PRIMER VIERNES: 02 – SEPTIEMBRE – 2016
Décima estación, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la
Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos
los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la
cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el
suelo en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo
perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va
dirigido a mis almas consagradas: religiosas, sacerdotes, obispos y cardenales.
Con profundo dolor os digo en este día, lo que mis ojos ven: Veo hijitos míos,
la cruz tan grande, tan inmensamente grande que tenéis que llevar en este
tiempo de la gran prueba. Pero no tengáis miedo, sed fuertes, sed valientes,
porque Yo, hijitos míos, Vuestra Madre Celestial, estaré con vosotros.
Sí, hijitos míos, por eso os pido en este día, a
todos los que habéis subido a esta montaña santa, subáis al Calvario orando
este santo viacrucis con fe y con amor, pidiendo en cada una de sus estaciones
por mis almas consagradas. Sí, hijitos míos, como ya os tengo predicho, no
estáis solos, mi Amado Hijo, Jesús, está a mi lado, escuchadle, amadle,
adoradle, haced lo que os pida.
Doy paso a mi Amado Hijo, Jesús.
Jesús:
Hermanos, no temáis soy Jesús, Jesús de Nazaret, el
Llagado, el Crucificado, el Hijo del Padre, como veis hermanos soy fiel a
nuestras citas ¿Y vosotros? Abrid vuestros corazones, abrid la puerta de
vuestros corazones a Cristo. Sí, ahora hermanos voy a bendecir vuestros cirios:
Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo.
Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo.
Vuestros cirios han sido bendecidos con una gracia
especial, como ya os tengo predicho, en este día os digo: Estos cirios
protegerán vuestros hogares de las fuerzas malignas. Sí, hermanos, haced que
luzcan en vuestros hogares.
Ahora hermanos, doy paso a mi Madre Santa,
escuchadla, amadla, haced lo que os pido.
La Stma Virgen:
Hijitos míos, sin más por hoy, en presencia de mi
Amado Hijo Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a
sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo?
¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa
Iglesia? Orad por ella ¿Amáis a vuestro pastor?... Orad por él.
Y sin más, Yo os bendigo en este momento de gracia y
en esta montaña santa, como el Padre os bendice por medio del Hijo y con su
Espíritu.
Adiós hijitos míos.
PRIMER SÁBADO:
3 – SEPTIEMBRE – 2016
Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en
éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos, no
temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine
siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en
este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis
subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra divina
presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a
la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los
pecadores del mundo.
Hijitos míos,
el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los habitantes de este
planeta. Sí, hijitos míos, en este día mi corazón sangra, mis ojos lloran y
entre lágrimas, hijitos míos, en este día os digo lo que mis ojos ven: Veo a
decenas y decenas de millares de hijos míos que no cogen mis mensajes en su
corazón, se ríen, se mofan y emprenden el camino hacia la perdición. No oran,
no oran como les tengo mandado. Hijitos míos, deteneos, deteneos porque habéis
emprendido el camino hacia el abismo más profundo de todos las profundidades
del mundo.
Hijitos míos,
en este día os pido, vaciaos el corazón, vaciaos el corazón de mundo, llenarlo
de amor, llenarlo de Dios.
Hijitos míos,
si pudierais entender el dolor de corazón de una Madre que os ama. Sí, hijitos
míos, desciende del cielo a esta montaña santa, a traeros la salvación. Orad
hijitos míos, los que venís aquí, los que escucháis mis mensajes. La oración es
vuestra vida, la oración es luz, la oración es vuestra salvación.
Y sin más por
hoy, hijitos míos, en presencia de mi Amado Hijo, Mi Amado Hijo Jesús, os
pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces?
¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios
Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia? Orad
por ella ¿Amáis a vuestro pastor?... Orad por él.
Y ahora os
pido a todos los que habéis subido a esta montaña Santa: Tomaos de la mano,
abridme vuestro corazón. Sí, hijitos míos y en este estado de Gracia, en esta
montaña santa, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, Yo os bendigo como el Padre
os bendice por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos
míos.
13 –
SEPTIEMBRE – 2016
Cuarto misterio de dolor,
Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos, no
temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine
siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos,
en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración
habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra divina
presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a
la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los
pecadores del mundo.
Hijitos míos,
el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los habitantes de este
planeta. Sí, hijitos míos, con profundo dolor os digo en este día lo que mis
ojos ven. Veo decenas y decenas de millares de espíritus del mal luchando
contra los espíritus, espíritus angélicos. Sí, hijitos míos, estos espíritus
del mal, quieren robar, quieren apoderarse de vuestras almas. Tened cuidado,
hijos míos, no os dejéis seducir por estos espíritus del mal. Uníos todos,
seguidores, seguidores de Cristo. Estad unidos, orad unidos, tened cuidado,
defendeos hijitos míos con el arma más poderosa: La oración, el santo rosario.
Haced lo que os pido, no tengáis miedo.
Y sin más por
hoy, deseando desde lo más profundo de mi corazón, mi Corazón Inmaculado,
hayáis entendido este, mi mensaje, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, os
pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces?
¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios
Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia? Orad
por ella ¿Amáis a vuestro pastor?... Orad por él. Y vosotros ¿os amáis hijitos míos?
Ésta es
vuestra fe, ésta es ña verdad, que nada ni nadie os haga vacilar.
Ahora uníos todos,
tomaos de la mano, aceptaos los unos a los otros, abridme la puerta de vuestros
corazones, en este estado de gracia, en la cima de esta montaña santa, en
presencia de mi Amado Hijo Jesús, Yo os bendigo como el Padre os bendice por
medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos
míos.