PRIMER
VIERNES: 03 - FEBRERO – 2023
Novena estación, Luz Epifanía entra en éxtasis y la Stma Virgen dice:
Hijos míos no temáis, soy vuestra
Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos
vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores del mundo.
Hijitos míos el mensaje de hoy es de
dolor y va dirigido a todo
mi Ejército Blanco y a todo mi Movimiento Sacerdotal Mariano. Escuchad y
entended lo que en este día os vengo a pedir. Estad unidos, muy unidos. Orad
unidos. Amaos y ayudaos unos a otros como os ama mi Corazón Inmaculado. Hace un
largo, largo tiempo, Yo, Vuestra Madre, María Inmaculada, en Fátima, Portugal,
os predije con gran dolor lo que en un tiempo hijitos míos tenía que llegar.
Pues en este día os digo hijitos míos y os hago saber: El tiempo está llegando,
abrid los ojos del alma y mirad y ver lo que la humanidad está viviendo, está
pasando. Pero Yo, hijitos míos, vuestra Madre Celestial, María Inmaculada,
nunca os dejaré a todos aquellos que día a día me seáis fieles. Habéis visto
hijitos míos que en la cima de esta montaña santa día a día os acojo bajo mi
manto santo. No os quedéis fuera hijitos míos, no os quedéis fuera. Escuchad mi
voz y mi llanto. Os amo hijitos míos, mi amor es tan grande y tan profundo que
jamás podréis imaginar. Recordad día a día esta montaña santa, mi manto santo,
sed fieles hijitos míos y haced lo que os pido.
Y sin más por hoy hijitos
míos y en la cima de esta montaña santa os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a
Satanás? ¿Renunciáis a sus secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios
Padre? ¿Amáis a Dios Hijo? ¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina
Trinidad. ¿Amáis mi Santa Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de
Cristo? Orad por ella. ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros, ¿os
amáis, hijitos míos?
Ésta es vuestra fe, ésta
es la verdad.
Ahora uníos todos, subid
al Calvario ofreciendo este santo Viacrucis por el amor entre mi Ejército
Blanco y mi Movimiento Sacerdotal Mariano. Sí, hijitos míos, amaos, orad
unidos, en este santo Viacrucis, en cada una de sus estaciones, orad unidos.
Amaos unos a otros y ayudaos defendiendo siempre mi Santa Iglesia, vuestra
Santa Iglesia, la Iglesia santa de Cristo. Como ya os tengo predicho, hijitos
míos, en esta subida al Calvario no estáis solos, mi Amado Hijo Jesús y Yo,
vuestra Madre Celestial, María Inmaculada, oramos con vosotros y por vosotros.
Ahora todos hijitos míos, entrad bajo mi manto santo. Sí, hijitos míos, subid todos los días citados y entrad bajo mi manto santo. Bajo mi manto santo, hijitos míos, día a día seréis bendecidos y protegidos.
Y ahora hijitos míos, en
este estado de gracia y en la cima de esta montaña santo, bajo mi manto santo
en presencia de mi Amado Hijo, Jesús, os bendigo a todos en este día como el Padre
os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Caminad conmigo bajo mi manto santo, recordad todos que camino con todos vosotros hacia la morada santa. ¿Lo habéis entendido hijitos míos?
Adiós hijitos míos. Hasta
pronto.
PRIMER SABADO: 04 – FEBRERO
– 2023
Cuarto
misterio de gozo, Luz Epifanía entra en éxtasis y dice a la Stma Virgen:
Hijos
míos no temáis, soy vuestra Madre, la Purísima Concepción. Que la paz de Dios
reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos
míos, en este día os doy las gracias a todos los que con fe y espíritu de
oración habéis subido a esta montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra
divina presencia os inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad,
saludando a la Stma y Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y
por todos los pecadores del mundo.
Hijitos
míos el mensaje de hoy es de dolor y va dirigido a todos los habitantes de este
planeta. Hijitos míos en este día mis ojos lloran, mi corazón sangra por lo que
mis ojos ven. Veo un dolor tan profundo, tan profundo y doloroso en el corazón
de mi santa iglesia que jamás podréis imaginar. Mi adversario Satanás, día a
día las prende fuego, las bombardea, de un modo tan cruel y tan doloroso. Por
eso os pido a toda la humanidad: Orad por mi Santa Iglesia, vuestra Santa
Iglesia y por todos los sacerdotes de ella que en peligro están. Os hago saber,
día a día mueren cristianos, son perseguidos y maltratados, mueren sacerdotes…
por eso hijitos míos, os pido a toda la humanidad: Orad todos los días mi Santo
Rosario, vuestro Santo rosario, orando día a día hijitos míos por los
sacerdotes de mi Amado Hijo Jesús, por todos los seminarios que en peligro
están.
A
vosotros os pido, hijitos míos, a todos los que en este día habéis subido a
esta montaña santa a orar. Orad por mi Santa Iglesia, orad por mi Santa
Iglesia. Orad por mi Santa Iglesia.
Y
sin más por hoy, en la cima de esta montaña y en presencia de mi Amado Hijo,
Jesús, os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus
secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo?
¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa
Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella,
ayudadla, ayudadla ¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Ayudad día a día a mi
Santa Iglesia. Amadla, defendedla con toda vuestra fuerza y vuestro corazón. Y
vosotros ¿os amáis hijitos míos?
Ésta
es vuestra fe, ésta es la verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar.
Ahora
hijitos míos, venid todos a mi y entrar bajo mi manto santo. Acercaos todos a
la puerta del refugio de mi Corazón Inmaculado. Como ya os tengo predicho,
llegado el momento del dolor, que está por llegar, se abrirá la puerta del
refugio de mi Corazón Inmaculado. Todos los que estáis bajo mi manto santo
seréis protegidos. Así pues, hijitos míos, una vez más os pido: Dejadlo todo y
no faltéis a las citas, aquí en esta montaña santa. Entended lo que os pido. En
este día os acojo a todos los que en este día habéis subido. Sí hijitos míos.
Bajo
mi manto santo, en presencia de mi Amado Hijo, Jesús y en la cima de esta
montaña santa, os bendigo a todos, hijitos míos, en este día, como el Padre os
bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Ahora,
caminad todos conmigo porque día a día bajo mi manto santo seréis bendecidos y
protegidos. Con todos camino hacia la morada santa
Adiós
hijitos míos. Hasta pronto
13 – FEBRERO – 2023
Cuarto misterio de dolor, Luz Epifanía
entra en éxtasis y dice a la Stma Virgen:
Hijos míos no temáis, soy vuestra Madre,
la Purísima Concepción. Que la paz de Dios reine siempre entre todos vosotros.
Hijitos míos, en este día os doy las
gracias a todos los que con fe y espíritu de oración habéis subido a esta
montaña santa, en la cual es mi deseo y en nuestra divina presencia os
inclinéis todos besando el suelo, en acto de humildad, saludando a la Stma y
Divina Trinidad, pidiendo perdón por vuestros pecados y por todos los pecadores
del mundo.
Hijitos míos el mensaje de hoy es de dolor
y va dirigido a toda la humanidad. Sí, hijitos míos, en este día mis ojos
lloran, mi corazón sangra por el pecado tan profundo que veo en este tiempo de
la Gran Prueba en toda la humanidad. Deteneos hijitos míos, deteneos, deteneos
y no pequéis más. Vuestros pecados, vuestros pecados mortales están trayendo el
dolor a toda la humanidad. En esta parte del planeta, donde ha brotado hijitos
míos el dolor que os tengo predicho, que día a día se extenderá por toda la
humanidad. Así pues, hijitos míos, con profundo dolor os digo: Apartaos del pecado,
no pequéis más y orad día a día como os tengo mandado. Orad con la palabra,
orad con la mente, orad con el corazón. Orad, orad, orad y si oráis y hacéis lo
que os pido detendréis el dolor, el dolor de los dolores que viene en este
tiempo, en este punto del planeta, un dolor tan grande y tan profundo que no
alcanzáis a ver. Así pues, orad y orad como os tengo mandado.
Hijitos míos, mi Amado Hijo Jesús está a
mi lado. Escuchadle, amadle, adoradle, haced lo que os pide.
Jesús:
Hermanos no temáis, soy Jesús, Jesús de
Nazaret, el Llagado, el Crucificado, el Hijo del Padre. Como veis hermanos, no
falto a nuestras citas.
Como veis hermanos, no falto a nuestras
citas. Un día más, desciendo del cielo de mano de mi madre, vuestra madre,
María Inmaculada, a traeros la salvación.
En este día, bendigo vuestros cirios:
Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui
Sancto. Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto”.
Vuestros
cirios hermanos, un día más son bendecidos con una gracia especial y además os
pido y os hago saber, a través de estos cirios, mi luz y mi imagen las 24 horas
del día estarán en vuestros hogares
Ahora hermanos, doy paso a mi Madre Santa, vuestra madre, María Inmaculada. Amadla, seguidla, haced lo que os pide.
La Stma. Virgen:
Hijitos míos, haced lo que os pido, haced
lo que os pido.
Y sin más por hoy, en la cima de esta
montaña santa os pregunto una vez más: ¿Renunciáis a Satanás? ¿Renunciáis a sus
secuaces? ¿Renunciáis a sus obras? ¿Amáis a Dios Padre? ¿Amáis a Dios Hijo?
¿Amáis a Dios Espíritu Santo? La Santísima y Divina Trinidad. ¿Amáis mi Santa
Iglesia, vuestra Santa Iglesia, la Iglesia Santa de Cristo? Orad por ella
¿Amáis a vuestro Pastor? Orad por él. Y vosotros ¿Os amáis hijitos míos?
Ésta es vuestra fe, ésta
es la verdad. Que nada ni nadie os haga vacilar.
Ahora venid todos,
hijitos míos y entrad bajo mi manto santo. Sí hijitos míos todos los que en
este día habéis subido a esta montaña santa a rezar el santo rosario, mi santo
rosario, venid hijitos míos, entrad todos bajo mi manto santo, todos hijitos
míos, los que día a día camináis bajo mi manto santo, seréis bendecidos y
protegidos.
Como ya os tengo
predicho, día a día camino con todos hacia la morada Santa.
Ahora hijitos míos, en
este estado de gracia, bajo mi manto santo y en presencia de mi Amado Hijo
Jesús, desde esta montaña santa, en este día os bendigo a todos como el Padre
os bendice, por medio del Hijo y con su Espíritu.
Caminad conmigo. Adiós
hijitos míos. Caminad todos conmigo bajo mi manto santo
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