miércoles, 20 de julio de 2016

Mensajes Virgen Julio 2106

PRIMER VIERNES: 01 – JULIO – 2016 

Duodécima estación, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma. Virgen dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, hijos muy amados, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy va dirigido a todo el planeta tierra. Hijitos míos, con profundo dolor os digo en este día lo que mis ojos ven: Veo la humanidad, a la pobre humanidad que se ha vuelto pagana y camina sin rumbo a la perdición. Escuchad mi voz hijitos míos y haced lo que os pido: Deteneos, deteneos, arrodillaos todos y orad unidos. Sí, hijitos míos, orad como os tengo mandado. Ay hijitos míos, lo que se oye en la tierra, cuanto dolor, hijitos míos, el dolor más grande de todos los dolores se está preparando. Haced lo que os pido y no tengáis miedo.
Mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Santa Iglesia de Cristo, sufrirá el dolor, el dolor más doloroso de todos los tiempos. ¡Que dolor mis conventos! ¡Que dolor mis seminarios! ¡Que dolor mi Santa Iglesia! Deteneos y escuchad y sed fieles a Cristo. Haced lo que os pido, hijitos míos… sí
Ahora, hijitos míos, mi Amado Hijo Jesús ha descendido del cielo a esta montaña santa. Sí, hijitos míos, acompañando siempre a vuestra Madre Celestial. Amadle, seguidle, adoradle, haced lo que os pide.

Jesús:
Hermanos, no temáis soy Jesús, vuestro Jesús, Jesús de Nazaret, el Llagado, el Crucificado, el Hijo del Padre. Como veis hermanos soy fiel a nuestras citas ¿y vosotros?
Sí, un día más he descendido del cielo de mano de mi Madre Santa, vuestra Madre, María Inmaculada, para daros vida, daros luz, luz para que sigáis caminando en medio de esta oscuridad. Sí, hermanos, en este día y en esta montaña santa, una vez más bendigo vuestros cirios con la luz de la vida. Como ya os tengo predicho, donde haya luz, donde se encuentre un cirio encendido, esos hogares recibirán día a día la luz de la vida. No se perderá ni una de las almas.
Ahora os bendigo con esta gracia divina: Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo.
Hermanos, vuestros cirios han sido bendecidos con la luz de la gracia, la luz de la vida. Ahora, doy paso a mi Madre Santa. Amadla, escuchadla, haced lo que os diga.

La Stma Virgen:
Hijitos míos si supierais entender el misterio divino, misterio divino de Dios
Abridme los ojos del alma, los oídos del alma. Si así lo hacéis veréis la verdad de la vida y entenderéis lo que estáis escuchando.
Sí, hijitos míos, ahora arrodillaos todos, vivid con fe, con profundo dolor y con amor este Santo Viacrucis, orando en cada una de las estaciones, pidiendo la conversión de todas las  almas, pidiendo por mi santa Iglesia.
No estáis solos en este Santo Viacrucis, como el todos, mi Amado Hijo Jesús y Yo, Vuestra Madre Celestial oramos von vosotros y por vosotros. Hijitos míos, pedid la paz, pedid la paz y la conversión a esta pobre humanidad, pedid el retorno a Cristo.
Y sin más por hoy, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, en la cima de esta montaña santa os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia? Orad por ella ¿Amáis a vuestro pastor?... Orad por él. Y vosotros ¿os amáis hijitos míos?
Tomaos todos de la mano y uníos todos, aceptaos todos, amaos con la misma intensidad que os ama mi Corazón Inmaculado.
En este estado de gracia y en presencia de mi Amado Hijo Jesús, Yo os bendigo como el Padre os bendice por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos.
PRIMER SÁBADO: 02 – JULIO – 2016


Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:

Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.

Hijitos míos, hijos muy amados, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.

Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a esta nación, vuestra nación. En este día, hijitos míos, con profundo dolor os digo lo que mis ojos ven. Sí, hijitos míos, mis ojos llenos de lágrimas y el corazón lleno de dolor. Veo hijitos míos, veo a mi adversario, Satanás, fabricando una bola de fuego, odio y violencia. Sí, hijitos míos, como ya os tengo predicho, quiere acabar con mi Santa Iglesia y sus fieles seguidores.

