PRIMER SABADO: 01 – FEBRERO – 2025
Cuarto
misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima
Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros. Hijitos
míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de
oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra
divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad,
saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y
por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos el mensaje de hoy es de
dolor y va dirigido a todos los sacerdotes de mi Ejército Blanco y a todos
aquellos convertidos en la cima de esta montaña santa que se han formado en los
seminarios y aún hijitos míos, no han dado la cara, andan escondidos. Sed
valientes hijitos míos y no tengáis miedo, dad la cara y subid día a día sin
esconderos, a este templo santo, a este santuario llamado Luz de Fátima. Subid
todos, mirad hijitos míos que la madrugada fría y dolorosa se aproxima y no os
quedará agua en el dolor de vuestro santo llanto. Mirar, ver y entender a
aquellos que desde tan lejos, tan lejos, los he traído y ya están bajo mi manto
santo. Han dado la cara y no se han escondido. Por eso a todos, hijitos míos,
os pido en este día: Subáis todos los días citados a este santuario bendito,
Luz de Fátima. Mirad, hijitos míos, mirad y entended que vengo a todos a
pediros. Os quiero a todos bajo mi manto santo. Dad la cara y no estéis
escondidos. Hijitos míos ¿Habéis entendido? Mi amado Hijo, Jesús está a mi
lado. Amadlo, adoradlo, haced lo que os pide, entregaos a Él, entregaos a Él
hijitos míos.
Jesús:
Hermanos no
temáis, soy Jesús, vuestro Jesús, Jesús de Nazaret, el Llagado, el Crucificado,
el Hijo del Padre. Cómo veis hermanos, no falto a nuestras citas. ¿Y vosotros?
Un día más, hermanos, desciendo del cielo de mano de mi madre santa, vuestra
Madre, María Inmaculada, a traeros la salvación.
Ahora hermanos, bendigo vuestros
cirios: Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Gloria Patri, et Filio, et
Spiritui Sancto. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto.
Vuestros cirios hermanos, un día más
son bendecidos con la luz divina, una luz santa, para alumbrar vuestros
hogares. Un día más os hago saber: A través de estos cirios, mi luz y mi
imagen, día a día, estará presentes en vuestros hogares.
Ahora hermanos, doy paso a mi Madre
Santa, vuestra Madre, María Inmaculada. Amadla, seguidla, haced lo que os pide,
haced lo que os pide día a día.
La Stma Virgen:
Hijitos míos y sin más por hoy, en
presencia de mi Amado Hijo, Jesús, y en la cima de esta montaña santa os
pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces?
¿Renunciáis a sus obras, obras malditas? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios
Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi
Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Amadla,
ayudadla, orad por ella ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros ¿Os
amáis hijitos míos?
Una vez más amaos, amaos una a otros hijitos míos como os ama mi Corazón Inmaculado
En este estado de gracia, bajo mi
manto santo, en la cima de esta montaña santa y en presencia de mi Amado Hijo,
Jesús, os bendigo hijitos, en este día a todos, como el Padre os bendice, por
medio del Hijo y con su Espíritu Santo
Ahora hijitos míos, bajo mi manto santo, camino con todos hacia la morada santa.
Adiós hijitos míos. Hasta pronto.
PRIMER VIERNES: 07 - FEBRERO – 2025
Novena
estación del Viacrucis, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos
míos no temáis, soy Vuestra Madre la Purísima Concepción. Que la paz de Dios
reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que, con fe y espíritu de oración, habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos
míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los que con fe vivís
en este tiempo la verdadera fe. Estáis en peligro. En este día os hago saber:
El tiempo del dolor ha llegado y a partir de ahora, hijitos míos, os hago saber
con profundo dolor, entendáis en este día lo que os vengo a pedir. Miles y
miles de hijitos míos, en este tiempo que ha llegado, perderán la fe verdadera
y entre todos ellos, serán hijitos míos, religiosas, sacerdotes, obispos y
cardenales. Sed fuertes, hijitos míos, sed fuertes y no tengáis miedo, mi
Adversario, Satanás, con su ejército maldito se acerca a todos vosotros, os
seduce y os hará vivir una fe falsa y cruel. Por eso os pido, hijitos míos: Sed
fuertes y no tengáis miedo. Os pido día a día recéis todos, mi santo rosario,
sí, hijitos míos, mi santo rosario. Os hago saber: La fuerza divina de mi Santo
Rosario os dará una fuerza y un poder contra las fuerzas malignas. Haced lo que
os pido. También hijitos míos, os pido en este día: Subid todos los días
citados a la cima de esta montaña santa y entrad bajo mi manto santo. Haced lo
que os pido, haced lo que os pido hijitos míos y no tengáis miedo. Haced lo que
os pido y seréis protegidos.
Ahora os pido a todos, entréis bajo mi manto santo. Bajo mi manto santo subamos al Calvario, orando hijitos míos en este Santo Viacrucis por todos vosotros. No perdáis la fe, no perdáis la fe verdadera. Sed fuertes hijitos míos. En esta subida al Calvario no estáis solos, mi Amado Hijo Jesús, Yo, Vuestra Madre, María Inmaculada, oramos con vosotros y por vosotros. Ha llegado el tiempo del dolor y os pido: Sed fuertes, sed fuertes hijitos míos y entended lo que os pido. Vivid día a día la fe verdadera. Sí hijitos míos, la fe verdadera.
Ésta es vuestra fe, ésta es la verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar.
Y
ahora todos, hijitos míos, los que estáis bajo mi manto santo, en la cima de
esta montaña santa y en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, Yo os bendigo en
este día, hijitos míos, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su
espíritu.
Un
día más hijitos míos, bajo mi manto santo os hago saber: Día a día seréis
bendecidos y protegidos. Ahora os llevo a todos hacia la morada santa.
Adiós hijitos míos, hasta pronto.
Cuarto
misterio de luz, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos no temáis, soy vuestra
Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos
vosotros. Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y
espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo
y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de
humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros
pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos el mensaje de hoy es de
dolor y va dirigido a toda la humanidad. En este día, hijitos míos, mis ojos
lloran, mi corazón sangra por lo que mis ojos ven. Hijitos míos en este día os
hago saber: Mi adversario, Satanás, en este tiempo de la gran prueba, está
tejiendo y preparando una Guerra Mundial, una guerra cruel. Por eso os pido
hijitos míos a todos: Haced crecer vuestra fe en vuestros corazones y orad día
a día. Arrodillaos todos, hijitos míos, arrodillaos todos y orad como os tengo
mandado. Orad todos, haced crecer la fe en vuestros corazones y orad por la paz,
orad por la paz. Tomad el santo rosario en vuestras manos y orad como os tengo
mandado, hijitos míos. Orad con la palabra, orad con la mente, orad con el
corazón. Haced lo que os pido, haced lo que os pido, haced lo que os pido. ¿Lo
habéis entendido? Orad, orad día a día, os lo pido a toda la humanidad, con fe
mi Santo Rosario, llenad mi santa iglesia, vuestra santa iglesia, la iglesia
santa de Cristo, con vuestra presencia, vivid la santa Eucaristía con fe día a
día. Haced lo que os pido y el tiempo de los tiempos será detenido
Y sin más por hoy, hijitos míos, en
presencia de mi Amado Hijo, Jesús, en la cima de esta montaña santa, os pregunto
una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a
sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu
Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa
Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Amadla, ayudadla, frecuentadla, orad por
ella ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros ¿Os amáis hijitos míos?
Ésta es vuestra fe, ésta es la
verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar.
Ahora uníos todos, hijitos míos y
entrad bajo mi manto santo. Aproximaos todos, hijitos míos, a la Puerta del
Refugio de mi Corazón Inmaculado.
Bajo mi manto santo y en la cima de
esta montaña santa, en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, Yo os bendigo, en
este día, hijitos míos, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su
Espíritu.
Adiós hijitos míos, hasta pronto.