jueves, 19 de julio de 2018

Mensajes Vigen Julio 2018


PRIMER VIERNES: 06 – JULIO – 2018

Décima estación, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma. Virgen dice:

Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma. y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los seguidores y servidores de Cristo. Escuchad y entended. En este día hijitos míos, con profundo dolor os digo lo que mis ojos ven. Veo a mi adversario, mi adversario Satanás con su ejército maldito invadiendo el planeta tierra. Quiere hacer desaparecer el Santo Evangelio. Sí, hijitos míos, y con profundo dolor os digo, son muchos los que ya lo han abandonado, pero a vosotros os pido, a todos aquellos que escucháis y seguís mis mensajes, no permitáis, no permitáis hijitos míos que os quiten la Palabra Divina. Haced lo que os pido, quiero que todos los días de vuestra vida leáis el Santo Evangelio, lo entendáis y lo viváis con amor, y no permitáis que nada ni nadie os haga daño. Escuchadme, leedlo diariamente, no abandonéis nunca. Mirad, hijitos míos, que es el tiempo de la gran prueba. Sed fuertes y haced lo que os pido.
Hijitos míos, si pudierais entender el amor y el dolor de este pobre alma. Tened cuidado y haced lo que os pido. Una vez más os pido, hijitos míos, no dejéis de subir, sed fieles subiendo cada día a esta montaña santa. Religiosas, sacerdotes, obispos, cardenales, haced lo que os pido, vais a ser fuertemente probados en este tiempo de la gran prueba. Subid esta montaña santa, no tengáis miedo. Yo, vuestra Madre Celestial, día a día os iré preparando. No dejaré, hijitos míos, que caigáis en la tentación del abandono. Ahora os pido, hijitos míos, subáis al Calvario con fe y con amor, orando todos juntos, pidiendo en cada una de las estaciones de este Santo Viacrucis la fe, la paz y el amor. Sí, hijitos míos, como ya os tengo predicho, no estáis solos. Mi Amado Hijo Jesús y yo, vuestra Madre Celestial, oramos con vosotros y por vosotros. Sí, hijitos míos, haced lo que os pido.
Y sin más por hoy, en la cima de esta montaña santa, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? la Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella. ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros, ¿os amáis, hijitos míos?
Uníos todos, tomaos de la mano, aceptaos los unos a los otros. Sí, hijitos míos, en este momento de gracia en la cima de esta montaña santa, mis manos unidas están a vuestras manos, y en este momento de gracia y en la cima de esta montaña santa, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, este día os bendigo, hijitos míos, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós, hijitos míos.

PRIMER SÁBADO: 07 – JULIO – 2018

Cuarto misterio, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma. Virgen dice:

Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma. y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.

Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los habitantes de esta nación, vuestra nación. Hijitos míos, escuchad y entended, con profundo dolor os pido y os digo en este día lo que mis ojos ven. ¡Cuánto dolor, hijitos míos! Veo a mi adversario, sí hijitos míos. Ha dejado en esta nación, vuestra nación, a tres de los suyos. Estos, hijitos míos, en este tiempo de la gran prueba, os causarán tanto dolor. ¡Cuántos y cuántos hijitos míos darán la espalda a Dios! Por eso os pido, subid todas las citas, hijitos míos, todos los días citados a esta montaña santa. A vosotros, hijitos míos, seguidores y servidores de Cristo, como ya os vengo anunciando seréis los más perseguidos, los más castigados, por eso os vuelvo a llamar a todos. Sacerdotes de mi Amado Hijo Jesús, subid a esta montaña santa y día a día recibiréis las gracias divinas para no abandonar y superar el dolor que estos causarán. Haced lo que os pido, hijitos míos, haced lo que os pido, haced lo que os pido. Como ya os vengo anunciando, Dios Padre vuestro creador pone en mis manos virginales, en mi Corazón Inmaculado, gracias divinas para ir fortaleciéndoos. Dejaos preparar, hijitos míos, dejaos preparar por vuestra Madre Celestial.

Hijitos míos, y sin más por hoy y en presencia de mi Amado Hijo Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? la Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella. ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros, ¿os amáis, hijitos míos?
Uníos todos, tomaos de la mano, aceptaos los unos a los otros y amaos en profundidad los unos a los otros como os ama mi Corazón Inmaculado. Ahora mis manos, hijitos míos, están en vuestras manos. Abridme vuestros corazones, llenaos de gracia. Sí, hijitos míos, y  en este estado de gracia y en presencia de mi Amado Hijo Jesús, en la cima de esta montaña santa, os bendigo en este día como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós, hijitos míos.


13- JULIO – 2018

Cuarto misterio de gloria, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma. Virgen dice:
Hijos míos, no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos, el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los seguidores y servidores de Cristo. Hijitos míos, con profundo dolor os digo en este día lo que mis ojos ven. Veo con profundo dolor día a día dar la espalda a Cristo. Sí, hijitos míos, estos son decenas y decenas de millares de hijos míos. Dan la espalda a Cristo y entran sonrientes a tomar parte del ejército de mi adversario. ¡Ay, hijitos míos, qué dolor tan profundo! Y en este día os digo a los que aún seguís a Cristo: tened cuidado. Os pido hijitos míos en este día, recéis el Santo Rosario diariamente. Sí, hijitos míos, rezad el Santo Rosario y tened las veinticuatro horas el cirio encendido. Haced lo que os pido, hijitos míos. Ahora, hijitos míos, mi Amado Hijo Jesús está a mi lado. Escuchadle, amadle, seguidle, adoradle, haced lo que os pide.
Jesús:
Hermanos, no temáis, soy Jesús, vuestro Jesús, Jesús de Nazaret, el Llagado, el Crucificado, el Hijo del Padre. Como veis, hermanos, no falto a nuestras citas aquí a esta montaña santa, ¿y vosotros? Escuchad y entended. Hermanos, subid todos los días a esta montaña santa. Ahora, hermanos voy a bendecir vuestros cirios: Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto.
Hermanos, vuestros cirios han sido bendecidos con una bendición de gracia y luz para vuestros hogares, fortaleza para vuestras almas. Ahora, hermanos, doy paso a mi Madre Santa, vuestra Madre, María Inmaculada. Haced lo que os pide. Desciende del cielo a esta montaña santa a traeros la salvación.
La Stma. Virgen:
Hijitos míos, y sin más por hoy, en la cima de esta montaña santa os tengo que preguntar. Sí, hijito mío, a ti te respondo. Sé fiel a Cristo y a tu Ministerio. Como ves, hijito mío, te conozco. Haz lo que te pido, ayuda a estos pequeños, sé humilde y trabajador. Salvarás muchas almas y así entrarás en el Reino de los Cielos. Sí, hijitos míos, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella. ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros, ¿os amáis hijitos míos? Ésta es vuestra fe.
Ahora uníos todos, tomaos de la mano, aceptaos los unos a los otros y amaos todos como os ama mi Corazón Inmaculado. Mis manos, hijitos míos, entrelazadas están a vuestras manos. Y en este momento de gracia y en la cima de esta montaña santa, en presencia de mi Amado Hijo Jesús, en este día os bendigo como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Adiós, hijitos míos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.