PRIMER
VIERNES: 03 – OCTUBRE – 2014
Duodécima estación, Luz Epifanía entra en éxtasis y la
Stma Virgen dice:
Hijos míos
no temáis soy vuestra Madre la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine
siempre entre todos vosotros.
Hijitos
míos, en este día os doy las gracias, a todos los que con fe, y espíritu de
oración, habéis subido a esta montaña santa, la cual es mi deseo y en nuestra
divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Santísima
y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados, y por todos los
pecadores del mundo.
Hijitos
míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a mis almas consagradas,
religiosas, sacerdotes, obispos y cardenales, escuchad todos y entended lo que
en este día os pido, lo que mis ojos
llenos de lágrimas ven, hijitos míos, como ya os vengo anunciando. Estos ojos
míos llenos de lágrimas ven a este planeta lleno de oscuridad. A vosotros os pido
seáis la luz para estas tinieblas tan densas que en este día cubren la tierra y
llevan a decenas y decenas de millares de hijos míos a la perdición. Sí,
hijitos míos, vosotros tenéis la luz, alumbrad este planeta, no miréis el
dolor, no miréis el martirio que se aproxima a vosotros. Yo, Vuestra Madre
Celestial, estaré siempre a vuestro lado, no sintáis miedo, sed fuertes, sed
valientes y si llega el momento, entregad vuestras vidas a vuestro Dios.
Hijitos
míos, hijos muy amados, os pido en este día a todos los que habéis subido a
esta Montaña Santa, subáis al calvario, ofreciendo este Santo Vía Crucis, por
mis almas consagradas, Yo, Vuestra Madre Celestial y mi Amado Hijo Jesús,
oraremos con vosotros y por vosotros. Amad a mis sacerdotes, orad por ellos,
sí, Hijitos míos, arrodillaos todos en cada una de las estaciones, orando en
profundidad, necesitan vuestra ayuda, Sí hijitos míos, necesitan vuestra
oración, vuestra entrega para dar luz al mundo en esta gran oscuridad
Hijitos
míos, hijos muy amados, esperando hayáis entendido todos, lo que en este día,
aquí, en esta montaña santa os vengo a pedir, respondedme con el corazón:
¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras?
¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? ¿Amáis
mi Santa Iglesia? ¿Amáis a vuestro pastor? ¡Orad por él! Y vosotros ¿Os amáis
hijitos míos? Una vez más os pido: Orad con la mente, orad con la palabra, orad
con el corazón. Ayudaos mutuamente, haced crecer el amor en vuestros corazones,
no tengáis miedo, los corazones de Jesús y de María os guían y protegen.
Ahora
hijitos míos, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, Yo os bendigo a todos los
que habéis subido a esta montaña Santa, como el Padre os bendice, por medio del
Hijo y con su Espíritu.
Adiós
hijitos míos.
PRIMER
SÁBADO: 04 – OCTUBRE – 2014
Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis
y la Stma Virgen dice:
Hijos míos
no temáis soy vuestra Madre la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine
siempre entre todos vosotros.
Hijitos
míos, en este día os doy las gracias, a todos los que con fe, y espíritu de
oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra
Divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad
saludando a la Santísima y Divina Trinidad pidiendo perdón por vuestros pecados
y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos
míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los habitantes de
este planeta. Hijitos míos, abrid los oídos del alma y podréis entender. Con
profundo dolor os digo en este día lo que mis ojos ven: Veo la tierra
oscurecerse, veo llanto, veo sufrimiento, veo sangre, veo guerras, veo como los
hombres se alejan de Dios. Y en este día os digo: Abrid los ojos del alma,
mirad el cielo, mirad la tierra, sí, hijitos míos, con profundo dolor os digo:
La tierra se llenará de grietas, saliendo de ella un fuego infernal. Mirad el
mar, es este día con profundo dolor os digo: ha llegado el tiempo a este
planeta que yo predije en Fátima. Por eso os digo, entended y obedeced: Orad en
la mañana, orad en la tarde, orad en la noche, formad todos hijitos míos, una
fuerte cadena de oración. Haced lo que os pido y no tengáis miedo, a todos los
que cumplan mi palabra, en los momentos más dolorosos, Yo, Vuestra Madre
Celestial y mi Amado Hijo Jesús, estaremos a vuestro lado
Hijitos
míos, sin más por hoy, en presencia de mi amado Hijo Jesús, os pregunto una vez
más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus
obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo?
