miércoles, 25 de diciembre de 2013

Mensajes Virgen Diciembre 2013


PRIMER VIERNES: 06 – DICIEMBRE – 2013

Duodécima estación, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos no temáis soy vuestra Madre la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros
Hijitos míos, en este día os doy las gracias, a todos los que con fe, y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia, os inclinéis todos besando el suelo,  en acto de humildad, saludando a la Santísima y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados, y por todos los pecadores del mundo.
 Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a mis almas consagradas, religiosas, sacerdotes, obispos y cardenales. En este día, desde esta montaña Santa, quiero hacer llegar este mensaje, este mensaje de dolor a todos vosotros: Mi adversario Satanás, entre lágrimas os digo lo que mis ojos ven, está mandando más emisarios a parroquias, conventos, comunidades, pero no son de paz, hijitos míos. Tened cuidado, son entendidos, sabios y poderosos. Tened cuidado, hijitos míos, a quien dejáis entrar a vuestros conventos, a vuestras parroquias, a vuestras comunidades. En este día os pido a todos: Sed mansos como palomas pero astutos como serpientes. Quieren hijitos míos, borrar el nombre de Dios de vuestros corazones.

Luz Epifanía:
Señor, mi Señor, estas llagado… Tus llagas me ahogan, Señor, tu dolor entra en mi corazón. El dolor de tus llagas entra en mi corazón y en mi garganta. Ayúdame, ayúdame Señor, déjame limpiarte ese dolor, déjame acercarte a mí. Nuestra Madre llora por lo que sus ojos ven… ¿y Tú que ves Señor? Dime quien te hace esto Señor, quien te hace estas llagas tan profundas, tan dolorosas.
Ayúdame Señor, me ahogo, ayuda a esta pequeña esclava que se enamoró de ti, Señor el día que te conoció. Vivo solo para ti, Señor, y para nuestra Madre Santa

La Stma Virgen:
Hijitos míos, si pudierais entender y valorar el sufrimiento de este pobre alma víctima, este alma fue elegida, para Yo, vuestra Madre Celestial y mi Amado Hijo Jesús, a través de ella comunicarme con todos vosotros. Sí, hijito mío, así es.
Esperando hijitos míos, almas consagradas, entendáis este mensaje, este aviso mío, y sepáis entender mis palabras.
En presencia de mi Amado Hijo Jesús, a todos os tengo que preguntar: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? ¿Amáis mi Santa Iglesia? ¿Amáis a vuestro pastor?  Orad por él. Y vosotros ¿os amáis hijitos míos?
Quiero ver crecer el amor en vuestros corazones. Sí, el amor y la oración. Como ya os tengo predicho, y a ti te respondo en especial: Cuando el hombre ora, Dios escucha, le llena de gracia, le bendice.
Y sin más, hijitos míos, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, Yo, Vuestra Madre Celestial, os bendice en este día por medio del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Adiós hijitos míos.




PRIMER SÁBADO 07-DICIEMBRE-2013

Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos, soy vuestra Madre, no temáis hijitos míos, soy la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias, a todos los que con fe y espíritu de oración habéis suido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia, os inclinéis todos besando el suelo,  en acto de humildad, saludando a la Santísima y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados, y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy va dirigido a todo mi Ejército Blanco, presente y ausente. Sí, hijitos míos, escuchad y entended lo que en este día os vengo a pedir: Estad todos unidos, unidos en la oración, mi adversario Satanás, como ya os tengo predicho, en este tiempo en que la tierra se oscurece, la está llenando de espíritus malignos. Pero a vosotros os digo, hijitos míos: No temáis, Yo, Vuestra Madre Celestial, soy la Reina del Santo Rosario, soy Vuestra Capitana, soy la Reina de vuestros hogares, la Reina de vuestros corazones. Desciendo del cielo cada día y os voy guiando, os voy protegiendo… sí hijitos míos, os protejo de todo mal.

