lunes, 27 de febrero de 2017

Mensajes Virgen Febrero 2017

PRIMER VIERNES: 03 – FEBRERO – 2017


Décima estación, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma. Virgen dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a toda la humanidad. Sí, hijitos míos, con profundo dolor os digo en este día lo que mis ojos ven: Veo una humanidad perdida, veo una humanidad que no acoge mi palabra, que no escucha mis avisos, que no cree en ellos y sin darse cuenta se sumergen cada día al abismo más abismo, más profundo, hijitos míos, de todos los tiempos. Una humanidad que no ama a Cristo, que no sigue a Cristo, que no adora a Cristo y a su Santa Iglesia. No creen en su Santa Iglesia, la Santa Iglesia de Cristo, vuestra Santa Iglesia. ¡Ay hijitos míos que dolor tan profundo! Al ver esto, al ver lo que veo, hijitos míos, mi corazón siente un profundo dolor.
Ahora, hijitos míos, mí amado Hijo Jesús, está a mi lado, escuchadle, amadle, adoradle, haced lo que os pide.

Jesús:
Hermanos, no temáis, soy Jesús, vuestro Jesús, el Llagado, el Crucificado, el Hijo del Padre, como veis, hermanos, no falto a nuestras citas ¿y vosotros? Sí, hermanos, ahora, voy a bendecir vuestros cirios: Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo.
Hermanos, vuestros cirios un día más han sido bendecidos, como ya os tengo predicho, en cada uno de estos cirios que lucirán en vuestros hogares, mi luz y mi imagen estará dentro de vuestros hogares. Como ya os tengo predicho, donde luzcan uno de estos cirios, los espíritus del mal, no podrán entrar. Hay muchos, hermanos.
Ahora, esperando y deseando lo hayáis entendido, doy paso a mi madre Santa. Amadla, seguidla, haced lo que os pide.

La Stma Virgen:
Hijitos míos, sin más por hoy, en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, en la cima de esta montaña santa, os pregunto una vez más:¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella.
Amando a la Santa Iglesia de Cristo, en este día subiréis al Calvario, orando y pidiendo por ella. Sí, hijitos míos, como ya os tengo predicho, no estáis solos, mi Amado Hijo Jesús y vuestra Madre Celestial, María Inmaculada, oran con vosotros y por vosotros.
Y ahora os pregunto, respondedme: ¿Y vosotros os amáis hijitos míos? Uníos todos, tomaos de la mano, aceptaos los unos a los otros y amaos profundamente como os ama mi Corazón Inmaculado.
Ahora, hijitos míos, en este estado de gracia, y en la cima de esta montaña santa, y en presencia de mi Amado Hijo Jesús, Yo os bendigo, hijitos míos, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos.

PRIMER SÁBADO: 4 – FEBRERO – 2017

Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:

Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.

Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.

Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todo mi Ejército Blanco, presente y ausente. Hijitos míos, con profundo dolor os digo en este día y en esta montaña santa lo que mis ojos ven. Hijitos míos, veo a mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Santa Iglesia de Cristo, maltratada, dividida, con una gran pérdida de fe. Que dolor tan inmenso, hijitos míos.

Por eso os digo en este día, quiero ser escuchada, entendida y obedecida, en este día os pido, hijitos míos, oréis por mis monjas, oréis por mis curas, oréis por mis obispos, oréis por mis cardenales. Sí, hijitos míos, orad con profundidad como os tengo mandado. Orad con la palabra, orad con la mente, orad con el corazón. Vosotros, hijitos míos, sois muy pequeños, pero vuestra oración es muy elevada. Así pues, hijitos míos, haced lo que os pido.

Hijitos míos y sin más por hoy, en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Y vosotros, ¿os amáis hijitos míos? Ésta es vuestra fe, ésta es la verdad, que nada ni nadie os haga vacilar.

Ahora uníos todos, hijitos míos, tomaos de la mano, aceptándoros  unos a los otros y amándoros todos como os ama mi Corazón Inmaculado.

Sí, hijitos míos, mis manos están en vuestras manos.

Y ahora, en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, en este estado de gracia, Yo os bendigo, en esta montaña santa, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.

Adiós hijitos míos.

13 – FEBRERO – 2017

Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:

Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.

Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los habitantes de este planeta. Sí, hijitos míos, con profundo dolor os digo en este día, lo que mis ojos ven. Veo, hijitos míos, veo tanto dolor, veo millares y millares de almas entrando al infierno. Sí, hijitos míos, me causa tanto dolor que jamás podréis imaginar. Hace un largo, largo tiempo, como ya os tengo predicho, me manifiesto en esta montaña santa y en otros muchos, muchos lugares más de este planeta, pero hijitos míos, una vez más os digo y os quiero dar a entender que no soy escuchada, no, hijitos míos. Se ríen, se mofan de mis mensajes y este es el profundo dolor de lo que mis ojos en este día ven.
Por eso os digo, hijitos míos: Escuchadme, haced lo que os pido, amad a Cristo, seguid a Cristo, adorad a Cristo, vivid con fe y con amor la Santa Eucaristía, rezad diariamente el Santo Rosario. Entended y obedeced y Yo os protegeré.
Sí, hijitos míos, haced lo que os pido, sed fieles a Cristo, a su Santa Iglesia, mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia. Sí, hijitos míos.

Y sin más por hoy, en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, en la cima de esta montaña santa, os tengo que preguntar: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia? Orad por ella y por sus pastores. Sí, hijitos míos. ¿Amáis a vuestro pastor? Orad por él. Y vosotros, ¿os amáis hijitos míos? Ésta es vuestra fe, ésta es la verdad.
Ahora uníos todos, hijitos míos, tomaos de la mano, abrid vuestro corazón a la fe, aceptaos los unos a los otros y amaos todos, hijitos míos, como os ama mi Corazón Inmaculado.
Ahora, hijitos míos, mis manos están en vuestras manos, en este estado de gracia, en la cima de esta montaña santa, os bendigo a todos en este día, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.

Adiós hijitos míos.