Por eso hago una llamada desde esta montaña santa a todos en general: Orad hijitos míos, orad, orad.

Y a vosotros, hijitos míos, que estáis aquí, en este día y en esta montaña santa, oremos todos unidos estos quince misterios pidiendo a nuestro Padre Celestial la paz para esta nación, sí, hijitos míos, la paz para esta nación y para toda la humanidad. Vuestra oración será enriquecida con la presencia de mi Amado Hijo Jesús y vuestra Madre Celestial. Oremos todos juntos, oremos unidos pidiendo la paz, pidiendo la paz, pidiendo la paz.

Hijitos sin más por hoy, en presencia de mi Amado Hijo Jesús os pregunto una vez más, respondedme con el corazón: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia? Orad por ella ¿Amáis a vuestro pastor?... Orad por él. Y vosotros ¿os amáis hijitos míos?

Ahora uníos todos, tomaos de la mano y aceptaos mutuamente los  unos a los otros.
 En este estado de gracia y en la cima de esta montaña santa, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, en este día os bendigo a todos como el Padre os bendice por medio del Hijo y con su Espíritu.

Adiós hijitos míos.



13 – JULIO – 2016

Cuarto misterio de gloria, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:

Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, hijos muy amados, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.

Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los sacerdotes de mi Amado Hijo Jesús y a todo mi Ejército Blanco. Escuchad hijitos míos, escuchad y entended lo que en este día vengo a pedir.
Sí, hijitos míos, en este día os digo lo que mis ojos ven: Veo todo el ala norte poseída y dirigida por mi adversario, Satanás, hijitos míos, tened cuidado, os quiere robar la fe, quiere acabar con vuestra fe. No os dejéis engañar. En este día os digo, hijitos míos, escuchad y entended y guardad esto y recordadlo siempre en vuestro corazón.
Os digo a todos: La fe, hijitos míos, es un don de Dios, la fe, hijitos míos, es el eje de vuestras vidas. En este tiempo de la gran prueba, tened cuidado, llegarán a vosotros con palabras dulces, pero hijitos míos más amargas que la quina.
Sed fuertes y conservad vuestra fe. Yo hijitos míos, vuestra Madre celestial, desciendo cada día y seguiré descendiendo a esta montaña santa a fortalecer vuestra fe. Sí, hijitos míos, tened cuidado
En este día os pido: Amad a Dios con toda la fuerza de vuestro corazón, con toda vuestra alma, con todo vuestro ser. Sí, hijitos míos, todos los días de vuestra vida.
Os pido: Sed fuertes y no tengáis miedo, Sí, hijitos míos, Yo, vuestra Madre Celestial, estaré a vuestro lado.
Escuchad mi voz, sacerdotes de mi Amado Hijo Jesús, haced lo que os pido, subid a esta montaña santa, subid con fe y recibiréis el don de la vida.

Ahora hijitos míos, sin más por hoy, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis todos? Renunciad a todo él. Y ahora os pregunto: ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia? ¿Vuestra Santa Iglesia? ¿La Iglesia santa de Cristo?  Orad por ella ¿Amáis a vuestro pastor?... Orad por él. Y vosotros ¿os amáis hijitos míos?
Ésta es vuestra fe, ésta es la verdad. Amad, seguid y servid a la Santísima y Divina Trinidad.
Tomaos todos de la mano, aceptándoos  unos a los otros.
 En este estado de gracia, en este día y en la cima de esta montaña santa, a todos los que habéis subido con fe, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, Yo os bendigo como el Padre os bendice por medio del Hijo y con su Espíritu.

Adiós hijitos míos.

