PRIMER SABADO: 01 – JUNIO – 2024
Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y dice a la Stma Virgen:
Hijos míos no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros. Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a toda la humanidad. Hijitos míos, con profundo dolor en este día os digo lo que mis ojos ven, en este día hijitos míos, a todos os hago saber: Mi adversario, Satanás, en este tiempo de la Gran Prueba, ha dado un duro golpe, duro golpe a los altos pastores de mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Santa Iglesia de Cristo. Hijitos míos, a todos os pido en general y en este día os hago saber: Hay tanto dolor en mi Corazón Inmaculado, han sido tantos y tantos a los que mi adversario, Satanás ha golpeado fuerte, fuerte, llevándolos a la perdición. Por eso os pido a todos, hijitos míos, orad por ellos, son altos cargos hijitos míos, orad por ellos. Orad por ellos como os tengo mandado, orad con la palabra, orad con la mente, orad con el corazón. Vosotros sois muy pequeños pero el poder de vuestra oración es grande, hijitos míos, es grande. Orad por ellos porque reciban la Luz Divina de Dios, de Dios Padre vuestro Creador, se conviertan y se salven. Haced lo que os pido, haced lo que os pido. Hijitos míos, orad por todos ellos, son grandes, grandes pastores, pastores de Cristo, pastores de mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia.
Hijitos
míos, y sin más por hoy, en la cima de esta montaña santa y en presencia de mi
Amado Hijo, Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis
a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios
Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi
Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Amadla,
ayudadla, orad por ella ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros ¿Os
amáis hijitos míos?
Ésta es vuestra fe, ésta es la verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar vuestra fe, hijitos míos, vuestra fe. Abrid vuestro corazón de par en par y orad, orad y orad
Ahora
hijitos míos, os abro mi manto santo y os llamo a todos los que en este día
habéis sido fieles subiendo a orar a la cima de esta montaña santa. Entrad
todos bajo mi manto santo, acercaos todos a la Puerta del Refugio de mi Corazón
Inmaculado. Y una vez más os hago saber: Llegado el dolor de los dolores, del
que tanto os he avisado, todos los que estáis bajo mi manto santo seréis
protegidos porque día a día hijitos míos os llevo a todos bajo mi manto santo y
os amo hijitos míos. Vengo del cielo a salvaros.
Ahora en este estado de gracia, en este día y en esta montaña santa y en presencia de mi Amado, Jesús, a todos los que habéis entrado bajo mi manto santo, Yo os bendigo en este día, hijitos míos, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Ahora
hijitos míos, bajo mi manto santo día a día, camino con todos hacia la morada
santa. Entrad todos hijitos míos.
PRIMER VIERNES: 07 - JUNIO – 2024
Novena
estación del Viacrucis, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos
míos no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios
reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos
míos, en este día os doy las gracias a todos los que, con fe y espíritu de dolor,
de dolor y de oración, habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi
deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en
acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por
vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo entero.
Hijitos
míos el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a religiosas, sacerdotes,
obispos y cardenales, la Santa Iglesia de mi Amado Hijo, Jesús. Tened cuidado
porque en peligro estáis. Sí, hijitos míos, mi Adversario maldito no cesará.
Día a día los golpes serán más duros, más fuertes y dolorosos, pero yo, hijitos
míos, os vengo a salvar. Os prevengo una vez más: Están tan cerca de vosotros
que jamás podréis imaginar. Sed fuertes, sed valientes. Defended a Cristo y a
su Santa Iglesia, mi Santa Iglesia, con el alma y el corazón. Lloro por
vosotros, lloro por todos vosotros. Sed precavidos, os aviso una vez más y os
llamo aquí, a mi montaña santa. Subid a esta montaña santa y entrad bajo mi
manto santo y ahí recibiréis la luz, la gracia divina y podréis salvaros. Haced
lo que os pido. Haced lo que os pido.
Jesús:
Hermanos
no temáis, soy Jesús, vuestro Jesús, Jesús de Nazaret, el Llagado, el
Crucificado, el Hijo del Padre. Como veis hermanos, no falto a nuestras citas. Un
día más, un día de los citados, desciendo del cielo de mano de mi Madre Santa,
Vuestra Madre, María Inmaculada a traeros la salvación. En este día, nuestros
pies se posan en esta santa morada, en esta montaña santa a traeros la
salvación.
