PRIMER VIERNES: 04 - OCTUBRE– 2013
Décima estación, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos no temáis soy vuestra Madre la
Purísima Concepción, que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros
Hijitos
míos, en este día os doy las gracias, a todos los que con fe, y espíritu de
oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra
divina presencia, os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Santísima
y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados, y por todos los
pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y
va dirigido a mis almas consagradas, religiosas, sacerdotes, obispos y
cardenales. Con profundo dolor os digo: Una espada traspasa hoy mi corazón. Mi
corazón sangra por lo que mis ojos ven. Quiero hacer llegar mi voz a vuestros
corazones y hacer entender este mensaje de dolor. Hijitos míos, en este día
veo, veo golpear duramente a mi adversario, muy duramente a mis concentos, a
mis seminarios, a toda mi Santa
Iglesia. ¡Ay hijitos míos cuanto dolor! Veo también hijitos míos golpear
duramente vuestro ministerio. Mi adversario, hijitos míos, quiere acabar con mi
Santa Iglesia, quiere acabar con vuestra fe… sí, hijitos míos, mi corazón de
madre sangra de dolor.
Os prevengo
hijitos, ya están en camino, tened cuidado, sed astutos… sí hijitos míos, os
quiero mansos como palomas pero astutos como serpientes. Llegarán a vosotros
bien vestidos y perfumados, con abundante moneda en el bolsillo. Pero con
profundo dolor os prevengo en este día: Son lobos feroces, vienen a destruiros,
borrar de la tierra la fe de Cristo, golpear su santa iglesia.
Orad hijitos
míos como ya os tengo mandado, no os soltéis de mi mano, seguid la luz de mi
lámpara. Todos los días de vuestra vida, orad y orad… sí hijitos míos, cuando
oráis, Dios os bendice y os llena de gracia.
Y sin más
hijitos míos, en presencia de mi amado Hijo Jesús, os tengo que preguntar:
¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras?
¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? ¿Amáis
mi Santa Iglesia? ¿Amáis a vuestro pastor?
Orad por él y ayudadle. Y vosotros ¿os amáis hijitos míos?
Ésta es
vuestra fe, esta es la verdad.
En presencia
de mi amado Hijo Jesús, Yo os bendigo en este día, como el Padre os bendice,
por medio del Hijo y con su espíritu.
Adiós
hijitos míos.
PRIMER
SÁBADO: 05- OCTUBRE – 2013
Cuarto
misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos
no temáis soy vuestra Madre la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine
siempre entre todos vosotros
Hijitos
míos, en este día os doy las gracias, a todos los que con fe, y espíritu de
oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra
divina presencia, os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la
Santísima y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados, y por todos
los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy va dirigido a
mi Ejército Blanco. Hace unos días, hijitos míos, yo veía crecer a mi Ejército,
yo lo recibía en lo más profundo de mi corazón. ¡Que gozo hijitos míos!
En este día
os pido: No faltéis a nuestras citas, Yo, en cada una de ellas oro con vosotros
y por vosotros. Doy fuerza a vuestra fe, fortalezco hijitos míos vuestra vida
espiritual, os doy luz para que alumbréis en medio de estas tinieblas, estas
tinieblas tan densas que se están entendiendo por todo este planeta… sí hijitos
míos
Hijitos
míos, en este día os pido, de modo especial os pido, oréis por aquellos que os
calumnian, aquellos que os insultan, por aquellos que hacen tanto mal. ¡Cuántas
lágrimas derramáis hijitos míos! Pues en verdad os digo: Cuando os calumnien,
cuando os insulten, cuando os persigan de cualquier modo por mi causa, saltad
de gozo porque vuestra recompensa será grande en el cielo…
Sí, hijitos
míos, hace un largo, largo tiempo, yo vengo formando mi Ejército Blanco, como
también hace un largo tiempo formé mi Ejército Sacerdotal mariano. Y hoy os
digo: A los dos os llevo de la mano, os llevo de la mano en la misma dirección.
Y sin más
por hoy, hijitos míos, en presencia de mi amado Hijo Jesús, os tengo que
preguntar: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus
obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo?
¿Amáis mi Santa Iglesia? ¿Amáis a vuestro pastor? Orad por él, ayudadle.
Y sin más Yo
os bendigo en este día, en presencia de mi amado Hijo Jesús, como el Padre os
bendice, por medio del Hijo y con su espíritu.
Adiós
hijitos míos, amaos los unos a los otros como os ama mi corazón Inmaculado.
13 – OCTUBRE – 2013
Cuarto
misterio de gloria, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos no temáis soy vuestra Madre la
Purísima Concepción, que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros
Hijitos míos, en este día os doy las
gracias, a todos los que con fe, y espíritu de oración habéis subido a esta
montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia, os
inclinéis todos besando el suelo, en
acto de humildad, saludando a la Santísima y Divina Trinidad, pidiendo perdón
por vuestros pecados, y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a mis
almas consagradas, religiosas, sacerdotes, obispos y cardenales, y a vosotros
todos seguidores de Cristo. Hace un largo tiempo os vengo anunciando del dolor
tan grande y tan intenso por el que tiene que pasar mi Santa Iglesia. Sí,
hijitos míos, mi adversario Satanás quiere destruirla, quiere borrar hasta sus
cimientos, quiere acabar hijitos míos, también, con todos los lugares donde a
lo largo del tiempo, yo me manifiesto. ¡Ay hijitos míos cuanto dolor!
A vosotros me dirijo, a todos los que ya os
he nombrado: Sed valientes, sed astutos, hijitos míos, no tengáis miedo. ¡Ay
hijitos míos que dolor! ¡Que dolor tan intenso hay en mi Corazón Inmaculado!
A todos los seguidores de Cristo y a todas
mis almas consagradas, a todo mi Ejército Blanco, os pido en este día: Orad por
mis monjas, orad por mi obispos, orad por mis cardenales, orad por vosotros,
orad por vuestros hijos… sí, hijitos míos, como ya os tengo predicho, cada día
de estos donde yo me manifiesto, de la mano de mi Amado Hijo Jesús, oro con
vosotros y por vosotros, fortalezco vuestra oración… sí hijitos míos, doy
fuerza a vuestra fe, a vuestra vida cristiana.
Hijitos míos, amad a Cristo, amad su Santa
Iglesia, seguid sus pasos, poneos todos los días de vuestra vida al servicio de
Dios. Orad como os tengo mandado… sí hijitos míos, cuando oréis cada día,
poneos en su presencia divina y orad con la palabra, orad con la mente, orad
con el corazón… sí hijitos míos.
Y sin más por hoy, en presencia de mi Amado
Hijo Jesús, a todos os tengo que preguntar, os pregunto en este día a todos los
que habéis subido a esta montaña Santa, sí a todos hijo mío, a todos, a todos…
os pregunto una vez más, respondedme con el corazón: ¿Renunciáis a Satanás?
¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre,
vuestro Creador? ¿Amáis a Dios Hijo, vuestro redentor? ¿Amáis a Dios Espíritu
Santo, Santificador? Y vosotros ¿os
amáis hijitos míos? Amaos y ayudaos
unos a los otros como ya os tengo mandado.
Y sin más Yo os bendigo en este día, en
presencia de mi amado Hijo Jesús, como el Padre os bendice, por medio del Hijo
y con su espíritu.
Adiós hijitos míos.