PRIMER VIERNES: 03 – JULIO – 2015
Décima
estación, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la
Purísima Concepción, que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos
los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña Santa, en la
cual es mi deseo y en nuestra Divina presencia os inclinéis todos besando el
suelo, en acto de humildad, saludando a la Santísima y Divina Trinidad, pidiendo
perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va
dirigido a todos los habitantes de este planeta. Sí, hijitos míos, este día mi
corazón sangra por lo que mis ojos ven. Con profundo dolor os digo: Veo a mi
adversario, Satanás, tejiendo sigilosamente una guerra mundial. Sí, hijitos
míos, esta será la más dolorosa y sangrienta de todos los tiempos. Sí, hijitos
míos, con profundo dolor os digo: En ella perderán la vida decenas y decenas de
millares de hijos míos, pero el dolor más grande, el ataque frontal, será para
mi Santa Iglesia. Por eso os pido, hijitos míos, subáis en este Santa Viacrucis
con fe, con entrega, pidiendo a vuestro Padre Celestial, en cada una de estas
estaciones la paz, pedid la paz para España, pedid la paz, hijitos míos, para
todas las naciones del mundo.
Ahora hijitos míos, mi Amado Hijo Jesús está a mi
lado, escuchadle, amadle, adoradle, haced lo que os pide.
Jesús:
Hermanos, no temáis, soy Jesús, Vuestro Jesús, Jesús
de Nazaret, el Llagado, el Crucificado, el Hijo del padre. Sí, hijito mío, a ti
te respondo, el que se entregó por todos... ¿Has entendido? Estos tiempos, este
tiempo de dolor, como veis, hermanos, no
falto a nuestras citas, no falto aquí, a esta montaña santa. Mi Madre, vuestra
Madre Celestial, María Inmaculada y Yo, su Amado Hijo Jesús, descendemos del
cielo a traeros la salvación. Si
supierais entender hermanos, este misterio.
Ahora, voy a bendecir vuestros cirios: Gloria Patri
et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri et Filio et Spiritu Santo. Gloria Patri
et Filio et Spiritu Santo.
Vuestros cirios hermanos, han sido bendecidos, como
ya os tengo predicho, siempre hermanos, con una bendición especial, a través de
estos cirios, mi luz y mi imagen, las veinticuatro horas del día, estará
presente en vuestros hogares.
Ahora hermanos, doy paso a mi Madre Santa, amadla,
seguidla, haced lo que os pide, si hacéis lo que os pide, hermanos míos, de su
manos, entraréis en el reino de los cielos… sí, como ya sabéis, hay purgatorio,
hay infierno y hay cielo. Y todos vosotros, de mano de mi Madre Santa, seréis llevados. Ahora
escuchadla.
La
Stma Virgen:
Hijitos míos, y sin más por hoy en presencia de mi
Amado Hijo Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a
sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo?
¿Amáis a Dios Espíritu Santo? ¿Amáis mi Santa Iglesia? ¿Amáis a vuestro Pastor?
Orad por él. Y vosotros ¿Os amáis hijitos míos?
Una vez más os pido, a todos aquellos que escucháis
mi voz: Abrid vuestro corazón a Cristo y amaos unos a otros, ayudaos
mutuamente, no tengáis miedo, los corazones de Jesús y de María os guían y
protegen.
Y sin más, Yo os bendigo en este día, en presencia
de mi amado Hijo, Jesús, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su
Espíritu.
Adiós hijitos míos.
PRIMER SÁBADO: 4 – JULIO – 2015
Cuarto
misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la
Purísima Concepción, que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos
los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña Santa, en la cual
es mi deseo y en nuestra Divina presencia os inclinéis todos besando el suelo,
en acto de humildad, saludando a la Santísima y Divina Trinidad, pidiendo
perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy va dirigido a todas
las familias de este planeta. Escuchad y entended, hijitos míos lo que en este
día os vengo a pedir: Quiero hijitos míos, es mi deseo, os consagréis familias
enteras a mi Corazón Inmaculado. Como ya os tengo predicho, hijitos míos, este
es mi tiempo, tiempo en que Yo vengo, de mano de mi Amado Hijo Jesús, a traeros
la salvación. Si pudierais entender, hijitos míos, como os pido esta
consagración. Si vierais hijitos, lo que mis ojos ven, seríais todos, dóciles a
mis avisos.
