PRIMER VIERNES: 03 – AGOSTO – 2012
Décima estación, Luz Epifanía entra en éxtasis y la
Stma Virgen dice:
Hijos míos
no temáis soy vuestra Madre la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine
siempre entre todos vosotros.
Hijitos
míos, en este día os doy las gracias, a todos los que con fe, y espíritu de
oración habéis subido a esta montaña, en la cual es mi deseo y en nuestra
Divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad
saludando a la Santísima Trinidad pidiendo perdón por vuestros pecados y por
todos los pecadores del mundo.
Hijitos
míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los habitantes de
este planeta. Hijitos míos mi dolor es
tan profundo. ¿Y sabéis por qué? Porque mis palabras, mis palabras dolorosas,
no son escuchadas, mis palabras de angustia, no son escuchadas, son rechazadas,
son burladas.
¡Ay hijitos
míos! En este día os digo: Tened cuidado, las palabras escuchadas y obedecidas
son las de mi adversario, no caigáis en la tentación, no os apartéis de vuestra
Madre Celestial. Amad mi Santa Iglesia, amaos vosotros todos, amad a Cristo,
seguid a Cristo, proclamad a Cristo, si hacéis lo que os pido, mi adversario
retrocederá. Orad con la palabra, orad con la mente, orad con el corazón. Ahora
hijitos míos, mi amado Hijo Jesús, está a mi lado, escuchadle
Jesús:
Hermanos, yo
soy Jesús, Jesús de Nazaret, el Llagado, el Crucificado, el Hijo del Padre.
Como veis hermanos, soy fiel a nuestras citas. ¿Y vosotros?... ¡Cuántos
peligros hermanos! ¡Cuantos peligros acechan vuestras vidas! Escuchad a mi
Madre Santa, obedecedla en todo y seréis protegidos.
Ahora
hermanos, en este día y en este santo viacrucis, voy a derramar una gracia
especial, cada uno de vosotros, subirá al calvario con un cirio encendido, al
finalizar, ese cirio, llevadlo a vuestro hogar y encendedlo enseguida. Haced lo
que os pido, hermanos.
Ahora, voy a
bendecir vuestros cirios. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri
et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo.
Vuestros
cirios hermanos ya han sido bendecidos. Ahora, doy paso a mi Madre Santa.
La Stma Virgen:
Hijitos
míos, sin más por hoy, en presencia de mi amado Hijo Jesús, os tengo que
preguntar: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¡Ay hijitos míos
son tantos! ¿Renunciáis a sus obras? Son tan malignas ¿Amáis a Dios Padre?
¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu? ¿Amáis mi Santa Iglesia? ¿Amáis al
Obispo de Roma vuestro Papa? Y vosotros ¿os amáis hijitos míos?
Ésta es
vuestra fe, ésta es la verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar
Y sin más
por hoy hijitos míos, en presencia de
mi amado Hijo Jesús, Yo os bendigo como el Padre os bendice, por medio del Hijo
y con su espíritu.
Adiós
hijitos míos.
PRIMER
SABADO: 04 - AGOSTO – 2012
Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis
y a la Stma Virgen dice:
Hijos míos
no temáis soy vuestra Madre la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine
siempre entre todos vosotros.
Hijitos
míos, hijos muy amados, en este día os doy las gracias, a todos los que con fe,
y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi
deseo y en nuestra divina presencia, os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Santísima
y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados, y por todos los
pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de este día es breve
y va dirigido con amor a todo mi Ejército Blanco presente y ausente. Hijitos
míos, en este día os quiero hacer saber, entender, a todo mi Ejército, mi Ejército
Blanco, que desde el día en que fuisteis consagrados a mi Corazón Inmaculado,
Yo, vuestra Madre celestial, cuido de vosotros y de vuestros hijos. Por eso os
pido en este día: Quiero ver crecer, quiero ver entrar nuevos soldados a mi
Corazón Inmaculado. A todos hijitos míos os pido entrar en mi Ejército Blanco.
Hijitos
míos, hijos muy amados, esperando hayáis entendido este mensaje, yo os tengo
que preguntar en presencia de mi amado Hijo Jesús, sin más por hoy: ¿Renunciáis
a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios
Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? ¿Amáis mi Santa
Iglesia? ¿Amáis al Obispo de Roma, vuestro Papa? Orad por él Y vosotros ¿Os
amáis hijitos míos?
Quiero ver
crecer el amor en vuestros corazones.
Y en
presencia de mi Amado Hijo Jesús, Yo en este día os bendigo como el Padre os
bendice, por medio del Hijo y con su espíritu.
Adiós
hijitos míos.
13 – AGOSTO – 2012
Cuarto misterio de gloria, Luz Epifanía entra en éxtasis
y la Stma Virgen dice:
Hijos míos
no temáis soy vuestra Madre la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine
siempre entre todos vosotros
Hijitos
míos, en este día os doy las gracias, a todos los que con fe, y espíritu de
oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra
divina presencia, os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la
Santísima y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados, y por todos
los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y
va dirigido a mis almas consagradas, religiosas, sacerdotes, obispos y
cardenales: Abrid vuestro corazón, escuchad mi voz de angustia, mi mensaje de
dolor. En este día os digo lo que mis ojos ven. Veo a mi adversario, Satanás,
introduciéndose entre todos vosotros, sembrando la duda, el odio, la envidia,
el deseo, la división. ¡Ay hijitos míos! Escuchad mi voz, entended mi aviso y
haced lo que os pido. Estad unidos, amad a Cristo, servid a Cristo y a todos
sus seguidores. Orad con la palabra, pasad horas de entrega y adoración ante el
Sagrario Divino.
Hijitos míos, esperando hayáis entendido y
obedecido, en presencia de mi amado Hijo, Jesús, a todos en este día, los que
estáis en esta montaña Santa, os tengo que preguntar: ¿Renunciáis a Satanás?
¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre?
¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? ¿Amáis mi Santa Iglesia?
¿Amáis a vuestro vicario el Santo Padre? Orad por él. Y vosotros ¿Os amáis
hijitos míos?
Con profundo
dolor os digo: ¡Veo tanta pobreza en vuestros corazones!
Y sin más Yo
os bendigo, en este día, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, como el Padre os
bendice, por medio del Hijo y con su espíritu.
Adiós hijitos míos.