domingo, 19 de octubre de 2014

Mensajes Virgen octubre 2014

PRIMER VIERNES: 03 – OCTUBRE – 2014

Duodécima estación, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:

Hijos míos no temáis soy vuestra Madre la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.

Hijitos míos, en este día os doy las gracias, a todos los que con fe, y espíritu de oración, habéis subido a esta montaña santa, la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo,  en acto de humildad, saludando a la Santísima y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados, y por todos los pecadores del mundo.

Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a mis almas consagradas, religiosas, sacerdotes, obispos y cardenales, escuchad todos y entended lo que en este día os pido, lo que mis  ojos llenos de lágrimas ven, hijitos míos, como ya os vengo anunciando. Estos ojos míos llenos de lágrimas ven a este planeta lleno de oscuridad. A vosotros os pido seáis la luz para estas tinieblas tan densas que en este día cubren la tierra y llevan a decenas y decenas de millares de hijos míos a la perdición. Sí, hijitos míos, vosotros tenéis la luz, alumbrad este planeta, no miréis el dolor, no miréis el martirio que se aproxima a vosotros. Yo, Vuestra Madre Celestial, estaré siempre a vuestro lado, no sintáis miedo, sed fuertes, sed valientes y si llega el momento, entregad vuestras vidas a vuestro Dios.

Hijitos míos, hijos muy amados, os pido en este día a todos los que habéis subido a esta Montaña Santa, subáis al calvario, ofreciendo este Santo Vía Crucis, por mis almas consagradas, Yo, Vuestra Madre Celestial y mi Amado Hijo Jesús, oraremos con vosotros y por vosotros. Amad a mis sacerdotes, orad por ellos, sí, Hijitos míos, arrodillaos todos en cada una de las estaciones, orando en profundidad, necesitan vuestra ayuda, Sí hijitos míos, necesitan vuestra oración, vuestra entrega para dar luz al mundo en esta gran oscuridad

Hijitos míos, hijos muy amados, esperando hayáis entendido todos, lo que en este día, aquí, en esta montaña santa os vengo a pedir, respondedme con el corazón: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? ¿Amáis mi Santa Iglesia? ¿Amáis a vuestro pastor? ¡Orad por él! Y vosotros ¿Os amáis hijitos míos? Una vez más os pido: Orad con la mente, orad con la palabra, orad con el corazón. Ayudaos mutuamente, haced crecer el amor en vuestros corazones, no tengáis miedo, los corazones de Jesús y de María os guían y protegen.

Ahora hijitos míos, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, Yo os bendigo a todos los que habéis subido a esta montaña Santa, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.

Adiós hijitos míos.


PRIMER SÁBADO: 04 – OCTUBRE – 2014


Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:

Hijos míos no temáis soy vuestra Madre la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.

Hijitos míos, en este día os doy las gracias, a todos los que con fe, y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra Divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad saludando a la Santísima y Divina Trinidad pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.

Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los habitantes de este planeta. Hijitos míos, abrid los oídos del alma y podréis entender. Con profundo dolor os digo en este día lo que mis ojos ven: Veo la tierra oscurecerse, veo llanto, veo sufrimiento, veo sangre, veo guerras, veo como los hombres se alejan de Dios. Y en este día os digo: Abrid los ojos del alma, mirad el cielo, mirad la tierra, sí, hijitos míos, con profundo dolor os digo: La tierra se llenará de grietas, saliendo de ella un fuego infernal. Mirad el mar, es este día con profundo dolor os digo: ha llegado el tiempo a este planeta que yo predije en Fátima. Por eso os digo, entended y obedeced: Orad en la mañana, orad en la tarde, orad en la noche, formad todos hijitos míos, una fuerte cadena de oración. Haced lo que os pido y no tengáis miedo, a todos los que cumplan mi palabra, en los momentos más dolorosos, Yo, Vuestra Madre Celestial y mi Amado Hijo Jesús, estaremos a vuestro lado

Hijitos míos, sin más por hoy, en presencia de mi amado Hijo Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? ¿Amáis mi Santa Iglesia? ¿Amáis a vuestro pastor? ¡Orad por él! Y vosotros ¿Os amáis hijitos míos? Amaos unos a otros, sí hijitos míos, sed fieles a Cristo y a su santa Iglesia, que es mi Santa iglesia y es vuestra santa iglesia. Ayudaos mutuamente, haced crecer el amor en vuestros corazones.

Y sin más Yo os bendigo en este día y en esta montaña santa, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.

Adiós hijitos míos.


13 – OCTUBRE – 2014


Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:

Hijos míos no temáis soy vuestra Madre la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.

Hijitos míos, en este día os doy las gracias, a todos los que con fe, y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra Divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, sí hijitos míos, os lo pido en acto de humildad, pidiendo perdón por vuestros pecados. A la Stma y Divina Trinidad, pedid con fe, orad con fe. Sí, hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los habitantes de este planeta. Con profundo dolor os digo en este día lo que mis ojos llenos de lágrimas ven: Veo a mi adversario Satanás, con un ejército grande y poderoso. Está dividiendo mi Santa Iglesia, ¡que dolor hijitos míos! está sembrando la confusión, sí, hijitos míos.

Y a vosotros, seguidores de Cristo, quiere acabar con todos. Por eso os pido en este día, quiero ser escuchada y obedecida. Veo tanto dolor, veo tanta angustia. Haced lo que os pido. Papás, mamás de este planeta, encended el cirio, tomad el rosario en vuestras manos, recoged a vuestros hijos y orad todos juntos. Sí, hijitos míos, obedecedme. Como ya os tengo predicho, Yo, Vuestra Madre Celestial y mi amado Hijo, Jesús, descendemos a esta montaña santa a traeros la salvación. Si pudierais ver, hijitos míos, lo que mis ojos ven, moriríais de espanto.

Ahora, mi amado Hijo, Jesús, está a mi lado, escuchadle, amadle, adoradle, obedecedle.


Jesús:
Hermanos, soy Jesús, Jesús de Nazaret, el Llagado, el Crucificado, el Hijo del Padre. Como veis hermanos soy fiel a nuestras citas. Mi Madre Santa, María Inmaculada, vuestra Madre Celestial y Yo, Jesús, vuestro Jesús, descendemos del cielo a esta montaña santa a traeros la salvación… sí, hermanos.
Voy a derramar en este día, sobre vuestros cirios, una gracia especial. Como ya os tengo predicho, a través de estos cirios, mi luz y mi imagen estarán noche y día en vuestros hogares. Derramo mi gracia en esta bendición: Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo.

Hermanos, vuestros cirios han sido bendecidos. Tenedlos presentes siempre. Es la luz que hoy os ofrezco para alumbrar vuestras vidas, vuestros hogares y vuestro camino al reino de los cielos.
Ahora doy paso a mi Madre Santa. Amadla, escuchadla, obedecedla.


La Stma Virgen:
Y sin más por hoy, en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, deseando haber sido entendida, en su presencia Divina os tengo que preguntar: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? ¿Amáis mi Santa Iglesia? ¿Amáis a vuestro pastor? ¡Orad por él! Y vosotros ¿Os amáis hijitos míos?
Ésta es vuestra fe, ésta es la verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar.

Ahora hijitos míos, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, Yo en este día, vuestra Madre Celestial os bendice a todos los que habéis suido a esta montaña santa, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.

Adiós hijitos míos.