PRIMER VIERNES: 02 – OCTUBRE – 2015
Décima
estación, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la
Purísima Concepción, que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos
los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña Santa, en la
cual es mi deseo y en nuestra Divina presencia os inclinéis todos besando el
suelo, en acto de humildad, saludando a la Santísima y Divina Trinidad, pidiendo
perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va
dirigido a mis almas consagradas: Religiosas, sacerdotes, obispos y cardenales.
Sí, hijitos míos, en este día os digo con profundo dolor, lo que mis ojos ven:
Veo llegar, hijitos míos, la gran prueba final para mi Santa Iglesia, vuestra
Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo. Sí, hijitos míos, mi Santa Iglesia
será saqueada, apaleada, bañada en sangre. Pero sed fuertes, sed fuertes y valientes, no os asustéis, no salgáis
huyendo, me da tanta pena, hijitos míos, porque quedaréis tan pocos, quedaréis
tan pocos hijitos míos, defendiéndola con vuestra propia vida y siendo preciso,
derramando vuestra propia sangre. Pero en verdad os digo a los que estéis ahí
sufriendo y llorando, a los pocos que quedéis: No tengáis miedo porque llegado
el momento, Yo, Vuestra Madre Celestial, con los ángeles y arcángeles, estaré a
vuestro lado. Sí, hijitos míos.
Ahora os digo a todos: Mi amado hijo Jesús está a mi
lado, escuchadle, amadle, adoradle, haced lo que os pide.
Jesús:
Hermanos, no temáis, soy Jesús, vuestro Jesús, Jesús
de Nazaret, el Llagado, el Crucificado, el Hijo del Padre. Como veis hermanos
un día más desciendo del cielo a esta montaña santa, soy fiel a nuestras citas
¿y vosotros? Si pudierais entender mis humildes palabras, las palabras de mi
Madre Inmaculada, vuestra Madre Santa. Sí, hermanos, descendemos del cielo a
esta montaña santa a traeros la salvación.
Ahora hermanos, voy a bendecir vuestros cirios
derramando en ellos una gracia especial, gracias que Dios os da en esta luz que
os ofrezco. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri et Filio et
Spiritu Santo. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo.
Hermanos, vuestros cirios han sido bendecidos. Estos
cirios que alumbrarán con mi luz y mi Imagen estando siempre presente en
vuestros hogares. Sí, hermanos, que no os falte mi luz.
Ahora hermanos, doy paso a mi Madre Santa, vuestra
Madre, María Inmaculada.
La
Stma Virgen:
Hijitos
míos, y sin más por hoy, en presencia de mi Amado Hijo Jesús os pido en
especial: Ofreced este santo Viacrucis con fe y con amor por mi Santa Iglesia,
vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo. Sí, hijitos míos, abrid
vuestros corazones y haced lo que os pido.
En presencia de mi Amado Hijo Jesús, Yo en este día,
Vuestra Madre Celestial, os bendigo a todos como el Padre os bendice por medio
del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos.
PRIMER
SÁBADO: 03 – OCTUBRE – 2015
Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía
entra en éxtasis y la Stma. Virgen dice:
Hijos
míos no temáis soy vuestra Madre la Purísima Concepción, que la paz de Dios
reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos
míos, en este día os doy las gracias, a todos los que con fe, y espíritu de
oración habéis subido a esta Montaña Santa, en la cual es mi deseo y en nuestra
Divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad
saludando a la Santísima y Divina Trinidad pidiendo perdón por vuestros pecados
y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos
míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido, a todos los fieles
seguidores de Cristo. Escuchad hijitos míos y entended lo que en este día mis
ojos ven. Con profundo dolor en mi corazón, hijitos míos, mis ojos llenos de
lágrimas por lo que ven: Veo, hijitos míos, veo al Dragón Rojo, lo veo entrando
en las sedes de los jefes, de las grandes naciones. Quieren poseer el mundo.
