domingo, 4 de noviembre de 2018

Mensajes Virgen Octubre 2018


PRIMER VIERNES 5 – OCTUBRE – 2018

Novena estación, Luz Epifanía entra en éxtasis la Stma Virgen dice:

Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.

Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a mi Ejercito Blanco y a los sacerdotes de mi amado Hijo Jesús.
Hijitos míos: Con profundo dolor os digo en este día lo que mis ojos ven, veo hijitos míos, a decenas de millares, decenas y decenas de millares de espíritus del mal, estos, hijitos míos, están invadiendo el Planeta Tierra. Cuanto dolor están causando hijitos míos, están llevando a millares    y millares de almas a la perdición, separando hijitos míos, a familias enteras y cometiendo y haciendo cometer, crímenes horrendos, pero mirar hijitos míos, un día más os prevengo Ejercito Blanco, mi Ejercito Blanco, sacerdotes de mi amado Hijo Jesús, vosotros sois sus favoritos, os prevengo una vez más, estar unidos, ayudaros mutuamente los unos a los otros, si hijitos míos, orar unidos, haced lo que os pido, porque cerca está, hijos míos, el día maldito que estos invadan la tierra. Si, hijitos míos, el planeta tierra en peligro está.
Ahora os pido, hijitos míos, subáis al Calvario orando este Santo Viacrucis, por vosotros mi Ejercito Blanco y por los sacerdotes de mi amado Hijo Jesús. Como ya os tengo predicho, no estáis solos, mi amado Hijo Jesús y Yo, vuestra Madre Celestial, estamos a vuestro lado y oramos con vosotros y por vosotros.
Ahora, hijitos míos, sin nada más por hoy, esperando me hayáis entendido y obedecido en la cima de esta Montaña Santa, os pregunto una vez más:  ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia? Vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo, orad por ella ¿Amáis a vuestro pastor? Orad por él. Y vosotros ¿os amáis hijitos míos? Desde aquí os pido ¡Esforzaros! Y amaros unos a otros como os ama mi Corazón Inmaculado.
Ahora, uníos todos, tomaos de la mano, uníos todos en cuerpo y alma, si hijitos míos y en este estado de gracia, mis manos están unidas a vuestras manos, si, hijitos míos, en este estado de gracia y en la cima de esta Montaña Santa, en presencia de mi amado Hijo Jesús. Yo os bendigo en este día, como el Padre os  bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.

Adiós hijitos míos.

PRIMER SÁBADO: 6 – OCTUBRE – 2018

Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:

Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.

         Hijitos míos; el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los habitantes de este planeta. Si, hijitos míos, con profundo dolor os digo en este día, lo que mis ojos ven, veo hijitos míos, a decenas y decenas de millares de almas cometiendo entre el día y la noche, noche y día, los pecados más graves que os podéis imaginar, sí hijitos míos, son tan graves hijitos, aún más graves que un cáncer maligno, por eso os pido, hago una llamada desde esta Montaña Santa, a todos los sacerdotes de mi amado Hijo Jesús, escuchéis mi voz, mi angustia, hijitos míos, y os pido trabajéis sin descanso, salvando a estas almas perdidas, a estas almas hijitos míos que cometen estos pecados tan graves atraen al tiempo maligno, habrá un dolor de estos pecados tan graves, adelantan el tiempo, el tiempo de los tiempos tan dolorosos que han de venir.
Por eso, hijitos míos, amados sacerdotes de mi amado Hijo Jesús, día y noche, sin descanso, ayudad y salvad a estas almas que tanto dolor con sus graves pecados van a causar.      
Y sin más por hoy, hijitos míos, esperando y deseando hayáis entendido, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, en la cima de esta Montaña Santa, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia? Orad por ella. ¿Amáis a vuestro pastor? Orad por él. Y vosotros ¿os amáis hijitos míos? Amaos unos a otros como os ama mi Corazón Inmaculado.

Ahora, uníos todos, tomaos de la mano, aceptaos los unos a los otros y amaos con la misma intensidad que os ama mi Corazón Inmaculado. Ahora mis manos, hijitos míos, entrelazadas están en vuestras manos, y en este momento de gracia, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, y en la cima de esta Montaña Santa, en este día os bendigo, hijitos míos,  como el Padre os  bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.

Adiós hijitos míos.



13 – OCTUBRE – 2018
            Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
            Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a mis almas consagradas, religiosas, sacerdotes, obispos y cardenales, escuchad todos y entended lo que en este día, con profundo dolor os vengo a pedir. Hijitos míos; con profundo dolor os digo en este día lo que mis ojos ven, veo a mi adversario Satanás, atacando sin piedad al corazón de mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Santa Iglesia de Cristo. Si hijitos míos, a todos os prevengo, tened cuidado, porque sus secuaces son tantos, que jamás podéis imaginar, quieren, hijitos míos, enfrentaos los unos con los otros y acabar con todos, por eso os pido una vez más, tened cuidado, sed mansos como palomas, pero astutos como serpientes, porque todos, hijitos míos, estáis en peligro  

Ahora hijitos míos, mi Amado Hijo Jesús, está a mi lado,  escuchadle, amadle, adoradle, haced lo que os pide.

Jesús:
Hermanos, no temáis, soy Jesús, vuestro Jesús, Jesús de Nazaret, el Llagado, el Crucificado, el Hijo del Padre, como veis hermanos, no falto a nuestras citas. En este día, desciendo del cielo de mano de nuestra Madre Santa, vuestra Madre, María Inmaculada, Descendemos del Cielo hermanos, a traeros el amor, la gracia, la fe y la salvación. Ahora, hermanos, un día más,  bendigo vuestros cirios: “Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto”.

Hermanos, vuestros cirios han sido bendecidos, ahora os pido, día a día, luzcan en vuestros hogares, si hermanos, como ya os tengo predicho, mi luz y mi imagen, las veinticuatro horas del día, estarán en vuestros hogares, haced  lo que os pido, escuchad a mi Madre Santa, vuestra Madre, María Inmaculada y haced lo que os pide.

La Stma Virgen:
Hijitos míos, sin más por hoy, deseando ser entendida y obedecida, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella, ¿Amáis a vuestro pastor? Orad por él. Y vosotros ¿os amáis hijitos míos? En este día os pido una vez más, amaos los unos a los otros, como os ama mi Corazón Inmaculado. 
Ahora uníos todos, tomaos de la mano, aceptaos los unos a los otros y amándoos en profundidad, como os ama mi Corazón Inmaculado.
Y ahora, en este momento de gracia, y en la cima de esta montaña santa una vez más, mis manos, entrelazadas están a vuestras manos, si hijitos míos. Y en este estado de gracia y en la cima de esta montaña santa os bendigo a todos, como el Padre os bendice por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos.