PRIMER
VIERNES: 04 - ABRIL – 2025
Novena estación del Viacrucis, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos no
temáis, soy Vuestra Madre la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine
siempre entre todos vosotros.
En este día,
hijitos míos, os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración, habéis
subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina
presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a
la Santísima y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por
todos los pecadores del mundo.
Hijitos
míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido todos los jóvenes, jóvenes y
niños que en este tiempo de la gran Prueba, han abandonado todo y se han
sumergido en las técnicas modernas. Han tomado el camino, hijitos míos, el
camino de la perdición. Deteneos, hijitos míos, deteneos. Vivid la vida, vivid
la vida en Cristo y en su Santa Iglesia, la Santa Iglesia de Cristo la cual
habéis abandonado y os habéis sumergido en el mayor de los pecados. Deteneos
hijitos míos, deteneos.
Ahora, hijitos míos, mi Amado Hijo, Jesús, está a mi lado, amadle, adoradle, escuchadle y haced lo que os pide.
Jesús:
Hermanos
no temáis, soy Jesús, vuestro Jesús, Jesús de Nazaret, el Llagado, el
Crucificado, el Hijo del Padre. Cómo veis hermanos, no falto a nuestras citas.
¿Y vosotros?
Ahora,
hermanos, bendigo vuestros cirios: Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto.
Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui
Sancto.
Hermanos,
vuestros cirios están bendecidos con una gracia especial. Como ya os tengo
dicho, estos cirios bendecidos, os pido una vez más, luzcan diariamente en
vuestros hogares, a través de estos cirios, mi luz y mi Imagen, día a día,
estarán presentes en vuestros hogares. Haced lo que os pido.
Ahora
hermanos, doy paso a mi Madre Santa, vuestra Madre, María Inmaculada. Amadla, ayudadla,
seguidla, haced lo que os pide.
La
Stma Virgen:
Ahora
uníos todos, hijitos míos y entrad bajo mi manto santo. Bajo mi manto santo
subamos todos unidos orando este santo viacrucis, en cada una de sus estaciones
oremos todos por el retorno de estos jóvenes y niños a la Santa Madre Iglesia,
Nuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo. Vamos todos, hijitos míos.
En esta subida al Calvario, no estáis solos, mi Amado Hijo, Jesús, Yo Vuestra
Madre, María Inmaculada, oramos con vosotros y por vosotros. Todos unidos,
oremos todos unidos, bajo mi manto santo.
Ahora,
hijitos míos, bajo mi manto santo camino con todos hacia la morada santa. ¿Lo
habéis entendido hijitos míos?
Adiós hijitos míos, hasta pronto.
PRIMER
SABADO: 05 – ABRIL – 2025
Cuarto
misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima
Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros. Hijitos
míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de
oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra
divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad,
saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y
por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos el mensaje de hoy es de
dolor y va dirigido a todo mi Ejército Blanco y a todos los sacerdotes,
religiosos, obispos y cardenales. Escuchad todos, hijitos míos, escuchad todos
y entended lo que en este día os vengo a pedir. En este día, hijitos míos, mi
Corazón sangra por lo que mis ojos ven. En este día os hago saber a todos: Mi
Adversario, Satanás, ha formado un gran ejército de demonios, demonios malos,
muy malos, hijitos míos y uno por uno los está esparciendo por toda la
humanidad. Tened cuidado, hijitos míos, sed precavidos, sed inteligentes, y
entended lo que os pido. Estos demonios, hijitos míos, van bien vestidos, muy
trajeados y llevan oro y plata en el bolsillo. Son malos, quieren destruiros,
acabar con todos, hundir para siempre mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia,
la Iglesia Santa de Cristo. ¿Habéis entendido, hijitos míos? Sed inteligentes y
haced lo que os pido. Haced lo que os pido. Estos demonios, hijitos míos, son
tan fuertes, tan astutos, que jamás podréis imaginar. Haced lo que os pido.
Y sin más por hoy, hijitos míos, aquí
en la cima de esta montaña santa y en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, os
pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces?
¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios
Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia,
vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Amadla, ayudadla, defendedla,
orad por ella, orad por ella que en peligro está. Sí, hijitos míos, en peligro
está. Y vosotros, hijitos míos, ¿Os amáis unos a otros? Amaos todos, hijitos
míos, amaos todos como os ama mi Corazón Inmaculado
Ahora, uníos todos, hijitos míos y
entrad todos bajo mi manto santo. Acercaos todos a la puerta del refugio de mi
Corazón Inmaculado. Bajo mi manto santo, hijitos míos, día a día seréis
bendecidos y protegidos. Camino con todos hacia la morada santa, vuestra
entrada en ella será tan feliz, que jamás podréis imaginar.
Y ahora todos, hijitos míos, bajo mi
manto santo, en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, en la cima de esta montaña
santa, en este estado de gracia divina, os bendigo a todos en este día hijitos
míos, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos. Hasta pronto.
Cuarto misterio de
gloria, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos
míos no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios
reine siempre entre todos vosotros. Hijitos míos, en este día os doy las
gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta
montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os
inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y
Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores
del mundo.
Hijitos
míos el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todo mi Ejército Blanco y a
todos aquellos, verdaderos cristianos. Sí, hijitos míos, verdaderos cristianos.
En este día, hijitos míos, os hago saber: Una espada de doble filo traspasa mi
Corazón Inmaculado, debido al dolor tan profundo que mis ojos ven. Veo a miles
y miles de cristianos asesinados por su fe, a niños y mayores, hijitos míos,
por vivir la verdadera fe.
Sacerdotes
de mi Amado Hijo, Jesús, en este día os pido una vez más: Abrid la puerta de
vuestro templo y llamad al pueblo entero y orad el santo rosario, todos los
días. Y ayudad, hijitos míos, sacerdotes de mi Amado Hijo, Jesús, a todos
aquellos fieles cristianos, con vuestra oración. Detened esta masacre tan
profunda, que en este tiempo de la gran prueba, en todo el mundo, se está
produciendo. ¿Lo habéis entendido hijitos míos? Haced lo que os pido. Haced lo
que os pido.
Sed
fuertes, sed fuertes y precavidos y haced día a día lo que Yo os pido.
Y
sin más por hoy, hijitos míos, os abro mi manto santo, entrad todos, hijitos
míos, todos los que en este día habéis sido fieles a subir a este templo santo,
entrad todos, hijitos míos, aproximaos todos, hijitos míos, a la puerta del
refugio de mi Corazón Inmaculado. A todos os acojo en este día, bajo mi manto
santo.
Y
en este estado de gracia divina, en la cima de esta montaña santa y en
presencia de mi Amado Hijo, Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a
Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios
Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina
Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de
Cristo? Amadla, ayudadla, defendedla, orad por ella que en peligro está ¿Amáis
a vuestro Pastor? Y vosotros ¿Os amáis
hijitos míos?
Ésta
es vuestra fe, ésta es la verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar.
Benditos
aquellos todos, los que en este día estáis bajo mi manto santo, día a día
seréis bendecidos y protegidos, camino con todos hacia la morada santa.
Adiós
hijitos míos. Hasta pronto. Hasta pronto y haced lo que os pido.