viernes, 25 de octubre de 2024

Mensajes Virgen Octubre 2024

 


PRIMER VIERNES: 04 - OCTUBRE – 2024

  

Novena estación del Viacrucis, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:

 Hijos míos no temáis. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.

Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que, con fe y espíritu de oración, habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.

Hijitos míos el mensaje de hoy es de dolor, de profundo dolor y va dirigido a toda la humanidad. Hijitos míos, en este día mi corazón sangra por el dolor tan profundo, tan profundo, que mis ojos ven. Hace un tiempo, os vengo avisando de tanto y tanto dolor. Cómo día a día, hijitos míos se extiende a la humanidad. Con profundo dolor, hijitos míos, os hago saber en este día: El fuego maldito se extiende día a día por toda la humanidad. Las guerras malditas toman fuerza día a día, se extienden rápidamente y el dolor de los dolores crece y crece sin parar.

Por eso os pido hijitos míos: Arrodillaos todos y orad hijitos míos como os tengo mandado. Orad con la palabra, orad con la mente, orad con el corazón y haced lo que os pido. Haced lo que os pido porque el fuego se extiende rápida, muy rápidamente. Orad.

Uníos todos, hijitos míos, todos los que en este día sois fieles a nuestras citas y habéis subido con fe y con amor a la cima de esta montaña santa. Uníos todos, hijitos míos y entrad bajo mi manto santo, subiendo este santo Viacrucis, orando, hijitos míos, en cada una de estaciones. Orad por la paz, orad por la paz, orad por la paz. En esta subida al Calvario no estáis solos, mi Amado Hijo, Jesús, Yo, Vuestra Madre Celestial, María Inmaculada, oramos con vosotros y por vosotros. Haced lo que os pido

 

Ahora todos bajo mi manto santo, en la cima de esta montaña santa y en presencia de mi Amado Hijo, Jesús os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Amadla, ayudadla, orad por ella. Y vosotros ¿Os amáis hijitos míos?

Ésta es vuestra fe, ésta es la verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar.

Y ahora todos, bajo mi manto santo. Entrad todos, aproximaos todos a la Puerta del Refugio de mi Corazón Inmaculado.

A todos he acogido bajo mi manto santo.

En este estado de gracia y en presencia de mi Amado Hijo Jesús, bajo mi manto santo, hijitos míos, os bendigo en este día como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.

Camino con todos bajo mi manto santo hacia la morada santa. Bajo mi manto santo, hijitos míos, día a día, seréis bendecidos y protegidos.

 

Adiós hijitos míos. Hasta pronto.

 

PRIMER SABADO: 05 – OCTUBRE – 2024

 

Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y dice a la Stma Virgen:

Hijos míos no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros. Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo entero.

Hijitos míos el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todo mi Ejército Blanco y a todo mi Movimiento Sacerdotal Mariano. Hijitos míos, os llamo, os llamo y os vuelvo a llamar, pero no entendéis, no queréis entender lo que día a día os vengo a pedir. Hijitos míos, con profundo dolor os pido en este día, estéis unidos, muy unidos. El tiempo se aproxima, el tiempo no corre, el tiempo vuela, hijitos míos y a todos os hago saber el dolor tan profundo que mis ojos ven. Por eso hijitos míos, haced lo que os pido. Quiero salvaros hijitos míos, de tanto y tanto dolor. Tanto y tanto dolor, hijitos míos, como se aproxima. A todos os llamo, quiero ser entendida y obedecida. Seáis fieles hijitos míos y subáis todos los días citados, todos los días citados, todos los días citados, hijitos míos, a la cima de esta montaña santa. Os quiero a todos hijitos míos bajo mi manto santo. ¿Lo habéis entendido? A todo mi Ejército Blanco y a todo mi Movimiento Sacerdotal Mariano. A todos os pido: Dejadlo todo y subid a la cima de esta montaña santa. Entrad bajo mi manto santo, entended hijitos míos, que os quiero salvar. A todos quiero salvaros.

 

Y sin más por hoy, en presencia de mi Amado Hijo, Jesús y en la cima de esta montaña santa os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Amadla, ayudadla, orad por ella ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros ¿Os amáis hijitos míos?

Ésta es vuestra fe, ésta es la verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar.

Ahora uníos todos, hijitos míos, todos los que en este día de cita habéis subido a esta montaña santa. Entrad bajo mi manto santo, aproximaos todos a la Puerta del Refugio de mi Corazón Inmaculado. Todos los fieles a mi llamada, entrad bajo mi manto santo. Bajo mi manto santo, día a día, seréis bendecidos y protegidos. Con todos, camino hacia la morada santa. Dejadlo todo que el tiempo se aproxima. ¿Lo habéis entendido?

Y sin más por hoy, en la cima de esta montaña santa y en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, bajo mi manto santo, Yo os bendigo hijitos míos, en este día, a todos, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.

Adiós hijitos míos. Hasta pronto.


