PRIMER
VIERNES: 03 - OCTUBRE – 2025
Novena estación del Viacrucis, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos
míos no temáis, soy Vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios
reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos vosotros, a todos los que en este día, habéis subido a esta montaña santa y sois fieles a nuestras citas. Arrodillaos todos, besad el suelo, orad por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos
míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a toda la humanidad. En este
día, hijitos míos, os hago saber: Los ataques a mi Santa Iglesia, vuestra Santa
Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo, cada día son más grandes y más crueles,
más dolorosos. Mi Adversario, Satanás, ataca día a día porque con ella quiere
acabar. Con profundo dolor hijitos míos os hago saber: Son muchos los
sacerdotes que pierden la vida, entre ellos también obispos, hijitos míos y
miles y miles de fieles seguidores de mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia,
la Iglesia Santa de Cristo. Arrodillaos todos, hijitos míos y orad por ella.
Con profundo dolor os hago saber una vez más: Si la Iglesia Santa de Cristo
muere, no hay vida en vosotros ya.
No tengáis miedo, hijitos míos, aquellos que entregáis vuestra vida por ella, porque de vosotros, hijitos míos, es el Reino de los Cielos. Orad por ella, amadla, ayudadla, defendedla con vuestros corazones. Haced lo que os pido.
Ahora,
hijitos míos, en esta subida al Calvario, en cada una de sus estaciones, abrid
vuestros corazones y orad por ella, orad por ella, orad por ella que en peligro
está.
En esta subida al Calvario no estáis solos, mi Amado Hijo, Jesús, Yo, Vuestra Madre Celestial, oramos con vosotros y por vosotros, todos unidos. Bajo mi manto santo oremos todos unidos.
Y
sin más por hoy, hijitos míos, en este estado de gracia divina, bajo mi manto
santo, en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, os pregunto una vez más:
¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras?
¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La
Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la
Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella. ¿Amáis a vuestro pastor? Orad por él. Y
vosotros ¿Os amáis hijitos míos?
Ésta
es vuestra fe, ésta es la Verdad, que nada ni nadie os haga vacilar.
Ahora
todos, hijitos míos, en la cima de esta montaña santa, bajo mi manto,
aproximaos todos a la Puerta del Refugio de mi Corazón Inmaculado
Y en este estado de gracia divina, en la cima
de esta montaña santa y en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, Yo os bendigo a
todo en este día hijitos míos, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y
con su Espíritu.
Caminemos
todos, hijitos míos, bajo mi manto santo, hacia la morada santa. Bajo mi manto
santo, día a día seréis bendecidos y protegidos. No perdáis el camino hacia la
morada santa.
Adiós
hijos míos, hasta pronto.
PRIMER
SABADO: 04 – OCTUBRE – 2025
Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros. Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje es de dolor
y va dirigido a todo la humanidad. Sí, hijitos míos, a toda la humanidad.
Escuchad y entended lo que en este día os vengo a pedir. En este día os hago
saber, hijitos míos y os pido con un profundo dolor: Orad, hijos míos de toda
la humanidad, orad diariamente el santo rosario, mi santo rosario pidiendo,
hijitos míos, desde lo más profundo de vuestros corazones. Orad por la paz en
la humanidad, orad por las malditas guerras del mundo entero. ¿Lo habéis
entendido? Orad por la paz y el fin de las guerras de toda la humanidad.
Millares y millares de hijos míos, niños, jóvenes y mayores mueren día a día
por las guerras malditas creadas por mi Adversario, Satanás para acabar con
todos. Pero haced lo que os pido, hijitos míos, arrodillaos todos, día a día,
con el santo rosario en vuestros corazones. Orad por la paz del mundo, haced lo
que os pido, haced lo que os pido y detened el tiempo maldito. Orad y orad.
Orad, orad y orad
Deseo hijitos míos, desde lo más profundo de mi Corazón Inmaculado hayáis entendido lo que os he pedido y hagáis lo que os pido.
Y sin más por hoy en la cima de esta
montaña santa y en presencia de mi Amado Hijo Jesús, os pregunto una vez más:
¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras
malditas? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu
Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa
Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Amadla, ayudadla, orad por ella ¿Amáis a
vuestro pastor? Orad por él. Y vosotros ¿Os amáis hijitos míos?
Ésta es vuestra fe, ésta es la Verdad, que nada ni nadie os haga vacilar.
Y en este momento de gracia divina, bajo mi manto santo y en presencia de mi Amado Hijo, Jesús os bendigo hijitos míos, en este día, a todos, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos, hasta pronto.
13 – OCTUBRE – 2025
Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros. Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de dolor habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos
míos, el mensaje es de hoy va dirigido a todo mi Ejército Blanco, presente y
ausente. Escuchad y entended lo que en este día os vengo a pedir. Hace un
largo, largo tiempo os predije: Quiero ver crecer a mi Ejército Blanco, pero
aún, hijitos míos, no habéis obedecido o no habéis entendido. […]
Ésta es vuestra fe, ésta es la Verdad, que nada ni nadie os haga vacilar.
Ahora uníos todos, hijitos míos, aproximaos a mí, entrad bajo mi manto santo, aproximaos todos a la Puerta del Refugio de mi Corazón Inmaculado. Entrad todos, hijitos míos, mi manto es grande y divino, a todos os acojo.
Ahora en este estado de gracia divina, en la cima de esta montaña santa, en presencia de mi Amado Hijo, Jesús os bendigo a todos en este día, hijitos míos, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós
hijitos míos, hasta pronto. Y haced lo que os he pedido. Haced lo que os he
pedido.
Adiós
hijitos míos.