Sí, hijitos míos, quieren acabar con mi Santa Iglesia, Vuestra Santa Iglesia,
la Santa Iglesia de Cristo y con todos vosotros, sus seguidores. ¡Ay hijitos
míos! Estad alertas, os prevengo, os prevengo de sus tramas. Si pudierais
entender lo que están tramando, moriríais de espanto. Pero Yo os digo, hijitos
míos, fieles seguidores de Cristo: Amadle, adoradle, vivir don fe la Santa
Eucaristía, estad todos unidos y orad como os tengo mandado: Orad con la mente,
orad con la palabra, orad con el corazón, haced lo que os pido, recordad mis
palabras, no estáis solos.
Luz Epifanía:
¡El Triángulo! ¡Ay Señor, Señor! ¡Cuanto
tiempo hace! ¡Ay Señor! Esa luz se me clava en el alma y en el corazón. ¡Señor
que me quieres decir!... Soy la esclava de la Santísima y Divina Trinidad.
¡Ay Señor! ¡Ay mi Señor que Triángulo
más preciosos! Pero que ojos más tristes veo en Él.
La Stma Virgen:
Hijitos
míos que gracia, que gracia más grande, hijitos míos es derramada por Dios en
este día, en esta montaña Santa y en vuestros corazones. Abrid de par en par y
acoged en ellos esta gracia divina que en este día Dios os da a todos los que
habéis subido a esta montaña santa.
Ahora,
hijitos míos, sin más por hoy os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás?
¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Renunciáis al Dragón
Rojo? ¿Amáis a Dios Padre vuestro Creador? ¿Amáis a Dios Hijo vuestro Redentor?
¿Amáis a Dios Espíritu Santo, vuestro Santificador? ¿Amáis mi Santa Iglesia?
¿Amáis a vuestro pastor? Y vosotros ¿os
amáis hijitos míos?
Ésta
es vuestra fe, ésta es vuestra fe, ésta es la verdad. Que nada ni nadie os haga
vacilar.
Y ahora, hijitos míos, Yo, Vuestra Madre
Celestial, en presencia de mi amado Hijo Jesús,
os bendigo como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su
Espíritu.
Adiós
hijitos míos.
13 –
OCTUBRE – 2015
Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en
éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos
míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción, que la paz de Dios
reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos
míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de
oración habéis subido a esta montaña Santa, en la cual es mi deseo y en nuestra
Divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad,
saludando a la Santísima y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros
pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos
míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a mis almas consagradas y a
todos los fieles seguidores de Cristo: Hijitos míos, escuchad, entended y
obedeced lo que en este día os vengo a pedir. Hace un tiempo os predije: Libros
malos, muy malos, mi adversario Satanás está esparciendo por toda la humanidad,
pero hoy, hijitos míos, con profundo dolor os digo: El peor de los peores,
pronto está a salir. Tened cuidado, hijos míos, no seáis seducidos, no os
dejéis seducir por mi adversario. Vosotros, como ya os tengo predicho, tenéis
un libro: El Santo Evangelio, la Santa Biblia, la Santa Eucaristía, el Santo
Rosario. Mirad que os prevengo, sí hijitos míos, haced lo que os pido, escuchad
mis avisos, sed humildes y obedeced a lo que vuestra Madre Celestial, en este
día os pide. Si hacéis lo que os pido, no tengáis miedo, Yo, vuestra Madre
Celestial y mis ángeles de luz, estaremos a vuestro lado. La luz de mis ángeles
alumbrará vuestro camino, el camino verdadero, el camino de Dios Padre, de Dios
hijo, de Dios Espíritu Santo. La Santísima y Divina Trinidad.
Hijitos
míos, esperando me hayáis entendido, me hayáis entendido todos, lo que en este
día os he venido a pedir, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás?
¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre?
¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo, la Santísima y Divina
Trinidad? ¿Amáis mi Santa Iglesia? ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él.
Y ahora,
hijitos míos en presencia de mi Amado Hijo Jesús, os bendigo en este día, a
todos los que habéis subido a esta montaña santa, como el Padre os bendice, por
medio del Hijo y con su Espíritu.