PRIMER SÁBADO: 1 – SEPTIEMBRE – 2018
Cuarto
misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima
Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos
los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la
cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el
suelo en acto de humildad, saludando a la Stma. y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros
pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va
dirigido a mi Ejército Blanco y a los sacerdotes de mi Amado Hijo, Jesús.
Hijitos míos, con profundo dolor os digo en este día lo que mis ojos ven: Veo a
mi Adversario Satanás, formando un grupo, un ejército maligno, y este ejército,
hijitos míos, está formado por niños, jóvenes y mayores. Quiere hijitos míos,
quiere hacer brotar una guerra mala, una guerra cruel. Sí, hijitos míos, por
eso os pido en este día a mi Ejército Blanco y a los sacerdotes de mi Amado
Hijo, Jesús, subáis todos los días de cita, aquí, a esta montaña santa. Os
quiero tener cerca, hijitos míos, os quiero tener cerca del refugio de mi
Corazón Inmaculado. Sí, hijitos míos, para llegado el momento estar a mi lado y
abriros la puerta de par en par del refugio de mi Corazón Inmaculado. Haced lo
que os pido, hijitos míos, abridme los oídos del alma y escuchad todos y haced
lo que os pido porque como ya os tengo predicho a todos, pase lo que pase,
venga lo que venga, mi Corazón Inmaculado triunfará. Así pues, hijitos míos,
haced lo que os pido, estad unidos, orad unidos.
Y sin más por hoy, hijitos míos y en presencia de mi
Amado Hijo Jesús y en la cima de esta montaña santa, os pregunto una vez más:
¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras?
¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La
Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la
Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella, estad unidos, orad unidos. ¿Amáis a
vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros ¿os amáis hijitos míos?
Esta es vuestra fe, esta es la verdad
Ahora unidos todos, hijitos míos, tomaos de la mano, aceptaos
los unos a los otros y amaos unos a otros como os ama mi Corazón Inmaculado.
Ahora mis manos hijitos míos entrelazadas están en
vuestras manos. Y así, hijitos míos, en este momento de gracia y en la cima de
esta montaña santa, en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, en este día os
bendigo como el Padre os bendice por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos
PRIMER VIERNES: 07 – SEPTIEMBRE – 2018
Décima estación,
Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma. Virgen dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima
Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos
los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la
cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el
suelo en acto de humildad, saludando a la Stma. y Divina Trinidad, pidiendo
perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va
dirigido a todos los habitantes de este planeta. Sí, hijitos míos, en este día
os digo con profundo dolor lo que mis ojos ven. Entre lágrimas, hijitos míos,
en este día veo a decenas de millares de hijos míos que han perdido la fe. Han
dado la espalda a Cristo, a su Santa Iglesia, y caminan sin rumbo a la
perdición. Hijitos míos, deteneos. Deteneos, hijitos míos. Retroceded a vuestro
Dios. Retroceded todos a la Santa Iglesia de Cristo, la que habéis abandonado.
Escuchad mi llanto y mi dolor al veros, hijitos míos, en el camino de la
perdición. Sí, hijitos míos, escuchad mis mensajes, guardadlos en vuestros
corazones, meditando diariamente en nombre de Dios, vuestro creador. Ay,
hijitos míos, haced lo que os pido.
Hijitos
míos, una vez más os pido no perdáis la fe, alimentadla día a día con la
oración, con la Santa Eucaristía. Sí, hijitos míos, orad como os tengo mandado,
Orad con la palabra, orad con la mente, orad con el corazón. Sed fuertes y,
pase lo que pase, no abandonéis nunca la Santa Iglesia de Cristo ni la oración.
