PRIMER VIERNES: 01 – OCTUBRE – 2021
Novena estación, Luz Epifanía entra en
éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos no temáis, soy vuestra Madre,
la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las
gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta
montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os
inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y
Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores
del mundo.
Hijitos míos el mensaje de hoy es de dolor
y va dirigido a toda la humanidad.
Sí, hijitos míos, este día mis ojos
lloran, mi corazón sangra por lo que mis ojos ven. En este día hijitos míos, os
hago saber a todos con profundo dolor: Mi adversario Satanás con todo su
Ejército maldito prepara una guerra de fuego, una guerra de dolor, una guerra
mala, una guerra hijitos míos, una guerra mundial. Por eso os pido hijitos
míos, a todos en general, en especial a vosotros, los que en este día habéis
subido a esta montaña santa, subáis al Calvario viviendo con dolor y orando todos,
en cada una de sus estaciones. Orad por el amor, orad por la conversión, orad
por la paz, orad por la paz hijitos míos. Como ya os tengo predicho, en esta
subida al Calvario no estáis solos, mi Amado Hijo Jesús, Yo, Vuestra Madre
Celestial, María Inmaculada, oramos con vosotros y por vosotros. Sí, hijitos
míos, orad con fe. Orad por el dolor que causará esta guerra maldita. Sí,
hijitos míos.
Ahora hijitos míos, mi Amado Hijo Jesús
está a mi lado. Escuchadle, amadle, adoradle, haced lo que os pide.
Jesús:
Hermanos no temáis soy Jesús, vuestro
Jesús, Jesús de Nazaret. El Llagado, el Crucificado, el Hijo del Padre. Como
veis hermanos no falto a nuestras citas. En este día desciendo del cielo de
mano de mi Madre Santa, Vuestra Madre, María Inmaculada a traeros la salvación.
Sí, hermanos, ahora, voy a bendecir
vuestros cirios: “Gloria Patri, et Filio et Spiritui Sancto. Gloria Patri, et
Filio, et Spiritui Sancto. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto”.
Hermanos, vuestros cirios, en este día,
están bendecidos con una luz especial. Como ya os tengo predicho, las
veinticuatro horas del día, en vuestros hogares no dejen de alumbrar.
Ahora hermanos, doy paso a mi Madre Santa,
Vuestra madre, María Inmaculada. Amadla, seguidla, haced lo que os pide.
La Stma Virgen:
Hijitos míos y sin más por hoy, en este
día y en la cima de esta montaña santa, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a
Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios
Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina
Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de
Cristo? Orad por ella. ¿Amáis a vuestro
Pastor? Orad por él. Y vosotros, ¿os amáis, hijitos míos?
Ésta es vuestra fe, ésta
es la verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar.
Ahora hijitos míos, uníos
todos venid a mí y entrad bajo mi manto santo. Sí, hijitos míos, entrad bajo mi
manto santo. Acercaos al refugio de mi Corazón Inmaculado.
En este estado de gracia,
bajo mi manto santo y en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, en la cima de esta
montaña santa, en este día os bendigo a todos, como el Padre os bendice por
medio del Hijo y con su Espíritu.
Sí, hijitos míos, que, en
esta montaña santa, bajo mi manto santo, camino con vosotros a la morada santa.
Sí, hijitos míos. Adiós hijitos míos.
PRIMER
SÁBADO: 02 – OCTUBRE – 2021
Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía
entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijitos
míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de
oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra
divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad,
saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y
por todos los pecadores del mundo.
Hijitos
míos el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos
los sacerdotes de mi Amado Hijo Jesús. Hijitos míos, escuchad mi voz y abridme
los oídos y los ojos del alma y entended lo que en este día os vengo a pedir.
Sí, hijitos míos, os pido a todos en general, cada uno de vosotros, en vuestras
parroquias, recéis con vuestro pueblo el santo rosario. Sí, hijitos míos,
hacedlo ya, hacedlo ya, haced lo que os pido y detened el mal que brota día a
día en toda la humanidad.
Y sin más por hoy, y en presencia de mi
Amado Hijo, Jesús, en la cima de esta montaña santa os pregunto una vez más:¿Renunciáis
a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios
Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina
Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de
Cristo? Orad por ella. ¿Amáis a vuestro
Pastor? Orad por él. Y vosotros, ¿os amáis, hijitos míos?
Ésta es vuestra fe, ésta
es la verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar.
Ahora, uníos todos,
hijitos míos, venid y entrad bajo mi manto santo, acercaos todos a la puerta
del refugio de mi Corazón Inmaculado. Sí, hijitos míos, todos entrad bajo mi
manto Santo y día a día seréis bendecidos y protegidos.
Como ya os tengo
predicho, hijitos míos, día a día camino con vosotros hacia la morada santa.
Y en este estado de
gracia, hijitos míos, en la cima de esta montaña santa, bajo mi manto santo y
en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, os bendigo en este día hijitos míos, como
el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu. Caminad conmigo. No
faltéis a nuestras citas, no salgáis bajo mi manto santo.
Adiós hijitos míos.
13
– OCTUBRE – 2021
Cuarto misterio de Gloria, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma. Virgen dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra madre, la Purísima Concepción. Que la gracia de Dios descienda siempre sobre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo, y en nuestra divina presencia, os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Santísima y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor, y va dirigido a todos los habitantes de este planeta. Sí hijitos míos, en este día mis ojos lloran, mi corazón sangra, por lo que mis ojos ven. Hijitos míos, en este día os hago saber y os digo a todos lo que mis ojos ven. Sí hijitos míos, en este día veo, hijitos míos, a decenas y decenas de millares, hijos míos, que han emprendido el camino del infierno. Sí hijitos míos, practican la envidia, el odio, el crimen, la droga, la prostitución. Sí hijitos míos, deteneos, retroceded. Sí hijitos míos, retroceded. Tomad el Santo Rosario y rezadlo día a día como os tengo mandado. Dejad el camino del infierno. Sí hijitos míos, dejad el camino del infierno. Escuchad mi voz, mi dolor y mi llanto y haced lo que os pido. Por este camino del infierno que habéis emprendido os hago saber: entraréis en el infierno para la eternidad. Así pues hijitos míos, retroceded, retroceded y tomad el camino del cielo.
Hijitos míos, el amor de este pobre alma es tan profundo… Sabed hijitos míos que día a día ora por vosotros y con vosotros. Sí hijitos míos…
Y sin más por hoy, en la cima de esta
montaña santa, y en presencia de mi amado Hijo Jesús, os pregunto una vez más:
¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras?
¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? ¿La
Santísima y Divina Trinidad? ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la
Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella. ¿Amáis a vuestro pastor? Orad por él.
¿Y vosotros os amáis, hijitos míos? Esta es vuestra fe, esta es la verdad. Que
nada ni nadie os haga vacilar.
Ahora uníos todos, hijitos míos, y entrad bajo mi manto santo. Acercaos todos a la puerta del refugio de mi corazón inmaculado. Sí hijitos míos, bajo mi manto santo, día a día, seréis bendecidos y protegidos. Y como ya os tengo predicho, bajo mi manto santo, camino con vosotros a la morada santa. Ahora hijitos míos, en este estado de gracia, en la cima de esta montaña santa y en presencia de mi amado hijo Jesús, os bendigo en este día hijitos míos como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos