PRIMER
VIERNES: 06 - DICIEMBRE – 2024
Novena estación del Viacrucis, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos
míos no temáis, soy Vuestra Madre la Purísima Concepción. Que la paz de Dios
reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que, con fe y espíritu de oración, habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos
míos, hijos muy amados, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido, hijitos
míos, a esta nación, vuestra nación. En este día, hijitos míos, a todos os hago
saber el dolor tan profundo que están pasando miles y miles de hijos míos,
viviendo día a día tanto y tanto dolor. Hoy os hago saber, hijitos míos: Mis
ojos lloran, mi corazón sangra, por tanto y tanto dolor cómo mis ojos ven.
Hijitos míos, hijos de mi corazón. Sed fuertes, sed valientes, para poder
soportar, hijitos míos, lo que de camino viene ya. Escuchad mi llanto, haced lo
que os pido, haced lo que os pido. Arrodillaos todos y orad, hijitos míos, como
os tengo mandado. Orad con la palabra, orad con la mente, orad con el corazón.
Haced lo que os pido. Haced lo que os pido, hijitos míos. Detened el dolor tan
profundo que está por llegar.
Jesús:
Hermanos
no temáis, soy Jesús, vuestro Jesús, Jesús de Nazaret, el Llagado, el
Crucificado, el Hijo del Padre. Cómo veis hermanos, no falto a nuestras citas.
¿Y vosotros? Un día más, hermanos, desciendo del cielo de mano de mi madre
santa a traeros la salvación. Sed humildes, sencillos. No seáis ambiciosos y
orad todos, hermanos, como os está mandado. Ahora hermanos, bendigo vuestros
cirios: Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Gloria Patri, et Filio, et
Spiritui Sancto. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto.
Hermanos,
un día más vuestros cirios están bendecidos con una gracia especial. Os pido
una vez más, luzcan en vuestros hogares las veinticuatro horas del día. A
través de estos cirios, hermanos, mi luz y mi Imagen, día a día, están
presentes en vuestros hogares.
Ahora hermanos, doy paso a mi Madre Santa, vuestra Madre, María Inmaculada. Amadla, seguidla, haced lo que os pide día a día.
La
Stma Virgen:
Hijitos
míos, ahora uníos todos y entrad bajo mi manto santo. En esta subida al
Calvario, entrad todos bajo mi manto santo y haced lo que os pido. Arrodillaos
todos en cada una de estas estaciones y orad por la paz, la paz de esta nación.
En esta subida al Calvario no estáis solos. Mi Amado Hijo, Jesús, Yo, Vuestra
Madre, María Inmaculada oramos con vosotros y por vosotros.
Ésta es vuestra fe, ésta es la verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar.
Y
ahora a todos, bajo mi manto santo, en la cima de esta montaña santa y en
presencia de mi Amado Hijo, Jesús, os bendigo en este día, hijitos míos, como
el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su espíritu.
Camino
con todos hacia la morada santa. Os acojo a todos, bajo mi manto santo día a
día, seréis bendecidos y protegidos.
No
faltéis nunca a las citas, dejadlo todo y subid a la cima de esta montaña
santa. Aquí está la verdadera vida que día a día desciende del cielo.
Adiós hijitos míos, hasta pronto.
PRIMER
SABADO: 07 – DICIEMBRE – 2024
Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros. Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos el mensaje de hoy es
de dolor y va dirigido a todos los fieles seguidores y servidores de Cristo.
Hijitos míos, con profundo dolor, en este día os hago saber lo que mis ojos
ven. El Vaticano, el Vaticano está viviendo un profundo dolor, pero el que se
aproxima, hijitos míos, es tan doloroso, es tan cruel, que jamás podréis
imaginar. Así pues hijitos míos, en este día os pido a todos: Los quince
misterios del Santo Rosario, que en este día hijitos míos, rezáis todos con fe,
aquí en la cima de esta montaña santa, oréis por el Vaticano, oréis por el
Vaticano y también os pido, hijitos míos: Orad todos los días el santísimo
Rosario por el Vaticano. Haced lo que os pido, hijitos míos, haced lo que os
pido.
Estad unidos, muy unidos. Sed
fuertes y orad día a día. Si la Santa Iglesia, mi Santa Iglesia, Vuestra Santa
Iglesia, la Santa Iglesia de Cristo muere, no hay vida. ¿Lo habéis entendido
hijitos míos? Amadla, ayudadla, orad por ella.
Y sin más por hoy, en la cima de
esta montaña santa y en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, os pregunto una vez
más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus
obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo?
La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia,
la Iglesia Santa de Cristo? Amadla, ayudadla, orad por ella ¿Amáis a vuestro
Pastor? Orad por él. Y vosotros ¿Os amáis hijitos míos?
Ésta es vuestra fe, ésta es la verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar.
Ahora hijitos míos, en la cima de
esta montaña santa y en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, os bendigo en este
día hijitos míos, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su
Espíritu.
Adelante hijitos míos. Camino con todos, día a día, hacia la morada santa. ¿lo habéis entendido?
Adiós hijitos míos. Hasta pronto.
13
– DICIEMBRE – 2024
Cuarto misterio de dolor, Luz Epifanía entra en éxtasis y Stma Virgen dice:
Hijos míos no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros. Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos aquellos hijos míos que día a día hacen sangrar mi corazón. Deteneos, hijitos míos, deteneos, dejad de sangrar mi corazón. Deteneos y no pequéis más. La madrugada fría, la madrugada de dolor se aproxima, hijitos míos. Deteneos, deteneos y no pequéis más. Desciendo del cielo día a día, a salvaros a todos, porque a todos os quiero salvar. Retroceded, dejad el orgullo, dejad la avaricia, dejad el crimen, la droga y la prostitución. Convertíos hijitos míos, y no hagáis sangrar más mi corazón. Entrad en mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Santa Iglesia de Cristo. Confesad vuestros pecados y dejad el mal. Vivid la fe, amad a Cristo, amad su Santa Iglesia. Haced lo que os pido porque a todos os quiero salvar. Practicad el amor, la caridad y vivid día a día, hijitos míos, vivid el amor, apartaos del mal camino. Haced lo que os pido y no hagáis más sangrar mi corazón. Haced lo que os pido, haced lo que os pido, hijitos míos.
Y
sin más por hoy, en la cima de esta montaña santa y en presencia de mi Amado
Hijo, Jesús,os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus
secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo?
¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa
Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Amadla, ayudadla,
orad por ella ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros ¿Os amáis
hijitos míos?
Ésta es vuestra fe, ésta es la verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar.
Ahora
uníos todos, hijitos míos y entrad bajo mi manto santo. Aproximaos todos a la
Puerta del Refugio de mi Corazón Inmaculado.
Día
a día bajo mi manto santo, seréis bendecidos y protegidos, camino con todos
hacia la morada santa. Todos, hijitos míos, seguid el camino que os voy
marcando, el camino de la verdad.
Adiós
hijitos míos hasta pronto, y no olvidéis lo que os pido. Dejad el mal camino y
no hagáis sangrar mi corazón. Haced lo que os pido.