PRIMER
VIERNES: 01– JULIO – 2022
Novena estación, Luz
Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos no temáis, soy vuestra
Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos
vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy
las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta
montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os
inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y
Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores
del mundo.
Hijitos míos el mensaje de hoy es
de dolor y va dirigido a sacerdotes, obispos
y cardenales de mi Amado Hijo Jesús. Hijitos míos, mis ojos lloran, mi Corazón
sangra, por el dolor que mis ojos ven. En este día hijitos míos, os hago saber:
Mi adversario, Satanás ha puesto un escuadrón en un punto de este planeta. Estos,
hijitos míos, han sido formados para acabar con mi Santa Iglesia, vuestra Santa
Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo. Día a día el dolor irá creciendo en mi
Santa Iglesia. Ésta, hijitos míos, será tiroteada, bombardeada por este
escuadrón maldito. Por eso hijitos míos, sacerdotes de mi Amado Hijo, Jesús,
obispos y cardenales: Sed valientes, no seáis cobardes. Con profundo dolor os digo:
Si es preciso hijitos míos defendedla con vuestra propia sangre.
¡Que dolor tan
profundo!¡Qué dolor tan profundo lo que mis ojos ven!
Y a vosotros os pido, a
todos los que en este día habéis subido a esta montaña santa, subáis al
Calvario ofreciendo este santo viacrucis cada una de sus estaciones, orando por
mi santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo. Orando por
sacerdotes, obispos y cardenales que en sus manos está.
Sí, hijitos míos orad
como es tengo mandado, orad día a día, orad con la palabra, orad con la mente,
orad con el corazón. Todos los días, las veinticuatro horas del día, orad por
todos mis sacerdotes. Sí, hijitos míos, orad por ellos. Sí, haced lo que os
pido.
Ahora hijitos míos, sin
más por hoy os pido a todos a todos los que en este día habéis subido a esta
montaña santa: Venid a mí, hijitos míos y entrad bajo mi manto santo.
Y a vosotros hijitos
míos, sacerdotes de mi Amado Hijo, Jesús, obispos y cardenales, escuchad mi llanto
y mi dolor, subid a esta montaña santa y entrad bajo mi manto santo. Día a día,
bajo mi manto santo seréis bendecidos y protegidos
Y en este estado de
gracia, hijitos míos, bajo mi manto santo y en presencia de mi Amado Hijo,
Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus
secuaces? ¿Renunciáis a sus obras?¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo?
¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa
Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella.
¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros, ¿os amáis, hijitos míos?
Ésta es vuestra fe,
ésta es la verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar
Ahora hijitos míos, en
este estado de gracia, bajo mi manto santo, en la cima de esta montaña santa y
en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, en este día os bendigo a todos hijitos
míos como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Caminad todos conmigo,
como ya os tengo predicho, bajo mi manto santo día a día seréis bendecidos y
protegidos. Camino con vosotros hijitos míos hacia la morada santa. Venid
todos, acercaos todos a la Puerta del Refugio de mi Corazón Inmaculado.
Bajo mi manto santo en
este día os digo: Adiós hijitos míos, caminad conmigo día a día y no tengáis
miedo.
PRIMER SABADO: 02 – JULIO – 2022
Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y dice a la Stma Virgen:
Hijos míos no temáis, soy vuestra Madre,
la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las
gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta
montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os
inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y
Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores
del mundo.
Hijitos míos el mensaje de hoy es de
dolor y va dirigido a tantos y tantos hijos míos, que en este tiempo de la gran
prueba han escogido el camino del pecado, del crimen, odio y prostitución.
Hijitos míos, mi dolor es tan profundo, ver a todos estos hijos míos perdidos,
día a día por el camino del dolor. ¡Deteneos hijitos míos! ¡Deteneos! No
pequéis más. Vuestro pecado es tan profundo, es tan grande y tan doloroso que
mi Corazón Inmaculado sangra sin parar.
Por eso en este día, hijitos míos, me
dirijo a vosotros, sacerdotes de mi Amado Hijo, Jesús: Trabajad hijitos míos,
trabajad día y noche sin cesar y ayudar a estas almas que en pecado están y día
a día, caminan hijitos míos, a lo más profundo del dolor que jamás podréis
imaginar. Así pues, hijitos míos, sacerdotes de mi Amado Hijo Jesús, ayudadlos,
protegedlos, apartadlos del camino del pecado y la corrupción.
Y sin más por hoy, en la cima de esta
montaña santa y en presencia de mi Amado Hijo Jesús os pregunto una vez más: ¿Renunciáis
a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios
Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina
Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia? Amadla, ayudadla, orad por ella. ¿Amáis a
vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros ¿os amáis hijitos míos?
