PRIMER
VIERNES: 02 - AGOSTO – 2024
Novena
estación del Viacrucis, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos
míos no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios
reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos
míos, en este día os doy las gracias a todos los que, con fe y espíritu de
oración, habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en
nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de
humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros
pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos
míos el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a esta nación, vuestra nación.
Hijitos míos, en este día mi corazón sangra por lo que mis ojos ven. Veo tanto
y tanto dolor para esta nación, vuestra nación. Con profundo dolor, hijitos
míos, en este día os hago saber: Mi Adversario, Satanás, prepara para esta
nación, vuestra nación, una guerra mala, una guerra mala y cruel. Por eso
hijitos míos, os pido a todos: Arrodillaos todos y orad con fe. Orad todos como
os tengo mandado. Orad con la palabra, orad con la mente, orad con el corazón.
No os podéis imaginar, hijitos míos, lo que están tejiendo los malignos, con mi
Adversario, Satanás, como director a la cabeza, para esta nación, vuestra
nación. Así pues, hijitos míos, haced lo que os pido, haced lo que os pido y
detened a estos malignos, detened a vuestros enemigos, haced lo que os pido.
Ahora,
hijitos míos, mi Amado Hijo, Jesús está a mi lado, escuchadle, amadle, haced lo
que os pide.
Jesús:
Hermanos
no temáis, soy Jesús, vuestro Jesús, Jesús de Nazaret, el Llagado, el
Crucificado, el Hijo del Padre. Como veis hermanos, no falto a nuestras citas. Un
día más hermanos, desciendo del cielo de mano de mi Madre Santa, Vuestra Madre,
María Inmaculada a traeros la salvación. En este día, nuestros pies se posan en
esta santa morada, en esta montaña santa a traeros la salvación.
Un
día más bendigo vuestros cirios: Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto.
Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui
Sancto.
Vuestros
cirios, hermanos, un día más son bendecidos con una gracia divina para todos
vuestros hogares. A través de estos cirios, mi luz y mi imagen las veinticuatro
horas del día alumbran vuestros hogares.
Ahora
doy paso a mi Madre Santa, vuestra Madre, María Inmaculada. Amadla, escuchadla,
seguidla día a día, haced lo que os pide. Amadla y haced lo que día a día con
profundo amor os viene a pedir
La
Stma. Virgen:
Ahora
os pido a todos, todos los que en este día habéis subido a esta montaña santa,
subáis al Calvario orando en cada una de sus estaciones, la paz para esta
nación, la paz para esta nación, la paz para esta nación.
En
esta subida al Calvario, no estáis solos, Mi Amado Hijo, Jesús, Yo, Vuestra
Madre Celestial, María Inmaculada, oramos con vosotros y por vosotros.
Ahora
hijitos míos, os abro mi manto santo, entrad todos. Subamos todos bajo mi manto
santo, unidos, al Calvario. Orando con fe y con amor la paz para esta nación, la
paz para esta nación, la paz para esta nación.
Ahora
hijitos míos, en este estado de Gracia, en la cima de esta montaña santa, bajo
mi manto santo y en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, os bendigo en este día,
hijitos míos, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Bajo
mi manto santo, día a día sois bendecidos y protegidos. Camino con todos,
hijitos míos hacia la morada santa.
Adiós hijitos míos, hasta pronto.
PRIMER
SABADO: 03 – AGOSTO – 2024
Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y dice a la Stma Virgen:
Hijos míos no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros. Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos
míos el mensaje de hoy va dirigido a todo mi Ejército Blanco, escuchad y
entended lo que en este día os vengo a pedir.
Ha llegado el tiempo en que quiero y necesito, ver crecer a mi Ejército Blanco. Sí, hijitos míos, en este día llamo a niños, jóvenes y mayores: Venid aquí hijos míos, subid a esta montaña santa y entrad en mi Ejército Blanco. Sí, hijitos míos. Necesito a todos, niños, jóvenes y mayores. Os hago saber: Día tras día caminaré con todos vosotros hacia la morada santa. Día a día hijos míos, seréis bendecidos y protegidos y os hago saber, llegado el momento todo mi Ejército, todos los fieles que habéis seguido formando mi Ejército Blanco, entraréis con gloria a la montaña santa. Haced lo que os pido, seréis bendecidos, protegidos y con gloria divina, entrareis todos a gozar eternamente en la morada santa. ¿Lo habéis entendido?
Y
sin más por hoy, en presencia de mi Amado Hijo, Jesús y en la cima de esta
montaña santa os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus
secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo?
¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa
Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Amadla, ayudadla,
orad por ella que en peligro está. Y vosotros ¿Os amáis hijitos míos? ¿Amáis a
vuestro Pastor?
Amaos todos hijitos míos como os ama mi Corazón Inmaculado. Ésta es vuestra fe, ésta es la Verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar.
Ahora en este estado de gracia divina, bajo mi manto santo y en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, en la cima de esta montaña santa, os bendigo a todos, hijitos míos como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos. Hasta pronto
Cuarto misterio de dolor, Luz Epifanía entra en éxtasis y dice a la Stma Virgen:
Hijos míos no temáis, soy vuestra
Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos
vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que habéis subido en este día a esta montaña santa. Habéis entendido y obedecido. Y ahora os pido hijitos míos, inclinaos todos y besad el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es
de dolor y va dirigido a todos los habitantes de la humanidad. Hijitos míos, en
este día os hago saber: Mis ojos lloran, mi corazón sangra por el dolor tan
profundo que mis ojos ven. Veo hijitos míos, a millares y millares de hijos
míos que son perseguidos, maltratados y muchos, muchos, muchos de ellos,
pierden la vida. Acaban con sus vidas por la fe, por su gran fe a Cristo y a su
Santa Iglesia. Pierden la vida hijitos míos, por defender la Verdad, por causa
de su fe. Miles y miles de ellos quedan sembrados en la tierra, abandonados.
Por eso os pido en este día a todos, a todos los habitantes de este planeta: Ayudadlos, ayudadlos. Día a día, orad por ellos. ¡Qué dolor tan profundo hay en mi Corazón Inmaculado! Haced lo que en este día os pido, orad por ellos. Y pase lo que pase, hijitos míos, no perdáis la fe, vuestra fe, la verdadera Vida.
Y sin más por hoy,en presencia de mi Amado Hijo, Jesús y en la cima de esta montaña santa, os llamo a todos: Venid hijitos míos, entrad todos bajo mi manto santo, entrad hijitos míos, entrad todos, acercaos todos, hijitos míos, a la Puerta del Refugio de mi Corazón Inmaculado.
En este estado de gracia divina,
bajo mi manto santo y en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, os pregunto una vez
más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces?¿Renunciáis a sus obras?
¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La
Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la
Iglesia Santa de Cristo? Amadla, ayudadla, orad por ella ¿Amáis a vuestro
Pastor? Orad por él. Y vosotros ¿Os amáis hijitos míos?
Ésta es vuestra fe, ésta es la
verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar.
Y ahorabajo mi manto santo, en presencia de mi Amado Hijo, Jesús y en la cima de esta montaña santa, hijitos míos, Yo os bendigo en este día, hijitos míos, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos. Bajo mi manto
santo, día a día, seréis bendecidos y protegidos. Camino con todos, hijitos
míos hacia la morada santa. Hasta pronto.