PRIMER SÁBADO: 01 – OCTUBRE – 2016
Cuarto
misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la
Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos
los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la
cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el
suelo en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo
perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va
dirigido a esta nación vuestra nación. En este día hijitos míos, con profundo
dolor os digo lo que mis ojos ven: Veo hijitos míos, que ha llegado la prueba a
esta nación, vuestra nación, será dolorosa, muy dolorosa, mi adversario,
hijitos míos, quiere acabar con ella, quiere convertirla, quiere convertirla en
cenizas. Por eso os pido, a todos los habitantes de esta oración: Arrodillaos,
uníos y orad hijitos míos como os tengo mandado, orad con la palabra, orad con
la mente, orad con el corazón, pidiendo el perdón, pidiendo el perdón, pidiendo
el perdón, pidiendo la paz, hijitos míos, pedid la paz, pedid la paz, hijitos
míos.
Ahora, hijitos míos, esperando y deseando lo hayáis
entendido, os digo, hijitos míos: Mi Amado Hijo Jesús está a mi lado,
escuchadle, amadle, adoradle.
Jesús:
Hermanos, no temáis, soy Jesús, Jesús de Nazaret, el
Llagado, el Crucificado, el Hijo del Padre. Como veis hermanos un día más soy
fiel a estas, nuestras citas, sí, hermanos, son nuestras citas, mías y
vuestras, es el encuentro en esta montaña santa.
Ahora, hermanos, voy a bendecir vuestros cirios:
Gloria Patri, et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri, et Filio et Spiritu
Santo. Gloria Patri, et Filio et Spiritu Santo.
Vuestros cirios hermanos han sido bendecidos con una
bendición especial, como ya os tengo predicho, en aquellos hogares vuestros,
donde haya alguno de estos cirios encendidos, estarán exentos los espíritus del
mal.
Ahora hermanos, doy paso a mi Madre Santa, amadla,
escuchadla y haced lo que os pide.
La
Stma Virgen:
Hijitos míos y sin más por hoy en presencia de mi
Amado Hijo Jesús os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a
sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo?
¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa
Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella
¿Amáis a vuestro pastor?... Orad por él.
Y vosotros ¿os amáis hijitos míos?
Ésta es vuestra fe, ésta es la verdad.
Uníos todos, tomaos de la mano, aceptaos los unos a
los otros, abridme vuestros corazones, para llenarlos de gracia. Sí, hijitos
míos, en este estado de gracia, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, en esta
montaña santa, Yo os bendigo como el Padre os bendice por medio del Hijo y con
su Espíritu.
Adiós hijitos míos.
PRIMER
VIERNES: 07 – OCTUBRE – 2016
Novena estación, Luz Epifanía entra en éxtasis y la
Stma Virgen dice:
Hijos míos, no
temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine
siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos,
en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración
habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra divina
presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a
la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los
pecadores del mundo.
Hijitos míos,
el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a mis almas consagradas. Hijitos
míos, escuchad y entended lo que en este día os vengo a pedir. Os digo, hijitos
míos, con profundo dolor, lo que mis ojos ven: Veo, hijitos míos a un número
muy elevado de almas consagradas, día a día, en este tiempo de la gran prueba,
perder la fe, abandonar su ministerio y de mano de mi adversario emprender el
camino de la perdición. Deteneos, hijitos míos, retroceded a Cristo, pedid
perdón por vuestro abandono y sed fieles a Su Palabra.
Hijitos míos,
en este día os pido a todos, los que habéis subido en este día a esta montaña
santa, subáis al Calvario una vez más, ofreciendo este Santo Viacrucis por mis
almas consagradas. Sí, hijitos míos, haced lo que os pido, como ya os tengo
predicho, mi amado Hijo Jesús y Yo, Vuestra Madre Celestial, oramos con
vosotros y por vosotros en este Santo Viacrucis.
Sin más por
hoy, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis
a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios
Padre, vuestro Creador? ¿Amáis a Dios Hijo, vuestro Redentor? ¿Amáis a Dios
Espíritu Santo, vuestro Santificador?¿Amáis mi Santa Iglesia? Orad por ella
¿Amáis a vuestro pastor? Orad por él. Y
vosotros ¿os amáis hijitos míos?
Amaos todos,
sin amor, hijitos míos no tenéis vida.
Ahora uníos
todos, tomaos de la mano amorosamente, aceptándoos los unos a los otros.
Abridme vuestro corazón. En este estado de gracia y en esta montaña santa, en
presencia de mi Amado Hijo, Jesús. En este día os bendigo a todos los que
habéis subido a esta montaña de gracia. Os bendigo, hijitos míos como el Padre
os bendice por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos
míos.
13 – OCTUBRE – 2016
Cuarto misterio de luz, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen
dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la
Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos
los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la
cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el
suelo en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo
perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va
dirigido a todos los habitantes de este planeta. Sí, hijitos míos, con profundo
dolor os digo en este día y en esta montaña santa, lo que mis ojos ven: Veo a
mi adversario, Satanás, sumergido en lo más profundo de las técnicas modernas.
Sí, hijitos míos, con profundo dolor os digo, éste llevará a niños, jóvenes y
mayores a la locura, a la droga, a la prostitución, decenas y decenas de millares
a la muerte. Un día más os prevengo, hijitos míos, tened cuidado, sed mansos
como palomas pero astutos como serpientes. En este tiempo de la gran prueba,
habrá tanto dolor, tantas lágrimas, pero hijitos míos, os he dado las armas más
profundas: La oración, el santo rosario, la Santa Eucaristía. Haced esto que os
pido y se alejará de vuestros corazones.
Y sin más por hoy, en presencia de mi amado Hijo
Jesús, en la cima de esta montaña santa, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a
Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios
Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina
Trinidad ¿Amáis mi Santa Iglesia? Orad por ella ¿Amáis a vuestro pastor? Orad
por él. Y vosotros ¿os amáis hijitos
míos?
Ésta es vuestra fe, ésta es la verdad.
Y ahora os pido a todos, los que en este día habéis
subido a esta montaña santa, uníos todos, tomaos de la mano, aceptaos los unos
a los otros, abridme vuestros corazones. Sí, hijitos míos, en este estado de
gracia, en la cima de esta montaña santa y en presencia de mi Amado Hijo Jesús,
este día Yo os bendigo como el Padre os bendice por medio del Hijo y con su
Espíritu.