Ahora
bendigo vuestros cirios: Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Gloria
Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui
Sancto.
Hermanos,
un día más, vuestros cirios, están bendecidos con una bendición especial para
alumbrar vuestros hogares. A todos os pido: Las veinticuatro horas del día
tened el cirio encendido, a través de estos cirios, mi luz y mi imagen las
veinticuatro horas del día estarán en vuestros hogares. La luz de estos cirios
alumbre vuestros hogares.
Ahora
hermanos doy paso a mi Madre Santa, vuestra Madre, María Inmaculada. Amadla, seguidla
y haced lo que os pide. Haced lo que os pide
La
Stma. Virgen:
Hijitos
míos ¿habéis entendido? Haced lo que os pido.
Ahora
hijitos míos, en esta subida al Calvario no estáis solos, venid todos a mí y
entrad bajo mi manto santo. Bajo mi manto santo, orando en cada una de las
estaciones de este santo viacrucis, por la conversión de toda la humanidad, el
amor a Cristo y a su Santa Iglesia, mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la
Iglesia santa de Cristo. Amadla, ayudadla, orad por ella. Entrad todos bajo mi
manto santo, venid a mí hijitos míos, en esta subida al Calvario no estáis
solos, mi Amado Hijo, Jesús y Yo, Vuestra Madre Celestial, María Inmaculada,
oramos con vosotros y por vosotros. Orad con fe, hijitos míos, haced crecer día
a día vuestra fe, el amor a Cristo y su santa Iglesia. Amad la Verdad de la
Verdad.
Ésta
es vuestra fe, ésta es la verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar.
Entrad
todos, todos bajo mi manto santo. Todos los que en estos días citados entráis
bajo mi manto santo, día a día seréis bendecidos y protegidos. Camino con todos
hacia la morada santa.
Ahora
en este estado de gracia divina, en la cima de esta montaña santa y en
presencia de mi Amado, Jesús, Yo os bendigo a todos, hijitos míos, como el
Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Ahora
hijitos míos. Hasta pronto.
Cuarto misterio de Luz, Luz Epifanía entra en éxtasis y dice a la Stma Virgen:
Hijos
míos no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios
reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de amor habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, hijos muy amados, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todo mi Ejército Blanco y a todo mi Movimiento Sacerdotal Mariano. En este día, con profundo dolor, os hago saber a todos lo que mis ojos ven: Veo, hijitos míos a los espíritus del mal luchando contra los espíritus del bien. ¡Qué dolor hijitos míos! En este tiempo de la Gran Prueba, los espíritus del mal atacan a los espíritus del bien sin piedad. Estos espíritus malignos, se acercan a las almas, las seducen y las llevan a la perdición. Tened cuidado hijitos míos. Una vez más os pido: Sed mansos como palomas, pero astutos como serpientes. Estos espíritus malignos se acercan a las almas buenas y les hacen creer y ver la verdad, mentira… y estos caen en su trampa, hijos míos, cogen el camino del mal y van a la perdición. Por eso hijitos míos, os pido en este día: Orad como os tengo mandado, orad con la palabra, orad con la mente, orad con el corazón, orad todos los días, todos los días en familia, el santo rosario, mi santo rosario, tened el cirio encendido. Haced lo que os pido. Haced lo que os pido.
Y
sin más por hoy, hijitos míos, en la cima de esta montaña santa y en presencia
de mi Amado Hijo, Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás?
¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre,
vuestro Creador? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima
y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia
Santa de Cristo? Amadla, ayudadla, orad por ella ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad
por él. Y vosotros ¿Os amáis hijitos míos?
Ésta es vuestra fe, ésta es la verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar.
En
este momento de Gracia, en la cima de esta montaña santa y en presencia de mi
Amado Hijo, Jesús, os bendigoa todos, hijitos míos, en este día, como el Padre
os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
A todos os acojo bajo mi manto santo. Todos los que estáis bajo mi manto santo, día a día seréis bendecidos y protegidos. Camino con todos hijitos míos, hacia la morada santa.