13 – OCTUBRE – 2024


Cuarto misterio de gloria, Luz Epifanía entra en éxtasis y dice a la Stma Virgen:

Hijos míos no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros. Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.

Hijitos míos el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos aquellos sacerdotes de mi Amado Hijo, Jesús, que están enfrentados. Deteneos hijitos míos, deteneos. No causéis más dolor a mi Corazón Inmaculado. Deteneos y amaos unos a otros como os ama mi Corazón Inmaculado. No me causéis más dolor y haced lo que os pido. En este día os pido, hijitos míos, meditéis día a día en vuestros corazones, vuestro santo ministerio y cumpláis vuestro santo ministerio de principio a fin. No me causéis más dolor y haced lo que os pido, haced lo que os pido.

Ahora hijitos míos, mi Amado Hijo, Jesús, está a mi lado. Amadle, escuchadle. Y haced lo que os pide.

Jesús:

Hermanos no temáis, soy Jesús, vuestro Jesús, el Llagado, el Crucificado, el Hijo del Padre. Como veis hermanos, no falto a nuestras citas. ¿Y vosotros? Dejadlo todo y escuchad a mi Madre Santa, vuestra Madre, María Inmaculada.

Ahora, hermanos, bendigo vuestros cirios: Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto.

Hermanos, vuestros cirios un día más son bendecidos con una gracia especial. Estos cirios, hermanos, os pido una vez más, luzcan en vuestros hogares las veinticuatro horas del día. Mi luz y mi Imagen, día a día, estarán presentes en vuestros hogares.

Ahora escuchad a mi Madre Santa, vuestra Madre, María Inmaculada. Amadla, escuchadla,  haced lo que os pide día a día.

Ahora hermanos, doy paso a mi Madre Santa, vuestra Madre, María Inmaculada.

 La Stma. Virgen:

Y sin más por hoy, hijitos míos en la cima de esta montaña santa y en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Amadla, ayudadla, orad por ella ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros ¿Os amáis hijitos míos?

Ésta es la verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar.

Ahora uníos todos, hijitos míos, todos los que en este día habéis dejado todo y habéis subido con fe a esta montaña santa. Acercaos todos, entrad bajo mi manto santo, aproximaos todos, hijitos míos, a la Puerta del Refugio de mi Corazón Inmaculado. A todos os acojo, hijitos míos, bajo mi manto santo, día a día, seréis bendecidos y protegidos. Día a día camino con todos, hacia la morada santa.

Ahora en este estado de gracia, en este estado de gracia divina, bajo mi manto santo y en presencia de mi Amado Hijo, Jesús y en la cima de esta montaña santa,  os bendigo a todos, hijitos míos, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.

Adiós hijitos míos. No olvidéis mis avisos. Hasta pronto.


sábado, 5 de octubre de 2024

Mensajes Virgen Septiembre 2024

PRIMER VIERNES: 06 - SEPTIEMBRE – 2024


Novena estación del Viacrucis, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:

Hijos míos no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.

Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que, con fe y espíritu de oración, habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.

Hijitos míos el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los habitantes de este planeta. Escuchad y entended lo que en este día os vengo a pedir. Hace un largo tiempo, hijitos míos, os vengo pidiendo convirtáis vuestros hogares en iglesias domésticas. Escucháis y no entendéis, miráis y no veis el dolor de los dolores tan profundo que se extiende en la humanidad. Os tengo predicho: convertid vuestros hogares en iglesias domésticas. Escuchad y entended, en este día hijitos míos os hago saber el valor tan grande y tan poderoso que tiene el rezo del santo rosario. Mi Adversario, Satanás, no puede, hijitos míos, no tiene poder sobre el valor divino que tiene mi santo rosario. Os pido una vez más: Orad todos los días mi santo rosario y detendréis hijitos míos el poder maligno que mi Adversario, Satanás, para esta nación está preparando. ¿Habéis entendido hijitos míos? ¿Habéis entendido? Haced lo que os pido, haced lo que os pido.

Hijitos míos, en este día os pido, subáis al Calvario ofreciendo este santo Viacrucis y orando todos en cada una de sus estaciones: Diariamente en vuestros hogares recéis el santo rosario, mi Santo Rosario. A todos os pido una vez más, convirtáis vuestros hogares en iglesias domésticas.

Ahora hijitos míos, en la cima de esta montaña santa, en presencia de mi Amado Hijo, Jesús os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Amadla, ayudadla, orad por ella ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros ¿Os amáis hijitos míos?

Ésta es vuestra fe, ésta es la verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar.

Ahora uníos todos, hijitos míos y entrad bajo mi manto santo, orando este santo viacrucis. En esta subida al Calvario no estáis solos, mi Amado Hijo, Jesús, Yo, Vuestra Madre Celestial, María Inmaculada, oramos con vosotros y por vosotros. Así pues hijitos míos, haced lo que os pido. Entrad todos bajo mi manto santo, acercaos todos a la Puerta del Refugio de mi Corazón Inmaculado, todos los que en este día habéis sido fieles a este encuentro divino, aquí en esta montaña santa, con mi Amado Hijo, Jesús y Conmigo, vuestra Madre Celestial, María Inmaculada.

