jueves, 28 de diciembre de 2017

Mensajes Virgen Diciembre

PRIMER VIERNES: 1 – DICIEMBRE – 2017

Duodécima estación, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:

Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.

Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a mis almas consagradas, en especial a aquellas que dirigen los centros de formación, mis seminarios, vuestros seminarios. Sí, hijitos míos, en este día os digo con mis ojos llenos de lágrimas y mí Corazón Inmaculado lleno de dolor lo que mis ojos ven: Veo al dragón rojo, con decenas y decenas de millares de espíritus del mal caminando a vuestros seminarios. Tened cuidado porque quieren acabar con ellos.
A vosotros os pido, en especial, jefes de seminarios, mirad a quien abrís la puerta, no os dejéis engañar. Una vez más os pido: Sed mansos como palomas pero astutos como serpientes. Los que llaman a vuestras puertas van bien lucidos y preparados, llevan mucho oro y plata.  No os dejéis engañar, no os dejéis engañar, no os dejéis engañar.

Ahora hijitos míos, os pido en este día, subáis al calvario, ofreciendo este santo Viacrucis por mis seminarios, por los seminarios de toda la humanidad. En esta subida al Calvario, como ya os tengo predicho, no estáis solos, mi Amado Hijo Jesús y Yo, Vuestra Madre Celestial, María Inmaculada, oramos con vosotros y por vosotros, sí, hijitos míos.

Y sin más por hoy, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, en la cima de esta montaña santa, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia? Orad por ella ¿Amáis a vuestro pastor? Orad por él. Y en especial os pido: Orad por mis seminarios… sí, hijitos míos.  Y vosotros ¿os amáis?
Uníos todos, en este momento de gracia, tomaos de la mano, aceptaos los unos a los otros y amaos unos a otros como os ama mi Corazón Inmaculado
Hijitos míos, en este momento de gracia, mis manos están entre vuestras manos, sí, hijitos míos, inclinaos todos y en este estado de gracia, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, en este día os bendigo a todos, como el Padre os  bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.

Adiós hijitos míos. Hasta pronto

PRIMER SÁBADO 2 -  DICIEMBRE – 2017

Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:

Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.

Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.

Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todo mi Ejército Blanco, presente y ausente. Hijitos míos, con profundo dolor os digo en este día lo que mis ojos ven: Veo tantos y tantos espíritus del mal que jamás podréis imaginar.

A vosotros os pido y os digo en este día, a vosotros, mi Ejército Blanco, sois mi obra, mi gran obra, obra que vengo preparando y formando en todas las naciones del mundo. Sí, hijitos míos, os preparo a todos para el gran día, sí hijitos míos, llegará el día, al final de la prueba, la gran prueba, que el cielo se abrirá y descenderá la gracia divina, y ese día hijitos míos, con todo mi Ejército Blanco, mi Corazón Inmaculado triunfará, pero hasta entonces os pido, hijitos míos, estéis unidos a mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo, oréis con ella y por ella. Sí, hijitos míos, haced lo que os pido, quiero ser entendida y obedecida por todos.
Escuchad mi voz y haced lo que os pido. Os pido también, hijitos míos, en este tiempo de la gran prueba, no faltéis a nuestras citas porque desde aquí, desde esta montaña santa os iré preparando

Y sin más por hoy, hijitos míos, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella ¿Amáis a vuestro pastor? Orad por él. Y vosotros ¿os amáis hijitos míos?
Ésta es vuestra fe. Ésta es la verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar.
Ahora uníos todos, tomaos de la mano, aceptaos los unos a los otros amándoos todos unos a otros como os ama mi Corazón Inmaculado. Ahora mis manos están en vuestras manos, sí, hijitos míos, ahora, en este estado de gracia, en la cima de esta montaña santa, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, en este día os bendigo a todos como el Padre os  bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.

Adiós hijitos míos.
13 – DICIEMBRE – 2017

Cuarto misterio de gloria, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los habitantes de este planeta. Hijitos míos, con profundo dolor os digo en este día lo que mis ojos ven: Veo a mi adversario Satanás, con todo su Ejército Maldito, robando la fe, a decenas y decenas de millares de hijitos míos. Sí, hijitos míos, tened cuidado, y no os dejéis engañar, no os dejéis robar la fe que habéis recibido de vuestro Dios. Con profundo dolor os digo: Esta gran pérdida de fe, llevará consigo grandes terremotos, grandes sequías, grandes inundaciones. ¡Cuánto dolor hijitos míos! Cuantas veces os pido y os seguiré pidiendo en este tiempo: No perdáis la fe. En este tiempo de la gran prueba sed fuertes, no tengáis miedo, pase lo que pase, cuando sintáis miedo, arrodillaos y orad con fe, con amor y confianza, sí, hijitos míos.
Ahora os pido, escuchéis a mi Amado Hijo, Jesús, está a mi lado, ayudadle, escuchadle, adoradle, haced lo que os pide.
Jesús:
Hermanos, no temáis, soy Jesús, vuestro Jesús, Jesús de Nazaret, el Llagado, el Crucificado, el Hijo del Padre. Como veis hermanos no falto a nuestras citas, desciendo del cielo, a esta montaña santa, de mano de mi Madre, vuestra Madre, María Inmaculada. Ahora hermanos, voy a bendecir vuestros cirios: “Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto”. Vuestros cirios hermanos, han sido bendecidos con una gracia divina, con una luz especial y os pido, hermanos, la luz de estos cirios no falte en vuestros hogares. En aquellos hogares donde esté mi luz, estará mi Imagen, no perderán la fe.
Ahora hermanos doy paso a mi Madre Santa, amadla, haced lo que os pide

La Stma Virgen:
Hijitos míos y sin más por hoy, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella ¿Amáis a vuestro pastor? Orad por él. Y vosotros ¿os amáis hijitos míos?
En este día os vuelvo a pedir: Amaos unos a otros como os ama mi Corazón Inmaculado.
Ahora, uníos todos, tomaos de la mano, aceptaos los unos a los otros y en este estado de gracia y en la cima de esta montaña santa, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, pongo mis manos entre vuestras manos, abridme vuestros corazones, abrid vuestros corazones a la fe, a la fe verdadera.
Y ahora, en este estado de gracia Divina y en presencia de mi Amado Hijo Jesús y en la cima de esta montaña santa Yo os bendigo como el Padre os  bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.

Adiós hijitos míos, no olvidéis mis avisos