PRIMER
VIERNES: 04 - NOVIEMBRE – 2022
Novena estación, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos no temáis, soy vuestra
Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos
vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a toda la humanidad. Sí, hijitos míos, escuchad y haced lo que os pido. Arrodillaos todos, arrodillaos todos y orad con fe por el fin de esa maldita guerra creada y dirigida por mi Adversario Satanás, que día a día hijitos míos se hace más grande, más dolorosa. Esas armas malas quieren acabar con toda la humanidad. Así pues hijitos míos haced lo que os pido, arrodillaos todos y orad unidos.
Luz Epifanía:
Señor, mi Señor, estás llagado. Tú llagado y nuestra Santísima Madre con esas lágrimas ensangrentadas. No tengo fuerza, Señor para caminar. Señor mío, hoy te voy a pedir algo que quiero y deseo de todo corazón. Este día te pido, te entrego mi vida, mi vida entera y te pido que mi vida, la vida que yo te ofrezco la guardes en tu corazón. Sí Señor, haz lo que te pido. Mi vida entera te entrego, guárdala en tu corazón, Sí Señor, sí
La Stma Virgen:
Hijitos míos ¿lo habéis
entendido? Este pobre alma entrega su vida enteramente, al Corazón de Cristo.
Sí, hijitos míos, ahora os pido a todos, a toda la humanidad: Haced lo que en
este día os pido. Haced lo que en este día os pido. Haced lo que en este día os
pido.
Y os pido una vez más, subáis al Calvario en este Santo Viacrucis orando todos en cada una de sus estaciones. Orad por la paz, el fin de esa maldita guerra, creada y dirigida por mi Adversario. Satanás. Como ya os tengo predicho hijitos míos, en esta subida al Calvario no estáis solos, mi Amado Hijo, Jesús y Yo, Vuestra Madre Celestial, María Inmaculada oramos con vosotros y por vosotros. Sí, hijitos míos. Haced lo que os pido, arrodillaos todos y orad por la paz
Y sin más por hoy hijitos
míos, en presencia de mi Amado Hijo, Jesús y en la cima de esta montaña santa
os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces?
¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios
Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia,
vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella. ¿Amáis a
vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros, ¿os amáis, hijitos míos?
Ésta es vuestra fe, ésta es la verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar
Ahora hijitos míos, uníos
todos y entrad bajo mi manto santo. Sí, hijitos míos, entrad todos bajo mi
manto santo, acercaos a la puerta del refugio de mi Corazón Inmaculado. Sí,
hijitos míos, bajo mi manto santo día a día seréis bendecidos y protegidos.
Como ya os tengo predicho hijitos míos, bajo mi manto santo camino con todos
vosotros hacia la morada santa. Entrad todos… sí, hijitos míos
Y ahora hijitos míos, bajo mi manto santo, en la cima de esta montaña santa y en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, en este día os bendigo hijitos míos como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos. Hasta
pronto.
PRIMER SABADO: 05 – NOVIEMBRE – 2022
Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía
entra en éxtasis y dice a la Stma Virgen:
Hijos míos no temáis, soy vuestra Madre,
la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las
gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta
montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os
inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y
Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores
del mundo.
Hijitos míos el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todo mi Ejército Blanco. En este día os pido, hijitos míos, abridme los ojos del alma, los oídos del corazón y entended hijitos míos, lo que en este día os vengo a pedir. Como ya os tengo predicho, hace un largo, largo tiempo, os vengo formando, os vengo preparando para el dolor más doloroso que habéis visto jamás. Pues os pido, hijitos míos: Estad unidos, muy unidos, orad unidos y amaos todos, amaos todos de corazón y entended hijitos míos lo que os pido en este día. En este día os pido, hijitos míos, a todo mi Ejército Blanco en general, a vosotros también, sacerdotes de mi Ejército Blanco: Dejadlo todo y no faltéis nunca a estas citas hijitos míos, que Yo, Vuestra Madre Celestial, desciendo del cielo de mano de mi Amado Hijo, Jesús, a toda esta montaña santa. Vengo a salvaros hijitos míos, Vengo a salvaros. Vengo a salvaros. A todos os quiero hijitos míos, bajo mi manto santo. No os quedéis fuera, entrad dentro. Como ya os tengo predicho, bajo mi manto santo viviréis conmigo hijitos míos, el Triunfo de mi Corazón Inmaculado. Haced lo que os pido, vengo a salvaros. No faltéis nunca a nuestras citas. ¿Lo habéis entendido hijitos míos? No escuchéis nunca a todos aquellos entendidos. Se creen los jefes, pero caminan hacia la perdición.