Y ahora a todos bajo mi manto santo, en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, os bendigo en este día, hijitos míos, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.

Bajo mi manto santo, día a día, seréis bendecidos y protegidos. Camino con todos, hijitos míos hacia la morada santa.

Adiós hijitos míos. Hasta pronto.


PRIMER SABADO: 07 – SEPTIEMBRE – 2024


Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y dice a la Stma Virgen:

Hijos míos no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros. Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.

Hijitos míos el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todo mi Movimiento Sacerdotal Mariano. Con profundo dolor en este día os prevengo y os hago saber: Mi Adversario, Satanás, ha introducido entre todos vosotros a tres demonios muy preparados. Quiere enfrentaros los unos a los otros, quiere acabar con vosotros. Por eso os digo, hijitos míos, en este día: Sed mansos como palomas, pero astutos como serpientes. Están tan preparados, hijitos míos, llevan tanto veneno en su cuerpo… Por eso entended lo que os pido. Estad siempre alerta, hijitos míos y haced lo que os pido.

Y sin más por hoy, en presencia de mi Amado Hijo, Jesús y en la cima de esta montaña santa os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Amadla, ayudadla, orad por ella ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros ¿Os amáis hijitos míos?

Ésta es vuestra fe, ésta es la verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar.

Ahora uníos todos, hijitos míos y entrad bajo mi manto santo, acercaos todos a la Puerta del Refugio de mi Corazón Inmaculado. Todos entrad bajo mi manto santo. Bajo mi manto santo, día a día, seréis bendecidos y protegidos. Camino con todos, hijitos míos hacia la morada santa.

Y ahora en este momento de gracia, en la cima de esta montaña santa y en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, Yo os bendigo en este día, hijitos míos, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.

Adiós hijitos míos. Hasta pronto.

 

13 – SEPTIEMBRE – 2024


Cuarto misterio de dolor, Luz Epifanía entra en éxtasis y dice a la Stma Virgen:

Hijos míos no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.

Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.

Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los fieles seguidores y servidores de Cristo, de Tierra Santa. Os hago saber que en peligro está. Mi Adversario, Satanás, quiere acabar con ella, con la Tierra Santa de Cristo, Tierra Santa. Hijitos míos, en este día os hago saber: Mi Adversario, Satanás ha mandado hijitos míos un pequeño escuadrón, se ha introducido en todo, en toda la santa tierra, para acabar con ella. Así pues, hijitos míos, fieles de seguidores y servidores de Cristo, en este día os pido a todos: Sed mansos como palomas, pero astutos como serpientes. Están muy bien adiestrados, muy bien situados para acabar con ella. Así pues, hijitos míos, tened cuidado y defenderla hijitos míos si es preciso con vuestra propia sangre. El valor de Tierra Santa, hijitos míos, es tan grande

Jesús:

Hermanos no temáis, soy Jesús, vuestro Jesús, Jesús de Nazaret, el Llagado, el Crucificado, el Hijo del Padre. Como veis hermanos, no falto a nuestras citas. ¿Y vosotros?

Ahora, hermanos, bendigo vuestros cirios: Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto.

Hermanos, vuestros cirios un día más están bendecidos, son bendecidos, con una gracia especial para vuestros hogares. Entended lo que os pido, las veinticuatro horas del día A través de estos cirios, mi luz y mi imagen están presentes en vuestros hogares. Haced lo que os pido

Ahora hermanos, doy paso a mi Madre Santa, vuestra Madre, María Inmaculada. Amadla, seguidla, haced lo que os pide día a día.

La Stma. Virgen:

Y sin más por hoy, hijitos míos en la cima de esta montaña santa y en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Amadla, ayudadla, orad por ella ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros ¿Os amáis hijitos míos?

Ésta es vuestra fe, ésta es la verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar.

Ahora uníos todos, hijitos míos, todos los que en este día habéis sido fieles a mi llamada y habéis subido a esta montaña santa. Entrad bajo mi manto santo, aproximaos a la Puerta, a la Puerta del Refugio de mi Corazón Inmaculado. Todos entrad bajo mi manto santo. Día tras día, bajo mi manto santo, seréis bendecidos y protegidos. Camino con todos, hijitos míos hacia la morada santa.

Y ahora hijitos míos, en la cima de esta montaña santa, bajo mi manto santo y en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, Yo os bendigo a todos, hijitos míos, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.

Adiós hijitos míos. Hasta pronto.

Una vez más os digo adiós y os espero todos los días citados, aquí en la cima de esta montaña santa. Hasta pronto hijitos míos, no faltéis a nuestras citas.