PRIMER
VIERNES: 01 – AGOSTO – 2014
Duodécima estación, Luz Epifanía entra en éxtasis la
Stma Virgen dice:
Hijos míos
no temáis soy vuestra Madre la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine
siempre entre todos vosotros.
Hijitos
míos, en este día os doy las gracias, a todos los que con fe, y espíritu de
oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra
Divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad
saludando a la Santísima y Divina Trinidad pidiendo perdón por vuestros pecados
y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos
míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a mis almas consagradas y a
todo mi Ejército Blanco. Hijitos míos, con profundo dolor os digo en este día
lo que mis ojos ven: Sí hijitos míos, mi corazón sangra, mis ojos lloran por lo
que ven. Con profundo dolor os digo en este primer viernes de mes: Veo una gran
persecución a mi Santa Iglesia. Veo la persecución más grande y dolorosa y
sangrienta de todos los tiempos. Veo mis conventos, hijitos míos, saqueados y
prendidos fuego, mis seminarios saqueados, prendidos fuego.
Sí, hijitos
míos, por eso es que os pido en este día, pido a mis monjas, a mis sacerdotes,
a mis obispos, a mis cardenales y a todo mi Ejército Blanco: Sed prudentes, sed
valientes, pase lo que pase no neguéis a Cristo. Os obligarán, os castigarán
para renunciar a vuestra fe, para negar a Cristo. Yo, vuestra Madre celestial,
os pido en este día una vez más: Estad fuertemente unidos, ayudaos mutuamente,
orad con fe, orad unidos como ya os tengo predicho, no tengáis miedo, en los
momentos más dolorosos yo estaré a vuestro lado. Amad a Cristo, adorad a
Cristo… sí hijitos míos
Hijitos míos
os pido en este día, en esta subida al Calvario, ofreciendo en este día, este
Santo Viacrucis por mis almas consagradas y por vosotros, mi Ejército Blanco.
Arrodillaos en cada estación, pidiendo en ellas hijitos míos, a vuestro Padre
Celestial, con fe, con sencillez, con amor, con humildad, la paz para España,
la paz para el mundo entero… sí hijitos míos, la paz para vuestros corazones.
Y sin más
por este día, en presencia de mi amado Hijo Jesús, os pregunto una vez más:
¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras?
¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? ¿Amáis
mi Santa Iglesia? ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros ¿os amáis
hijitos míos? Quiero ver el amor, quiero ver crecer en vuestros corazones un
gran amor, un amor limpio, un amor puro, un amor sincero
Y sin más Yo
os bendigo hijitos míos, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su
Espíritu
Adiós
hijitos míos.
PRIMER
SABADO: 02 – AGOSTO – 2014
Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis
y dice a la Stma Virgen:
Hijos míos
no temáis soy vuestra Madre la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine
siempre entre todos vosotros.
Hijitos
míos, en este día os doy las gracias, a todos los que con fe, y espíritu de
oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra
Divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad
saludando a la Santísima y Divina Trinidad pidiendo perdón por vuestros pecados
y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos
míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los habitantes de
este planeta. Con profundo dolor os digo lo que mis ojos ven: Veo a mi
adversario Satanás moviendo de un lado a otro a los jefes de las grandes
naciones… sí hijitos míos, quieren formar una guerra mundial. Por eso es que os
pido a todos los que estáis aquí en esta montaña santa y a todos aquellos que
le llegan mis mensajes: Orad con la palabra, orad con la mente, orad con el
corazón. Orad con fe pidiendo la paz.
Hijitos míos
os amo tanto. Sí hijitos míos, mi amor es tan grande que en este día os voy a
poner a todos bajo mi manto blanco. Mis ángeles hijitos míos, en este momento
despliegan mi manto cubriéndoos a todos, derramando sobre todos y sobre esta
montaña Santa, en este día, primer sábado de mes, una gracia tan grande para
todos, que jamás podéis imaginar.