Ahora, hijitos míos, en este día os pido subáis al calvario, ofreciendo este
Santo Viacrucis por toda mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia
Santa de Cristo, que en peligro está. Como ya os tengo predicho, hijitos míos,
en esta subida al calvario no estáis solos, mi Amado Hijo Jesús y yo, vuestra
Madre Celestial, oramos con vosotros y por vosotros. Haced lo que os pido,
hijitos míos, recordad día a día que desciendo del Cielo a esta montaña santa a
traeros la salvación. Y sin más, hijitos míos, sin más por hoy, y en presencia
de mi Amado Hijo Jesús y en la cima de esta montaña santa, os pregunto una vez
más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus
obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo?
la Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia,
la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella. ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por
él. Hijitos míos, esta es vuestra fe, esta es la verdad.
Ahora uníos todos, tomaos de la mano,
aceptaos los unos a los otros y amándoos todos unos a otros, como os ama mi
Corazón Inmaculado. Ahora, hijitos míos, mis manos entrelazadas están a
vuestras manos. En este momento de gracia, en la cima de esta montaña santa en
presencia de mi Amado Hijo Jesús, os bendigo, hijitos míos, como el Padre os
bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós, hijitos míos.
13
– SEPTIEMBRE – 2018
Cuarto misterio de Luz, Luz Epifanía entra
en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos
míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios
reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos
míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de
oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra
divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad,
saludando a la Stma. Y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y
por todos los pecadores del mundo.
Hijitos
míos, el mensaje va dirigido a todo mi Ejercito Blanco, presente y ausente. En
este día, hijitos míos, mis lágrimas son de gozo, no de dolor, porque una vez
más, hijitos míos he visto crecer mi Ejército Blanco, el cual, hijitos míos lo
llevo siempre en mi Corazón Inmaculado. Como ya os tengo predicho, mi Ejército
es grande, sí, hijitos míos y no estáis solos, Yo, Vuestra Madre Celestial,
estoy a con todos vosotros. A todos os llevo, hijitos míos, os llevo dentro de
mi Corazón Inmaculado.
Ahora
hijitos míos, escuchad y entended y haced lo que os pido: Estad unidos a mi
Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo. Sí, hijitos
míos, amad a Cristo, a su Santa Iglesia y a los sacerdotes de mi Amado Hijo
Jesús.
Sí,
hijitos míos, a todos os digo, sacerdotes de mi amado Hijo Jesús: Amad y ayudad
a mi Ejército Blanco. Estad todos unidos, no tengáis miedo, pase lo que pase,
vuestra unión, hijitos míos vaya adelante porque sabed todos que llegará el día
del gran dolor, pero no estaréis solos, ese día, hijitos míos, se abrirá para
todos, os abriré a todos, las puertas del refugio de mi Corazón Inmaculado.
Todos seréis bendecidos, consolados y salvados.
Ahora
hijitos míos, mi Amado Hijo Jesús está a mi lado, escuchadle, amadle, haced lo
que os pide.
Jesús:
Hermanos,
no temáis, soy Jesús, vuestro Jesús, Jesús de Nazaret, el Llagado, el
Crucificado, el Hijo del Padre, como veis hermanos soy fiel a nuestras citas,
aquí en la cima de esta montaña santa.
Ahora
hermanos, voy a bendecir vuestros cirios: Gloria
Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui
Sancto. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto.
Hermanos,
vuestros cirios han sido bendecidos para vuestros hogares. Sí, hermanos, como
ya os tengo predicho, a través de estos cirios, mi luz y mi imagen estarán en
vuestros hogares. Ahora hermanos, doy paso a mi Madre Santa, Vuestra Madre,
María Inmaculada. Haced lo que os pide.
La Stma Virgen:
Hijitos míos
y sin más por hoy, en la cima de esta
montaña santa y en presencia de mi Amado Hijo Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces?
¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios
Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia,
vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella. ¿Amáis a
vuestro Pastor? Orad por él.
Uníos
todos, tomaos de la mano, aceptaos los unos a los otros y amaos todos unos a
otros, como os ama mi Corazón Inmaculado.
En
este momento de gracia, hijitos míos, mis manos, unidas están a vuestras manos.
Sí, hijitos míos, en este estado de gracia y en presencia de mi Amado Hijo
Jesús, en la cima de esta montaña santa, Yo os bendigo como el Padre os
bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós,
hijitos míos.