PRIMER VIERNES: 06 – MAYO – 2016
Séptima estación del Víalucis, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma
Virgen dice:
Hijos míos, no
temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine
siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día, os doy las gracias a
todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa
en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando
el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo
perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va
dirigido a todos los habitantes de este planeta. Sí, hijitos míos, en este día,
escuchad todos y poned atención en lo que os vengo a pedir.
A lo largo de todo este tiempo, un largo, largo
tiempo vengo deteniendo el dolor más doloroso de todos los tiempos. Sí, hijitos
míos, pero ha llegado el tiempo de la gran prueba. Escuchad lo que os voy a
pedir. Con lágrimas en mis ojos y una
espada clavada en mi corazón, os digo, hijitos míos, entre lágrimas y rota de
dolor: Decenas y decenas de millares de hijos míos, caerán y no se levantarán.
Por eso es que os pido: Orad este Santo Víalucis con fe y con amor, pidiendo en
cada una de sus estaciones a vuestro Padre Celestial, detenga la ira de su
adversario y reine la paz, reine la paz y reine la paz.
Ahora hijitos mío, mi Amado Hijo Jesús, está a mi
lado. Escuchadle, amadle, adoradle, poned atención a lo que os pide.
Jesús:
Hermanos, no temáis, soy Jesús, Jesús de Nazaret,
el Llagado, el Crucificado, el Hijo del Padre. Como veis, hermanos, mi amor es
tan grande por todos vosotros, soy fiel a nuestras citas. De mano de mi Madre
Santa, vuestra Madre, María Inmaculada, desciendo del cielo a traeros la luz y
la salvación.
Ahora hermanos, voy a bendecir vuestros cirios, con
una bendición especial. Gloria Patri, et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri,
et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri, et Filio et Spiritu Santo.
Hermanos, vuestros cirios han sido bendecidos con
una luz especial. Recordad todos, hermanos, lo que os voy a pedir. En cada uno
de estos cirios va mi luz, mi luz y mi bendición para vuestros hogares.
En este día os digo: Allí donde luzcan
permanentemente, ningún miembro de esa familia se perderá. Por difícil que lo
veáis, en el último momento, Yo, hermanos, estaré a vuestro lado, os tomaré de
la mano y no os dejaré. Conmigo y con mi Madre Santa, entraréis en el Reino de
los Cielos.
Ahora hermanos, doy paso a mi Madre Santa, amadla, seguidla,
todos los días de vuestra vida, tenedla en vuestro corazón.
La Stma Virgen:
Hijitos míos, sin más por hoy en presencia de mi
Amado Hijo Jesús os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a
sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo?
¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa
Iglesia? ¿Amáis a vuestro pastor?... Orad hijitos míos, orad como os tengo
mandado. Orad por mi Santa Iglesia, orad hijitos míos, orad por todos los
sacerdotes de mi Amado Hijo Jesús. Sí, hijitos míos, orad por vuestro Pastor
Ahora uníos todos, tomaos de la mano, aceptaos los
unos a los otros amándoos unos a otros como os ama mi Corazón Inmaculado.
Ahora, en este estado de Gracia y en la cima de esta
montaña santa, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, yo os bendigo, hijitos
míos, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos. No olvidéis mis avisos
PRIMER SÁBADO:
07 – MAYO – 2016
Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en
éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos
míos, no temáis, soy vuestra Madre, la
Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos,
en este día, os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración
habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra divina
presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a
la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los
pecadores del mundo.
Hijitos míos,
el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los habitantes de este
planeta. Escuchad hijitos míos, escuchad y entended lo que en este día os vengo
a pedir. Sí, hijitos míos, en este tiempo de la gran prueba, prueba dolorosa,
dolorosa y sangrienta, os vengo a decir: Mis ángeles de luz, en este tiempo,
este tiempo de dolor, están esparcidos por todo el planeta tierra. Sí hijitos
míos, están tomando de la mano a los elegidos, estos vendrán a mí, a mi Corazón
Inmaculado y entrarán a formar parte de mi Ejército Blanco. Como ya os tengo
predicho, mi Ejército Blanco será grande y poderoso. Por eso en este día os
pido a todos en general, subáis con fe a esta montaña santa, Yo, Vuestra Madre
Celestial os espero cada día, cada día citado, en este tiempo de la gran
prueba, prueba de dolor. Yo, Vuestra Madre Celestial, os abriré con frecuencia,
aquí en esta montaña santa, la puerta del refugio de mi Corazón Inmaculado.
Entraréis y os fortaleceréis, os llenaréis de gracia. Sí, hijitos míos, todos
los que obedezcáis lo que os pido, entraréis a formar parte de mi Ejército
victorioso.
