
predicho, todos cabéis bajo mi manto santo. Día a día camino con vosotros hacia
la morada santa.
Adiós Hijitos míos.
13
– MARZO – 2022
Cuarto misterio de gloria, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma. Virgen dice:
Hijos míos no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a toda la humanidad. En este día hijitos míos, mi corazón sangra, mis ojos lloran, por esta maldita guerra que ha fundado y provocado mi adversario Satanás. Hay tanto dolor, tanta sangre derramada. Sí, hijitos míos, mucho dolor lo que mis ojos ven y el derramamiento de sangre que día a día lo veo crecer. Por eso hijitos míos, os pido a todos en este día y quiero hijitos míos ser entendida y obedecida: Arrodillaos todos día a día donde os encontréis, rezad el santo rosario, haced lo que os pido y acabaréis con la guerra maldita que ha provocado Satanás, mi adversario. Si no me escucháis hijitos míos, os reís, os mofáis de mis mensajes, en este día os hago saber: El dolor de los dolores irá creciendo de nación en nación.
Hijitos míos y sin más por hoy, en la cima
de esta montaña santa y en presencia de mi Amado Hijo Jesús os pregunto una vez
más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus
obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo?
La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia,
la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella.
¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros, ¿os amáis, hijitos
míos?
Ésta es vuestra fe, ésta es la verdad.
Ahora uníos todos, hijitos míos, todos los que en este día habéis subido a esta montaña santa y entrad bajo mi manto santo. Sí, hijitos míos, bajo mi manto santo, día a día seréis bendecidos y protegidos. Venid hijitos míos, acercaos al refugio de mi Corazón Inmaculado, como ya os tengo predicho día a día, bajo mi manto santo, camino con vosotros hacia la morada santa.
Y ahora hijitos míos, en este estado de gracia, en la cima de esta montaña santa, bajo mi manto santo y en presencia de mi Amado Hijo Jesús, Yo os bendigo en este día hijitos míos como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós Hijitos míos.