Ahora hijitos míos, haced lo que os pido. Tomaos
todos de la mano, entregándoos unos a otros, aceptándoos mutuamente, así,
hijitos míos, en este estado y en esta montaña santa, os pido que os améis unos
a otros, tanto como os ama mi Corazón Inmaculado.
Desde aquí, desde esta montaña santa, os pido
fuertemente, hayáis entendido lo que en este día os pido, como ya os tengo
predicho, todo lo malo, hijitos míos, está por llegar, pero como veis, hijitos,
os estoy preparando, no tengáis miedo, no tengáis miedo si hacéis lo que os
pido.
Ahora, sin más por hoy, en presencia de mi Amado
Hijo Jesús, en esta montaña santa, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a
Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios
Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo, la Santísima y Divina
Trinidad? ¿Amáis mi Santa Iglesia? ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y
vosotros ¿Os amáis hijitos míos?
En este día os pido, os améis unos a otros con
profundidad
Y sin más, Yo os bendigo, hijitos míos, a todos los
que habéis subido a esta montaña santa, como el Padre os bendice, por medio del
Hijo y con su Espíritu.
Pensad, hijitos míos, al subir a esta montaña santa,
nada traéis, pero un valor inmenso sí os lleváis.
Así pues, dejadlo todo y no me faltéis, no faltéis a
vuestra Madre Celestial y a mi Amado Hijo Jesús.
Ahora hijitos míos, con esta gracia especial que hoy
he derramado sobre todos vosotros, mi Corazón Inmaculado os dice adiós.
Cuarto
misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la
Purísima Concepción, que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos
los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña Santa, en la
cual es mi deseo y en nuestra Divina presencia os inclinéis todos besando el
suelo, en acto de humildad, saludando a la Santísima y Divina Trinidad,
pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy va dirigido a todos
los habitantes de este planeta, sí, hijitos míos. Como ya os tengo predicho,
éstos son mis tiempos, habéis entrado en
mi tiempo. Y en este día, hijitos míos, os digo a todos lo que mis ojos
ven: Veo, hijitos míos, a las familias, ya consagradas a mi Corazón Inmaculado,
las veo caminando por el camino de la luz, el camino de la salvación, el camino
celestial. Sí, hijitos míos, sabed todos, todos los habitantes de este planeta,
que Yo, Vuestra Madre Celestial, tomo de la mano a las familias a mí
consagradas y no permitiré que mi adversario, Satanás, ni los espíritus del
mal, puedan dañar ni una de ellas. ¿Entendéis hijitos míos lo que en este día
os vengo a pedir?
Hijitos míos, si pudierais entender el amor de este
pobre alma, elegida por Dios, Vuestro Padre Celestial, para, Yo, Vuestra Madre,
María Inmaculada y mi Amado Hijo Jesús, comunicarme con todos vosotros… sí,
hijitos míos, desciendo del cielo, de mano de mi Amado Hijo, Jesús, a esta
montaña santa, como ya os tengo predicho, a traeros la salvación.
Ahora hijitos míos, a todos los que estéis aquí, en
este día 13, en esta montaña santa, os pido una vez más: Tomaos de la mano,
tomaos de la mano, todos y aceptaos mutuamente. Sí, hijitos míos, así os quiero
ver. Quiero que vuestros corazones estén ardientes de amor. Os améis los unos a
los otros igual que os ama mi Corazón Inmaculado.
Hijitos míos, sin más por hoy os pregunto una vez
más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus
obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo,
la Santísima y Divina Trinidad? ¿Amáis mi Santa Iglesia? ¿Amáis a vuestro
Pastor? Orad por él. Y vosotros ¿Os amáis hijitos míos?
Ésta es vuestra fe, ésta es la verdad, que nada ni
nadie os haga vacilar.
Ahora, hijitos míos, en presencia de mi Amado Hijo,
Jesús, Yo derramo sobre todos vosotros, en este día y en esta montaña santa,
una bendición especial y os bendigo, hijitos míos, con ella, como el Padre os
bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós hijitos míos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.