Luz Epifanía:
Señor, un día más te entrego, te entrego mi vida entera. Te pido me guardes en tu corazón, sí Señor, íntegramente te ofrezco mi vida un día más, guárdala en tu corazón. Sí, Señor. Yo me ofrezco íntegramente a Ti, Señor. He aquí tu pequeña esclava, bendíceme y lléname de tu gracia y dame fuerza para soportar tanto dolor como mis ojos ven en Ti y en Nuestra Santísima Madre.
La Stma Virgen:
Hijitos míos, la entrega de este pobre
alma al Corazón de Cristo, es tan profunda, que jamás podréis imaginar. Sí,
hijitos míos.
¿Lo habéis entendido? Haced todo lo que os
he pedido
Y sin más por hoy y en presencia de mi
Amado Hijo, Jesús y en la cima de esta montaña santa os pregunto una vez más: ¿Renunciáis
a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios
Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina
Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de
Cristo? Orad por ella que en peligro está.
¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros ¿os amáis hijitos míos?
Ésta es vuestra fe, ésta
es la verdad. Que ninguno de estos sabios os haga vacilar.
Ahora, uníos todos
hijitos míos, venid a Mí, entrad bajo mi manto santo. Sí, hijitos míos,
despliego mi manto santo, entrad en él acercaos al Refugio, a la puerta de mi
Corazón Inmaculado, a este refugio santo.
Y ahora hijitos míos, bajo
mi manto santo como ya os tengo predicho, día a día seréis bendecidos y
protegidos. Camino día a día con vosotros hacia la morada santa. Sí, hijitos
míos, la morada santa.
Y en este estado de
Gracia, en la cima de esta montaña santa y en presencia de mi Amado Hijo,
Jesús, bajo mi manto santo, os bendigo hijitos míos, en este día, como el Padre
os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos, venid
a mí todos, entrad en mi Corazón Inmaculado, todos bajo mi manto santo… a
todos, a todos vengo a salvaros, hijitos míos, mi Ejército Blanco, os amo tanto.
Adiós hijitos míos. Hasta pronto.
13
- NOVIEMBRE – 2022
Cuarto misterio de dolor, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma. Virgen dice:
Hijos míos no temáis, soy vuestra Madre,
la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo entero.
Hijitos míos el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todo mi Ejército Blanco. Sí, hijitos míos, a todo mi Ejército Blanco. Un día más hijitos míos desciendo del cielo de mano de mi Amado Hijo, Jesús, aquí a esta montaña santa, a protegeros, a protegeros de tanto y tanto dolor como se aproxima. Vengo hijitos míos a acogeros a todos bajo mi manto santo. Haceos todos hijitos míos, como niños pequeños y entrad bajo mi manto santo. Sed fieles hijitos míos a todas nuestras citas. No salgáis de mi manto santo. Una vez más os pido y os hago saber: Todos aquellos que escucháis e ignoráis y no hacéis lo que os pido, os quedaréis fuera. Como ya os tengo predicho, os quedaréis fuera, viviréis el dolor más profundo que habéis conocido. Así pues, hijitos míos haced lo que os pido. No faltéis a nuestras citas, no salgáis bajo mi manto santo. ¿Lo habéis entendido?
Luz Epifanía:
Señor día a día te entrego mi vida. ¿la llevas en tu Corazón?... Yo te ofrezco mi vida entera, Señor. Gracias, gracias porque abres tu corazón y acoges mi vida entera. Sí Señor, gracias. Mi vida entera te ofrezco, guárdala en tu Corazón
La Stma Virgen:
Hijitos míos, el amor de este pobre alma y
su vida entera, día a día entrega su vida entera al Corazón de Cristo. Sí,
hijitos míos
Y sin más por hoy hijitos míos, en la cima
de esta montaña santa, en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, os pregunto una
vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus
obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo?
La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia,
la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella, ayudadla, amadla, amadla sobre todas
las cosas ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros, ¿os amáis, hijitos
míos?
Ésta es vuestra fe, ésta
es la verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar.
Ahora, uníos todos, venid
a mí hijitos míos y entrad bajo mi manto santo. Acercaos a la puerta del
refugio de mi Corazón Inmaculado. Entrad todos hijitos míos, todos los que en
este día habéis subido a esta montaña santa. Os acojo a todos, caminad conmigo.
Como ya os tengo predicho bajo mi manto santo día a día seréis protegidos y
bendecidos. Camino con todos hijitos míos hacia la morada santa. Entrad todos
hijitos míos.
Y ahora hijitos míos, en este
estado de gracia, en la cima de esta montaña santa y en presencia de mi Amado
Hijo Jesús, os bendigo en este día, hijitos míos, como el Padre os bendice, por
medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos. Caminad
conmigo y no tengáis miedo.