Mensajes Virgen Junio 2106

PRIMER VIERNES: 03 – JUNIO – 2016

Novena estación Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos, no temáis soy vuestra Madre, la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijos míos, hijos muy amados, en este día os digo y os pido a todos los que habéis subido a esta montaña santa, a todos los que habéis subido con fe, con amor, no tengáis miedo, arrodillaos todos y decid conmigo desde lo más profundo de vuestros corazones: Santísima y Divina Trinidad, yo te adoro, Dios mío, Dios mío, Dios mío, yo te amo en el Santísima Sacramento.
Hijitos míos, no tengáis miedo, el mensaje de hoy, hijitos míos es de dolor y va dirigido a todos los habitantes de este planeta, sí hijitos míos, el planeta tierra.
Con profundo dolor en este día os digo lo que mis ojos ven: Veo llegando, hijitos míos, unas tinieblas densas, muy densas, más densas de lo que podéis imaginar. ¿Y sabéis por qué, hijitos míos? Porque el hombre ha abandonado a Cristo y a su Santa Iglesia. Por eso os pido en este día y en esta montaña santa: Seguid a Cristo, amad a Cristo, adorad a Cristo. Él, es la luz de la Vida, haced lo que os pide y no os faltará su luz, su luz divina.
Ahora, hijitos míos, Jesús está a mi lado, ha descendido del cielo a traeros la salvación. Amadle, escuchadle, haced lo que os pide.

Jesús:
Hermanos, no temáis, soy Jesús, Jesús de Nazaret, el Llagado, el Crucificado, el Hijo del Padre. Como veis hermanos, soy fiel a nuestras citas. Sí, hermanos, las citas que tenemos en la cima de esta montaña santa. Sí, vengo a traeros la luz, voy a bendecir un día más vuestros cirios. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo.
Vuestros cirios hermanos, han sido bendecidos con la luz de la vida. Tened siempre estos cirios encendidos.
Y en este día os pido, hermanos, lo que tantas y tantas veces os he pedido.  Mi Madre Santa, vuestra Madre, María Inmaculada, quiere ver hermanos, vuestros hogares, convertidos en iglesias domésticas. Haced lo que os pido y las tinieblas no llegarán a vosotros.
Ahora, doy paso a mi Madre Santa. Amadla, escuchadla, seguidla, no perdáis su luz.
La Stma Virgen:
Hijitos míos, sin más por hoy, deseando mi Corazón Inmaculado entendáis nuestros mensajes, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? ¿Amáis a vuestro Pastor? ¡Orad por él! ¿Amáis mi Santa Iglesia que es vuestra Santa Iglesia? Orad por ella.
En cada estación de este santo viacrucis orad por mi Santa Iglesia y por todas mis almas consagradas.
Tomaos todos de la mano, aceptándoos en profundidad como os ama mi Corazón Inmaculado, y en este estado de gracia, Yo os bendigo, en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu. Adiós hijitos míos

PRIMER SÁBADO: 4 – JUNIO – 2016 

Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, hijos muy amados, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, hijos muy amados, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los habitantes de este planeta. Con profundo dolor os digo en este día, hijitos míos, lo que mis ojos, entre lágrimas ven. En este tiempo de la gran prueba, pasaréis de todo, hijitos míos, tened cuidado con lo que en este día os voy a pedir. Sí, hijitos míos, mi corazón dolorido y mis ojos llenos de lágrimas, con profundo dolor os digo lo que veo: Veo a mi adversario Satanás en este tiempo de la gran prueba, marcando con su marca maldita, con el 666, a niños, jóvenes y mayores. Entre ellos hijitos míos, también se dejan marcar, sacerdotes de mi Amado Hijo, Jesús.

Por eso aviso, hijitos míos, poned atención: Papás, mamás, tomad a vuestros niños de la mano, tomad a los pequeñitos y a los jóvenes de la mano y llevadlos, llevadlos a conocer, a conocer y amar a mi Amado Hijo Jesús y a su Santa Iglesia. Enseñadles a orar, enseñadles a amar, orar con ellos, orar con ellos y por ellos. Sí, hijitos míos, haced lo que os pido.
Hijitos míos, abrid vuestro corazón, orad como os tengo mandado. Amad hijitos míos, orad con la palabra, orad con la mente, orad con el corazón. Abridle de par en par, vuestro corazón a Cristo Jesús y a su Santa Iglesia.
Sí, hijitos míos, una vez más os digo, aquí en la cima de esta montaña santa: Tened cuidado, no os dejéis engañar, estad siempre, hijitos míos, con el Corazón, loa mente y la palabra puesta en la Santísima y Divina Trinidad.
Sí, hijitos míos, y ahora os pido a todos los que habéis subido a esta montaña santo, os lo pido una vez más: Papás, mamás, enseñad a vuestros hijos a orar. Orar con ellos y por ellos. Sí, hijitos míos.

