PRIMER
VIERNES: 02 – MAYO – 2014
Décima estación del Vialucis. Luz Epifanía entra en
éxtasis y la Stma Virgen dice.
Hijos míos
no temáis soy vuestra Madre la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine
siempre entre todos vosotros.
Hijitos
míos, en este día os doy las gracias, a todos los que con fe, y espíritu de
oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra
Divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad
saludando a la Santísima y Divina Trinidad pidiendo perdón por vuestros pecados
y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos
míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los habitantes de
este planeta. Hijitos míos, en este día os digo con profundo dolor, lo que mi
ojos ven: Veo hijitos míos, a las tres potencias mundiales, preparando, hijitos
míos, una guerra mundial, una guerra dolorosa, una guerra sangrienta. ¡Ay
hijitos míos! Por eso es que os pido y obedecedme todos, hagáis en este día y
viváis con profundo dolor este santo Vía lucis, pidiendo en cada una de sus
estaciones, la paz. Pedid la paz hijitos míos, pedid la paz.
Luz Epifanía:
Señor, mi Señor, tú también está sangrando Señor, veo
tus manos y tus pies y tu rostro ensangrentado. Señor cuanto dolor veo hoy,
cuanto dolor veo, Señor, ayúdanos…. Me ahoga… tu dolor entra en mi garganta,
Señor. Dime que tengo que hacer, Señor, dímelo. Dime que quieres de mí, que
necesitas de esta pobre y humilde mujer que te entregó su vida cuando te
conoció y te la sigue ofreciendo cada día. He aquí tu pequeña esclava,
bendícenos Señor y ayúdame con este ahogo que entra en mi corazón. Señor, tu
dolor ahoga mi garganta. Mi corazón siente un profundo pinchazo con este dolor
tan profundo. Señor, solamente verte hoy y ver a nuestra Madre, tengo tanto
miedo… te ofrezco este ahogo, Señor.
La Stma Virgen:
Hijitos
míos, el dolor de esta pobre alma, entregándose cada día por esta humanidad.
Vuestro dolor es su dolor, vuestras lágrimas son sus lágrimas. Hijitos míos,
haced lo que os pido.
Y sin más por
hoy, en presencia de mi amado Hijo Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis
a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios
Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? ¿Amáis mi Santa
Iglesia? ¿Amáis a vuestro pastor? Orad
por él. Y vosotros ¿os amáis hijitos míos?
Estad
unidos, orad unidos. Yo, vuestra Madre celestial, os bendeciré.
Y en este
día, hijitos míos, en presencia de mi amado Hijo Jesús, yo os bendigo en este
día como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu Santo.
Adiós
hijitos míos
PRIMER
SÁBADO: 03 – MAYO – 2014
Cuarto misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis
y la Stma Virgen dice:
Hijos míos
no temáis soy vuestra Madre la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine
siempre entre todos vosotros.
Hijitos
míos, en este día os doy las gracias, a todos los que con fe, y espíritu de
oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra
Divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad
saludando a la Santísima y Divina Trinidad pidiendo perdón por vuestros pecados
y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos
míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a mis almas consagradas:
religiosas, sacerdotes, obispos y cardenales. Escuchadme hijitos míos y
entended todos lo que en este día os voy a pedir. Sí, hijitos míos, en este día
os digo, a los pies de esta montaña santa, lo que mis ojos ven: Veo un ejército
grande, grande y poderoso, un ejército de Judas, extendiéndose por todo el
planeta tierra. Quieren, hijitos míos, acabar con mi Santa Iglesia, pero tened
cuidado porque vosotros, con profundo dolor os digo, sois sus favoritos.
En este día
os pido: Sed mansos como palomas pero astutos como serpientes. Este ejército,
este ejército de Judas compra las almas, las almas se dejan comprar. Tened
cuidado, hijos míos, os prevengo, habrá tanto dolor. Como ya os tengo predicho,
se levantarán religiosas contra religiosas, sacerdotes contra sacerdotes,
obispos contra obispos, cardenales contra cardenales. Si miráis un poco hijitos
míos, la guerra ya ha empezado.
Hijitos
míos, si pudierais entender este misterio os amaríais tanto los unos a los
otros como os amo yo.
