jueves, 14 de septiembre de 2017

Mensajes Virgen Agosto 2017

PRIMER VIERNES: 04 – AGOSTO- 2017

Novena estación, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:

Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.

Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los habitantes de este planeta. Sí, hijitos míos, con profundo dolor os digo en este día lo que mis ojos ven. Veo a mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo, perseguida, maltratada, dividida, crucificada. ¡Qué dolor tan profundo hijitos míos! Porque sí os digo: Este dolor irá en aumento. Por eso os pido, a todos los que en este día habéis subido a esta montaña santa, subáis al Calvario, ofreciendo este santo viacrucis, pidiendo y orando en cada una de sus estaciones. Orad por mis monjas, orad por mis sacerdotes, orad por mis obispos, orad por mis cardenales. Sí, hijitos míos, haced lo que os pido.

Y a vosotros sacerdotes, sacerdotes de mi Amado Hijo Jesús que escucháis mis mensajes, abrid los ojos y los oídos del alma y veréis con claridad el gran peligro, el gran dolor de todo lo que os digo que mis ojos ven.

Sin más por hoy y en presencia de mí Amado Hijo Jesús, deseando y esperando hayáis entendido el dolor de mi Corazón Inmaculado os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella ¿Amáis a vuestro pastor? Orad por él.
Necesito vuestra ayuda, vuestra ayuda espiritual. Y vosotros ¿os amáis hijitos míos? Ésta es vuestra fe, ésta es la verdad.

Ahora uníos todos, tomaos de la mano, aceptaos de corazón con nobleza, con sencillez, con amor. Sí, hijitos míos, orad siempre los unos por los otros.
Ahora, en este estado de gracia, mis manos entrelazadas están entre vuestras manos. Y en este de gracia y en presencia de mi Amado Hijo Jesús y en la cima de esta montaña santa, en este día  os bendigo como el Padre os  bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.

Adiós hijitos míos.

PRIMER SÁBADO: 05 – AGOSTO – 2017

Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, hijos muy amados, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los habitantes de este planeta. Hijitos míos, con profundo dolor os digo en este día, lo que mis ojos ven: Veo, hijitos míos, veo tanto dolor, veo tantas lágrimas, veo tantas vidas perdidas que jamás podréis imaginar. Sí, hijitos míos, veo las potencias malignas, las potencias de estas naciones preparando hijitos míos, una guerra sangrienta, dolorosa. ¡Ay hijitos míos! Veo derramar ríos de sangre. Por eso hijitos míos, en este día, mi corazón sangra, mis ojos lloran, al ver tanto y tanto dolor.
Escuchadme todos y haced lo que os pido. Os pido a esta nación y a todas las naciones: Poneos de rodillas, hijitos míos, orad unidos. Sí, hijitos míos, si oráis unidos detendréis estos ríos de sangre. Haced lo que os pido, arrodillaos todos, en este día, hijitos míos, si pudierais ver lo que mis ojos ven, haríais lo que os pido. Detened el tiempo, detened el tiempo con oración, orad por la paz, orad por la paz, orad por la paz.
Hijitos míos, una vez más os pido, en este día y en la cima de esta montaña santa, oréis con la palabra, oréis con la mente, oréis con el corazón. Cuando oréis hijos míos, pedid la paz, pedid la paz, pedid la paz.
Y sin más por hoy, hijitos míos, en presencia de mi amado Hijo, Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia? Orad por ella ¿Amáis a vuestro pastor? Orad por él. Y vosotros ¿os amáis hijitos míos?
Uníos todos, tomaos de la mano y aceptaos los unos a los otros, amándoos unos a otros como os ama mi Corazón Inmaculado.
Ahora todos unidos de las manos, yo uno mis manos a vuestras manos, entrelazadas están, recibid la gracia divina que Dios, vuestro Creador, ha depositado en mis manos y en mi corazón. Gracias Divinas.
Y ahora hijos míos, en este estado de gracia, en presencia de mi Amado Hijo Jesús y en la cima de esta montaña santa, en este día  os bendigo como el Padre os  bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos.

13 – AGOSTO – 2017

Cuarto misterio de gloria, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:

Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.

Hijitos míos, hijos muy amados, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.

Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los habitantes de este planeta. Sí, hijitos míos, con profundo dolor os digo, os digo a todos, en este día lo que mis ojos ven: Veo, hijitos míos, a decenas y decenas de millares de ángeles malignos persiguiendo a las almas, llevándolas a la perdición. ¡Ay hijitos míos cuánto dolor! Por eso os pido en este día, me escuchéis todos, quiero ser entendida y obedecida. Como ya os tengo predicho, este dolor irá en aumento, por eso os pido, os vuelvo a pedir, quiero ver vuestros hogares convertidos todos en iglesias domésticas. Sí, hijitos míos, éstas serán marcadas con el sello divino de Dios Padre, vuestro Creador y `protegidas las 24 horas del día por los ángeles del bien, entended y obedeced.
Hijitos míos, entended y obedeced y seréis ayudados y salvados. Sí, hijitos míos.

Y sin más por hoy, en este día hijitos míos y en la cima de esta montaña Santa os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella ¿Amáis a vuestro pastor? Orad por él. Y vosotros ¿os amáis hijitos míos?
Uníos todos, aceptaos los unos a los otros, tomaos de la mano y amaos unos a otros como os ama mi Corazón Inmaculado.

Y en este momento de gracia, en la cima de esta montaña santa, Yo, vuestra Madre celestial, pongo mis manos entre vuestras manos. Tomad esta gracia Divina, que en este día estoy derramando sobre todos vosotros.

Hijitos míos, en este momento de gracia, en presencia de mi Amado Hijo Jesús y en la cima de esta montaña santa, Yo os bendigo a todos como el Padre os  bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.


Adiós hijitos míos.