PRIMER SABADO: 01 – OCTUBRE – 2022
Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y dice a la Stma Virgen:
Hijos míos no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todas las familias de mi Ejército Blanco. Hijitos míos, en este tiempo de la Gran Prueba, estad todos unidos, muy unidos. Orad unidos. Y en especial os pido: Subáis todos los días citados a esta montaña santa. Como ya os tengo predicho, día a día desciendo del cielo de mano de mi Amado Hijo, Jesús, a acogeros bajo mi manto santo. Vengo a salvaros de todo el gran dolor que, en este tiempo de la Gran Prueba, se está aproximando. Es tan doloroso, es tan sangriento, es de tanto y tanto dolor que jamás podréis imaginar. Abrid los ojos del alma día a día y entenderéis lo que os pido. Estad unidos, orad unidos. Sí, hijitos míos, haced lo que os pido. Haced lo que os pido.
Hijitos míos, mi Adversario Satanás, derrama por toda la tierra decenas y decenas de millares de ángeles del mal. Sí, hijitos míos, por eso os pido: Dejadlo todo, subid a esta montaña santa, todos los días citados y Yo os acogeré bajo mi manto santo. Sí, hijitos míos, haced lo que os pido.
Y sin más por hoy, hijitos míos y en la
cima de esta montaña santa, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás?
¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre?
¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina
Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia? Ayudadla, orad por ella. ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y
vosotros ¿os amáis hijitos míos?
Ésta es vuestra fe, ésta es la verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar.
Ahora, uníos todos hijitos míos y entrad bajo mi manto santo. Venid a mí, hijitos míos, acercaos a la puerta del Refugio de mi Corazón Inmaculado. Como ya os tengo predicho, bajo mi manto santo, día a día, seréis bendecidos y protegidos, porque camino con vosotros, día a día, os voy acercando a la morada santa.
Y ahora hijitos míos, en este estado de Gracia, bajo mi manto santo y en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, en la cima de esta montaña santa, os bendigo a todos, hijitos míos, en este día, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos. Caminad conmigo.
PRIMER
VIERNES: 07 - OCTUBRE – 2022
Novena estación, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos no temáis, soy vuestra
Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos
vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos el mensaje de hoy es de
dolor y va dirigido a toda
la humanidad. En este día, hijitos míos os hago saber: Hace un largo, largo
tiempo, Yo, Vuestra Madre, María Inmaculada, vuestra Madre Celestial, di un
mensaje a toda la humanidad. Sí, hijito mío, a ti te respondo, en Fátima
(Portugal), vendría a la humanidad un dolor tan profundo, tan doloroso, que
jamás podréis imaginar. Pues en este día os digo a todos, hijitos míos: Lo que
os predije en Fátima está por llegar. Os pido a todos en general: Orad como os
tengo mandado. Orad con la palabra, orad con la mente, orad con el corazón. Sí,
hijitos míos si hacéis lo que os pido el tiempo de los tiempos se detendrá.
Rezad diariamente hijitos míos el Santo Rosario. Os lo pido a toda la
humanidad. Día a día hijitos míos no olvidéis lo que os pido. Orad por la paz,
orad por la paz. Sí, hijitos míos.
Ahora mi amado Hijo,
Jesús, está a mi lado. Escuchadle, amadle, adoradle, haced lo que os pide.
Jesús:
Hermanos no temáis, soy
Jesús, Jesús de Nazaret, el Llagado, el Crucificado, el Hijo del Padre. Como
veis hermanos, soy fiel a nuestras citas. Un día más desciendo del cielo de
mano de mi madre santa, vuestra Madre, María Inmaculada, a traeros la
salvación. Ahora hermanos, bendigo vuestros cirios con una bendición especial:
Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui
Sancto. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto”.
Hermanos, vuestros cirios en este día, están
bendecidos con una gracia especial, para dar luz a vuestros hogares. Sí,
hermanos, como ya os tengo predicho, a través de estos cirios mi Luz y mi
Imagen las veinticuatro horas del día, estarán en vuestros hogares. Sí, hermanos, la luz Divina, día a día,
permanece en vuestros hogares.