Luz Epifanía:
Madre cuantos ángeles, como despliegan tu manto, que
grande se hace Madre, si cubren todo esto. Te pido Madre que no quede nadie
fuera. A todos cobíjanos debajo de este manto. Madre, cuantos ángeles, que grande
es tu manto. Cuantas luces desprende tu manto. Que belleza tan grande, si el
mundo pudiera ver esto… sí, quedamos todos como Santísimo bajo Palio… gracias
Madre, gracias porque necesitamos tanto de ti y esta gracia es tan grande…
gracias Madre, gracias
La Stma Virgen:
Hijitos míos
bajo esta gracia especial que derramo en este día sobre todos vosotros,
respondedme con el corazón: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces?
¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios
Espíritu Santo? ¿Amáis mi Santa Iglesia? ¿Amáis a mis almas consagradas? ¿Amáis
a vuestro Pastor? Una vez más os pido: Si no seguís en el camino del amor, si
abandonáis la oración, no entraréis en el reino de los cielos
Y ahora
hijitos míos, en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, bajo mi manto divino, Yo os bendigo en este día, como el Padre os
bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu
Adiós
hijitos míos.
13-AGOSTO- 2014
Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis
y la Stma Virgen dice:
Hijos
míos no temáis soy vuestra Madre la Purísima Concepción, que la paz de Dios
reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos
míos, en este día os doy las gracias, a todos los que con fe, y espíritu de
oración, habéis subido a esta montaña santa, la cual es mi deseo y en nuestra
divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Santísima
y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados, y por todos los
pecadores del mundo.
Hijitos
míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los habitantes de
este planeta, si hijitos míos en este día os digo, con profundo dolor, lo que
mis ojos ven: Veo hijitos míos, estáis viviendo en una falsa luz, si hijitos
míos os movéis cada día de un lado a otro a una falsa luz pero con profundo
dolor os digo, después de esta falsa luz vendrá una gran oscuridad, una
oscuridad tan profunda que jamás podéis imaginar y dentro de esa profunda
oscuridad mi adversario Satanás vendrá en medio de esta oscuridad, y en este
tiempo hijitos míos, está preparando, está preparando su reinado, quiere
dirigir y poseer todas las naciones del mundo.
Por eso que
os pido hijitos míos con profundo dolor, hacer lo que os pido, quiero ver
vuestros hogares, quiero ver vuestros hogares convertidos hijitos míos,
convertidos en iglesias domesticas.
Una vez más
os pido paséis con frecuencia por el sacramento de la confesión. Hay hijitos
míos, no podéis imaginar el dolor tan profundo que envolverá este planeta.
Ahora
hijitos míos mi amado hijo Jesús ha
descendido del Cielo y está en esta Montaña Santa a mi lado, escuchadle,
amadle, adoradle, haced lo que os pide.
Jesús:
Hermanos, no
temáis, soy Jesús, Jesús de Nazaret el llagado, el crucificado, el Hijo del
Padre, como veis hermanos, soy fiel a vuestras citas que son nuestras citas. Un
día más desciendo del cielo de mano de nuestra Madre Santa, María Inmaculada a
traeros la salvación, a derramar sobre vosotros gracias espirituales, ahora
bendigo vuestros cirios Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri et
Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo. Vuestros cirios
hermanos, han sido bendecidos. Sabed hermanos como ya os tengo predicho, a
través de estos cirios mi luz y mi imagen estarán presentes en vuestros
hogares, bajo esta bendición hermanos, bendición de vida y protección, doy paso
a mi Madre Santa.
La Santísima Virgen:
Hijitos
míos, en presencia de mi amado Hijo Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis
a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios
Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? ¿Amáis mi Santa
Iglesia? ¿Amáis a vuestro pastor? Orad por él, ayudadle. Y vosotros ¿Os amáis
hijitos míos?
Y sin más Yo
os bendigo hijitos míos, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, como el Padre os
bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós
hijitos míos.