Ésta es vuestra fe,
ésta es la verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar.
Ahora hijitos míos, venid todos, todos
los que en este día habéis subido a esta montaña santa y entrad bajo mi manto
santo. Sí, hijitos míos, como ya os tengo predicho, bajo mi manto santo día a
día, seréis bendecidos y protegidos. Entrad todos, hijos míos, acercaos a la
puerta, a la Puerta del Refugio de mi Corazón Inmaculado.
En este día os hago saber: Todos los que
día a día camináis bajo mi manto santo, el Día del Dolor, se abrirá para todos
los que camináis conmigo la Puerta del Refugio de mi Corazón Inmaculado y
seréis salvados.
Ahora hijitos míos, como ya os tengo
predicho, todos los días, a todos, os acojo bajo mi manto santo. Camináis
conmigo a la tierra santa. Así pues dejadlo todo y subid todos los días citados
y llegaréis conmigo… ¿A dónde hijitos míos?... Al cielo. A la Morada Santa.
Ahora hijitos míos en este estado de
gracia, en la cima de esta montaña santa y en presencia de mi Amado Hijo Jesús,
Yo os bendigo en este día, hijitos míos, como el Padre os bendice, por medio
del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos.
13
– JULIO – 2022
Cuarto misterio de gloria,
Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma. Virgen dice:
Hijos míos no temáis, soy vuestra Madre,
la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las
gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta
montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os
inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y
Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores
del mundo.
Hijitos míos el mensaje de hoy es de
dolor y va dirigido a toda todos los sacerdotes, obispos y cardenales de mi
Amado Hijo, Jesús. Hijitos míos en este día os pido y lloro, mi corazón sangra
por el dolor tan profundo que mis ojos ven. Sí, hijitos míos, en este tiempo de
la gran prueba veo a mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa
de Cristo, la veo dividida. Hijitos míos, no estéis divididos, estad unidos.
Con profundo dolor veo en este día una gran división, unos van hijitos míos por
el camino verdadero, mientras los otros habéis elegido el camino del dolor.
Deteneos hijitos míos ¡Deteneos! Apartaos del camino maldito que día a día os marca
mi Adversario Satanás. Sí, hijitos míos, abandonad el camino maldito y orad
todos juntos. Caminad todos juntos unidos por el camino verdadero, el camino
del santo, vuestro santo ministerio. No me hagáis más llorar, lloro por
vosotros.
Hijitos míos y a vosotros os pido, a
todos los que en este día habéis subido a esta montaña santa. Orad el santo
rosario por la unión de mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia
Santa de Cristo.
Ahora hijitos míos, mi Amado Hijo Jesús,
está a mi lado, amadle, escuchadle, adoradle, haced lo que os pide.
Jesús:
Hermanos no temáis soy Jesús, vuestro
Jesús, Jesús de Nazaret, el Llagado, el Crucificado, el Hijo del Padre.
Como veis hermanos, un día más desciendo
del cielo de mano de mi madre santa, vuestra madre, María Inmaculada, a la cima
de esta montaña santa, a traeros la salvación. Sí hermanos, habéis escuchado
bien, La Salvación.
Ahora hermanos, bendigo vuestros cirios:
“Gloria Patri, et Filio et Spiritui Sancto. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui
Sancto. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto”.
Vuestros cirios hermanos, un día más son
bendecidos con una luz divina, una luz especial, para alumbrar vuestros hogares
y protegeros del mal.
Ahora hermanos, doy paso a mi Madre
Santa, vuestra Madre, María Inmaculada. Amadla, seguidla y haced lo que os
pide.
La Stma Virgen:
Hijitos míos, mi dolor es tan profundo,
ver como veo mi Santa Iglesia dividida.
Y sin más por hoy, en presencia de mi
Amado Hijo, Jesús y en la cima de esta montaña santa, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis
a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras?¿Amáis a Dios
Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina
Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de
Cristo?Orad por ella ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros, ¿os
amáis, hijitos míos?
Ésta es vuestra fe,
ésta es la verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar.
Ahora, uníos todos
hijitos míos, todos los que en este día habéis subido a esta montaña santa y
entrad bajo mi manto santo. Venid a mí, hijitos míos, acercaos a la puerta del
refugio de mi Corazón Inmaculado. Sí, hijitos míos, bajo mi manto santo día a
día seréis bendecidos y protegidos porque día a día camino con vosotros hacia
la morada santa.
Y ahora hijitos míos,
en este estado de gracia, bajo mi manto santo y en la cima de esta montaña
santa y en presencia de mi Amado Hijo Jesús, Yo os bendigo en este día, hijitos
míos como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos.Os
amo. Venid hacia mi manto santo