Ahora hermanos, doy paso a mi Madre Santa, vuestra madre, María Inmaculada. Amadla, seguidla, haced lo que os pide.
Ahora os pido a todos los
que en este día habéis subido a esta montaña santa, subáis al Calvario orando
en cada una de sus estaciones, la paz para la humanidad, la paz para la
humanidad, la paz para la humanidad. Como ya os tengo predicho hijitos míos, en
esta subida al Calvario no estáis solos, mi Amado Hijo, Jesús, Yo Vuestra Madre
Celestial, María Inmaculada oramos con vosotros y por vosotros.
Ahora hijitos míos, uníos
todos y en esta subida al Calvario entrad bajo mi manto santo. Sí, hijitos
míos. Y en este estado de Gracia, bajo mi manto santo os pregunto una vez más: ¿Renunciáis
a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios
Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina
Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de
Cristo? Ayudadla, amadla, orad por ella. ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él.
Y vosotros, ¿os amáis, hijitos míos?
Ésta es vuestra fe, ésta
es la verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar
Ahora todos hijitos míos,
acogidos bajo mi manto santo y en la cima de esta montaña santa, y en presencia
de mi Amado Hijo, Jesús, Yo os bendigo en este día hijitos míos como el Padre
os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Todos entrad bajo mi
manto. Como ya os tengo predicho, día a día bajo mi manto santo seréis
bendecidos y protegidos. Sí, hijitos míos, camino con todos vosotros hacia la
morada santa.
Adiós hijitos míos. Hasta
pronto.
13
– OCTUBRE – 2022
Cuarto misterio de dolor, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma. Virgen dice:
Hijos míos no temáis, soy vuestra Madre,
la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo entero.
Hijitos míos el mensaje de hoy es de dolor
y va dirigido a todos los sacerdotes de mi Movimiento Sacerdotal Mariano. Hijitos míos, escuchad y entended y haced
todos lo que en este día os voy a pedir. Como ya todos sabéis que os tengo
predicho, hace un largo, largo tiempo os predije, hijitos míos, el dolor de los
dolores que vendría a la humanidad. Sí, hijitos míos, pues el tiempo está
llegando, estáis viviendo el tiempo de la Gran Prueba, pero todo hijitos míos, lo
que ya os anuncié está por llegar, pues os pido en este día, quiero ser
escuchada y obedecida: Os hago saber hijitos míos, y os llamo a todos, subáis a
esta montaña santa todos los días citados y entréis bajo mi manto santo. Haced
lo que os pido, sed valientes, sed fuertes, no seáis necios que el tiempo llega
y os quiero a todos bajo mi manto santo. Os hago saber a todos que esta montaña
santa a la cual os llamo, fue elegida por Dios Padre, Vuestro Creador para la
salvación y la oración. Así pues hijitos míos, haced lo que os pido, haced lo
que os pido.
Y sin más por hoy hijitos míos, en la cima
de esta montaña santa, a todos los fieles que en este día habéis subido, os
pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces?
¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios
Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia,
vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Amadla, ayudadla, orad por
ella ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros, ¿os amáis, hijitos míos?
Ésta es vuestra fe, ésta es la verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar.
Ahora, uníos todos hijitos
míos, venid a mí y entrad bajo mi manto santo. Acercaos todos a la puerta del
refugio de mi Corazón Inmaculado. Sí, hijitos míos, entrad todos.
En este estado de gracia,
bajo mi manto santo, en esta montaña santa y en presencia de mi Amado Hijo
Jesús, Yo os bendigo hijitos míos, como el Padre os bendice, por medio del Hijo
y con su Espíritu.
Caminad conmigo, caminad y caminad. Bajo mi manto santo día a día seréis bendecidos y protegidos porque con todos camino hacia la morada santa.
Hijitos míos, en este día
no os digo adiós, os digo hasta pronto. Adiós hijitos míos.