Así pues,
hijitos míos, desde esta montaña santa en este día, hago una llamada a
vosotros, hijitos míos, sacerdotes de mi amado Hijo Jesús. Subid con
frecuencia, haced lo que os pido, no tengáis miedo, Yo, Vuestra Madre Celestial
os protegeré.
Hijitos míos,
si pudierais entender a esta pobre alma víctima. Como yo os tengo predicho, fue
elegida por vuestro Padre Celestial, para Yo, hijitos míos, María Inmaculada y
mi Amado Hijo Jesús, a través de ella, de su dolor y de sus lágrimas, poder
comunicarnos con todos vosotros
Y ahora
hijitos míos, sin más por hoy en presencia de mi Amado Hijo Jesús y aquí en la cima
de esta montaña santa, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás?
¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre?
¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina
Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia? ¿Amáis a vuestro pastor?... Orad por él.
Y ahora,
hijitos míos, en este estado de gracia, tomaos de la mano, aceptaos los unos a
los otros, amándoos unos a otros como os ama mi Corazón Inmaculado. Yo, Vuestra
Madre Celestial, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, os bendigo en este día
como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos
13 – MAYO – 2016
Cuarto misterio de
Gloria, Luz Epifanía entra en éxtasis y
la Stma Virgen dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la
Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, hijos muy amados, en este día os doy
las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta
montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis
todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina
Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del
mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va
dirigido a todos los habitantes del planeta tierra. Hijitos míos, con profundo
dolor os digo en este día lo que mis ojos llenos de lágrimas ven: Veo hijitos
míos, decenas y decenas de millares de espíritus del mal, esparcidos por todo
el planeta tierra. Hijitos míos, estos van conducidos por mi adversario
Satanás. Con profundo dolor os digo, seducen a los niños, a los jóvenes, a los
mayores, por eso os pido en medio de tanto peligro, no permitáis que se apague
la luz, la luz del cirio en vuestros hogares. Pero ahora hijitos míos, en este
día y en esta Montaña Santa, voy a bendecir contra las fuerzas del mal, todos
vuestros objetos, bendigo, escapularios, rosarios, crucifijos, todo aquello que
tenéis en vuestras manos y lleváis colgado al cuello.
Si, hijitos
míos, pero antes, escuchad este pobre alma, su sufrimiento de esto que hoy os
digo, lo que mis ojos ven, a ella le voy a mostrar.
Luz Epifanía:
Madre, ¿Qué es esto?
¡Estos son espíritus del mal, Madre! ¡Madre, pero aquí no pueden entrar, aquí
no! Pero veo como se estrellan Madre
contra las vallas, vallas divinas que tú tienes puestas en esta Montaña Santa.
¡Pero cuantos hay Madre! Pero cuantos hay y que horribles que son. Que miedo
Madre ¡Protégenos Madre! Danos los medios para librarnos de ellos Madre. Madre,
concédeme esta gracia. Hay, cuántos son, se estrellan, se funden y caen al
suelo ¡Que terrible es esto! Ayúdanos Madre, Ay Señor, ayúdanos.
La Stma. Virgen:
Hijitos míos, es preciso que este pobre alma, vea
una pequeña parte de los espíritus del mal, pero no tengáis miedo, porque aquí
estáis protegidos.
Ahora, hijitos míos, mostradme vuestros objetos que
van a ser bendecidos contra las fuerzas del mal, si hijitos míos.
Luz Epifanía:
¡Madre!¡Ay, Que
alegría Madre! Ahora ya no veo espíritus malos, solamente veo ¡Ay Madre! Que
alegría, ahora, rosarios, escapularios, medallas, crucifijos ¡Ay, cuantos veo
Madre! ¡Bendícelos Madre! Bendícelos contra esos malignos espíritus que yo he
visto.
La Stma. Virgen:
Hijitos míos: En este momento, en este día y en esta
Montaña Santa, antes de la bendición, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás?
¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre?
¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina
Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo, vuestra Santa
Iglesia? ¡Orad por ella! ¿Amáis a vuestro Pastor? ¡Orad por él!
Ahora, en este estado de gracia, mostrándome todo
cuanto os he pedido. Os bendigo, en presencia de mi amado Hijo Jesús, con esta
gracia especial traída del Cielo en este día para vuestra protección. Abridme
los corazones:
Os bendigo, os bendigo, os bendigo a todos y cuanto
tanto me estáis mostrando, como el Padre os bendice en este momento, por medio
del Hijo gloria del Espíritu Santo.
Hijitos míos, todos habéis sido bendecidos, con lo
que me habéis mostrado en vuestras manos, rosarios, escapularios, crucifijos y
vuestras almas, no tengáis miedo y decid todos conmigo:
¡Señor, hágase en mí, según tu palabra! ¡Señor, hágase
en mí, según tu palabra! ¡Señor, hágase en mí, según tu palabra!