Luz Epifanía:
Señor, Señor, esa corona de espinas, Señor esa sangre que recorre tu frente, se me clava en mi garganta y en mi corazón. Señor, Señor, ponme tu corona de espinas y descansa tú. Haz lo que te pido, Señor, yo me inclino ante ti… ¡Ay Señor quien te hace esto! Señor, perdónalos porque no saben lo que hacen, perdónalos.

La Stma Virgen:
Hijitos míos, el amor de este pobre alma, el amor a mi Amado Hijo Jesús es tan grande, hijitos míos, que como podéis ver, le ha pedido su corona de espinas… sí, hijitos míos, ayudadla, su corazón sufre tanto y es por amor.
Hijitos míos, y sin más por hoy, en presencia de mi Amado Hijo Jesús os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo, la Santísima Trinidad? ¿Amáis mi Santa Iglesia? ¿Amáis a vuestro pastor?  Orad por él. Y vosotros ¿os amáis hijitos míos?
Os pido una vez más: Quiero y os `pido en este tiempo de oscuridad, se conviertan vuestros hogares en iglesias domésticas.
Y sin más, hijitos míos, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, Yo os bendigo en este día,  como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos.


13 – DICIEMBRE – 2013

Cuarto misterio de dolor: Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos no temáis soy vuestra Madre la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros
Hijitos míos, en este día os doy las gracias, a todos los que con fe, y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia, os inclinéis todos besando el suelo,  en acto de humildad, saludando a la Santísima y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados, y por todos los pecadores del mundo.
 Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los habitantes de este planeta. Hijitos míos, en este día, mi corazón sangra, está lleno de espinas por lo que mis ojos ven. Veo a mi adversario Satanás, marcando a las almas. Sí hijitos míos, está marcando a tantas almas que jamás podréis imaginar. Las marca en la frente con el 666. ¡Ay hijitos míos que dolor!
Por eso os pido a todos: Retroceded a Cristo, amad a Cristo, adorad a Cristo. Sí, hijitos míos, haced lo que os pido. Orad con la palabra, orad con la mente, orad con el corazón. Hace un tiempo os predije y hoy os lo vuelvo a pedir: Quiero, hijitos míos, que antes de la primera cita, aquí, en esta montaña santa, paséis todos por el sacramento de la confesión. Quiero hacer llegar mi palabra a todos los corazones. Ahora hijitos míos, mi Amado Hijo, Jesús está a mi lado, escuchadle, haced lo que os pide.

Jesús:
Hermanos, Yo soy Jesús, Jesús de Nazaret, el Llagado, el Crucificado, el Hijo del Padre. Como veis hermanos no falto a nuestras citas ¿y vosotros? Yo desciendo del cielo de mano de mi Madre Santa, vuestra Madre, María Inmaculada, a llenaros de gracia… sí hermanos, derramo en este día sobre toda esta montaña santa, una gracia especial. Cae sobre todos vosotros un rocío mañanero. Sí, hermanos, descendemos del cielo para traeros la salvación. Ahora hermanos, bendigo vuestros cirios: Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo.
Haced que estos cirios luzcan en vuestros hogares. En aquel hogar donde alumbre uno de estos cirios, mi Luz y mi Imagen estará presente día y noche. Y como ya os tengo predicho, las fuerzas del mal no cruzarán vuestros umbrales. Ahora, doy paso a mi Madre Santa.

La Stma Virgen:
Hijitos míos, y sin más por hoy, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, os digo una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo, la Santísima Trinidad? ¿Amáis mi Santa Iglesia? ¿Amáis a vuestro pastor?  Orad por él. Y vosotros ¿os amáis hijitos míos?
Amaos todos, orad unidos y jamás seréis vencidos. Mi Corazón Inmaculado os guía y protege.
Y ahora, hijitos míos, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, Yo os bendigo a todos los que estáis en esta montaña santa, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.

Adiós hijitos míos.