¿Amáis mi Santa Iglesia? ¿Amáis a vuestro pastor? ¡Orad por él! Y vosotros ¿Os
amáis hijitos míos? Amaos unos a otros, sí hijitos míos, sed fieles a Cristo y
a su santa Iglesia, que es mi Santa iglesia y es vuestra santa iglesia. Ayudaos
mutuamente, haced crecer el amor en vuestros corazones.
Y sin más Yo
os bendigo en este día y en esta montaña santa, en presencia de mi Amado Hijo
Jesús, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós
hijitos míos.
13 – OCTUBRE
– 2014
Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis
y la Stma Virgen dice:
Hijos míos
no temáis soy vuestra Madre la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine
siempre entre todos vosotros.
Hijitos
míos, en este día os doy las gracias, a todos los que con fe, y espíritu de
oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra
Divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, sí hijitos míos, os lo
pido en acto de humildad, pidiendo perdón por vuestros pecados. A la Stma y
Divina Trinidad, pedid con fe, orad con fe. Sí, hijitos míos, el mensaje de hoy
es de dolor y va dirigido a todos los habitantes de este planeta. Con profundo
dolor os digo en este día lo que mis ojos llenos de lágrimas ven: Veo a mi
adversario Satanás, con un ejército grande y poderoso. Está dividiendo mi Santa
Iglesia, ¡que dolor hijitos míos! está sembrando la confusión, sí, hijitos
míos.
Y a
vosotros, seguidores de Cristo, quiere acabar con todos. Por eso os pido en
este día, quiero ser escuchada y obedecida. Veo tanto dolor, veo tanta
angustia. Haced lo que os pido. Papás, mamás de este planeta, encended el
cirio, tomad el rosario en vuestras manos, recoged a vuestros hijos y orad
todos juntos. Sí, hijitos míos, obedecedme. Como ya os tengo predicho, Yo,
Vuestra Madre Celestial y mi amado Hijo, Jesús, descendemos a esta montaña
santa a traeros la salvación. Si pudierais ver, hijitos míos, lo que mis ojos
ven, moriríais de espanto.
Ahora, mi
amado Hijo, Jesús, está a mi lado, escuchadle, amadle, adoradle, obedecedle.
Jesús:
Hermanos,
soy Jesús, Jesús de Nazaret, el Llagado, el Crucificado, el Hijo del Padre.
Como veis hermanos soy fiel a nuestras citas. Mi Madre Santa, María Inmaculada,
vuestra Madre Celestial y Yo, Jesús, vuestro Jesús, descendemos del cielo a esta
montaña santa a traeros la salvación… sí, hermanos.
Voy a
derramar en este día, sobre vuestros cirios, una gracia especial. Como ya os
tengo predicho, a través de estos cirios, mi luz y mi imagen estarán noche y
día en vuestros hogares. Derramo mi gracia en esta bendición: Gloria Patri et
Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri et
Filio et Spiritu Santo.
Hermanos,
vuestros cirios han sido bendecidos. Tenedlos presentes siempre. Es la luz que
hoy os ofrezco para alumbrar vuestras vidas, vuestros hogares y vuestro camino
al reino de los cielos.
Ahora doy
paso a mi Madre Santa. Amadla, escuchadla, obedecedla.
La Stma Virgen:
Y sin más por hoy, en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, deseando haber
sido entendida, en su presencia Divina os tengo que preguntar: ¿Renunciáis a
Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios
Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? ¿Amáis mi Santa
Iglesia? ¿Amáis a vuestro pastor? ¡Orad por él! Y vosotros ¿Os amáis hijitos
míos?
Ésta es
vuestra fe, ésta es la verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar.
Ahora
hijitos míos, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, Yo en este día, vuestra
Madre Celestial os bendice a todos los que habéis suido a esta montaña santa,
como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós
hijitos míos.