Y sin más
por hoy, hijitos míos, en presencia de mi amado Hijo Jesús, os pregunto una vez
más, respondedme con sinceridad: ¿Amáis a Dios Padre? Amadle con todo vuestro
corazón, pero respondedme con sinceridad: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a
sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo?
¿Amáis a Dios Espíritu Santo, la Santísima y Divina Trinidad? Y vosotros ¿os
amáis hijitos míos?
Ésta es
vuestra fe, ésta es la verdad
No olvidéis
a vuestro pastor, orad por él. Amad y vivid dentro de mi santa iglesia,
compartiendo vuestra vida con sus pastores
Y sin más Yo
os bendigo, hijitos míos, en presencia de mi amado Hijo Jesús, como el Padre os
bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós
hijitos míos
Cuarto misterio de dolor, Luz Epifanía entra en
éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos
no temáis soy vuestra Madre la Purísima Concepción, que la paz de Dios reine
siempre entre todos vosotros.
Hijitos
míos, en este día os doy las gracias, a todos los que con fe, y espíritu de
oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra
Divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad
saludando a la Santísima y Divina Trinidad pidiendo perdón por vuestros pecados
y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos
míos, el mensaje de hoy va dirigido a todos los habitantes de este planeta. Sí,
hijitos míos, como ya os tengo anunciado, unas grandes tinieblas, densas, muy
densas, cubrirán la tierra. Por eso en este día os pido: Quiero ver luz en
vuestros hogares. Una vez más os pido: Quiero cenáculos de oración, cenáculos
familiares con Dios y conmigo. Sí, hijitos míos, quiero ver brillar en vuestros
hogares la luz del santo rosario. Quiero ver brillar en vuestros hogares la luz
del Santo Evangelio. Quiero ver día a día como se alimentan vuestros hogares,
se enriquecen vuestras almas con la palabra de Dios. Sí, hijitos míos, haced lo
que os pido.
Ahora
hijitos míos, mí amado Hijo Jesús está con vosotros, escuchadle, amadle,
adoradle, haced lo que os pide.
Jesús:
Hermanos, Yo
soy Jesús, Jesús de Nazaret, el Llagado, el Crucificado, el Hijo del Padre.
Como veis hermanos, soy fiel a nuestras citas… y vosotros ¿lo dejáis todo?
Dejadlo todo, hermanos y acudid a nuestras citas, aquí en esta montaña santa.
Yo, vuestro Jesús, de mano de mi Madre Santa, María Inmaculada, descendemos del
cielo a traeros la salvación.
Sí hermano,
a ti te respondo. Abre tu corazón al Corazón de María Inmaculada. Sé fiel, ten
cuidado, ten cuidado con lo que haces o será tu perdición.
Ahora
hermanos, voy a bendecir vuestros cirios con una gran bendición: Gloria Patri
et Filio et Spiritu Santo. Patri et Filio et Spiritu Santo. Patri et Filio et
Spiritu Santo.
Vuestros
cirios, hermanos, han sido bendecidos. Os pido una vez más y os hago saber y
entender que a través de estos cirios, mi luz y mi imagen estará presente en
vuestros hogares. Haced lo que os pido, hermanos. Entended lo que os pido. El
planeta tierra se está llenando de espíritus del mal. Como ya os tengo
predicho, en aquellos hogares donde haya uno de estos cirios, estará exento de
los espíritus malignos. Hay tantos, hermanos…
Sí, a ti te
respondo otra vez: Ten cuidado con lo que haces. Mira que te aviso.
Ahora,
hermanos, doy paso a mi Madre Santa
La Stma Virgen:
Hijitos míos
¿Habéis entendido? ¿Habéis escuchado? Sed fieles al Corazón de Cristo y a mi
Corazón Inmaculado. No estaréis solos
Y sin más
por hoy en este día, esperando y deseando hayáis entendido cuanto os hemos
venido a pedir, en presencia de mi amado Hijo Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis
a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios
Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? ¿Amáis mi Santa
Iglesia? ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros ¿os amáis hijitos
míos?
Esforzaos.
Ahora
hijitos míos, en presencia de mi amado Hijo Jesús, os bendigo en este día como
el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu. Acoged esta
bendición en lo más profundo de vuestros corazones.
Adiós
hijitos míos
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.