Y sin más por hoy en este día, y en esta montaña santa, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras y a su marca maldita? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? ¿Amáis mi Santa Iglesia? Orad por ella ¿Amáis a vuestro pastor?... Orad por él. Y vosotros ¿os amáis hijitos míos?
Tomaos de la mano aceptándoos unos a los otros y amándoos, hijitos míos como os ama el corazón de Cristo y mi Corazón Inmaculado.
En este estado de Gracia y en la cima de esta montaña santa, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, Yo os bendigo, hijitos míos, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos

13 – JUNIO – 2016

Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y  la Stma Virgen dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, hijos muy amados, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy va dirigido a todos los habitantes de este planeta. Sí, hijitos míos, el planeta tierra.
Hace un largo, largo tiempo que Yo, Vuestra Madre Celestial, vengo formando un Ejército grande y poderoso Sí, hijitos míos, este es mi Ejército Blanco. En este día os digo, en este tiempo de la gran prueba, este tiempo de dolor y oscuridad: No os voy a dejar. Seguiré hijitos míos agrandando mi Ejército con todos aquellos que escuchen mi voz y cumplan fielmente la palabra de Dios. Sí hijitos míos, como ya os tengo predicho a lo largo de este tiempo de tinieblas y dolor, Yo, Vuestra Madre Celestial os abriré con frecuencia la puerta del refugio, de mi Corazón Inmaculado. Sí, hijitos míos, aquí en esta montaña santa.
Hijitos míos, escuchad y entended lo que os voy a pedir. Quiero hijitos míos, es mi deseo pediros un día más lo que ya os tengo predicho. Quiero hijitos míos,  os lo pido desde lo más profundo de mi corazón Inmaculado, recéis todos los días el santo Rosario, leáis todos los días, vuestro libro, el Santo Evangelio. Quiero hijitos míos que paséis con frecuencia por el sacramento de la confesión. Quiero hijitos míos que viváis con fe, la santa Eucaristía.
Sí, hijitos míos, en este día y en esta montaña santa, os voy a abrir para todos los que habéis subido, la puerta del refugio de mi Corazón Inmaculado.
Pero antes os pregunto hijitos míos: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia? Orad por ella ¿Amáis a vuestro pastor?... Orad por él. Y vosotros ¿os amáis hijitos míos?
Ésta es vuestra fe, ésta es la verdad, que nada ni nadie os haga vacilar.
Ahora, os abro de par en par la puerta del refugio de mi Corazón Inmaculado, entrad todos y llenaos de gracia.

Luz Epifanía:
Madre, me abres la puerta de tu Corazón Inmaculado, la puerta de tu refugio, Madre, gracias Madre, rodeada de tus ángeles y arcángeles voy a entrar, yo te pido Madre que entren todos, todos lo que están aquí conmigo en la cima de esta montaña santa.
Que bien se respira aquí, que grande es esto, Madre.  Ay que grande es esto. Ay que gozo es estar aquí, llama a todos, llámalos a todos que entren aquí, esto es vida, Madre, esta es la Vida, esta es la Vida, Madre. Que grande es, cuantos ángeles, arcángeles… Madre, gracias Madre, gracias Madre.
Santísima y Divina Trinidad, yo te adoro, Dios mío, Dios mío, Dios mío, Yo te amo en el Santísimo Sacramento, para gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Déjame aquí, Madre, déjame aquí. Que alegría Madre… Tengo que regresar porque tengo que trabajar… sí, Madre, gracias por este momento de gracia y luz que Tú nos has dado.
Pero como está esta montaña de luz, de ángeles, de arcángeles, Madre llama al mundo entero que suba a esta montaña y reciban esta gracia, esta gracia es de salvación.
La Stma Virgen:
Hijitos míos, esta gracia que habéis recibido, guardadla en vuestro corazón y recordad lo que os he pedido, antes de entrar en el refugio de mi Corazón Inmaculado. Sí, hijitos míos, ahora todos arrodillaos, tomaos de la mano y bajo esta gracia divina, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, Yo os bendigo, hijitos míos, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos